Todos recordamos con angustia aquella película titulada EL COLOSO EN LLAMAS que, nos estremeció a todos y era producto de la ficción del celuloide. Ahora, en el día de ayer, aquello que nos parecía increíble en el filme citado ocurrió en Valencia, algo que vimos en vivo y en directo y que nos dejó desolados a España entera. Una desgracia que viene a demostrar lo vulnerable que puede ser el ser humano y todo lo que tenga que ver con la ficción puesto que, la realidad, siempre superó a la imaginación del hombre. Valencia está de luto, como lo estamos todos los españoles de bien porque resulta muy fácil de entender que, dicha tragedia nos puede ocurrir a cualquiera.
El destino, para bien o para mal suele ser muy caprichoso y, en el caso que nos ocupa, mira por dónde una tragedia como la que ha ocurrido en Valencia ha servido como cortina de humo -en este caso de llamas- para que olvidemos en el acto las fechorías de los hijos de puta del rojerío que roban sin piedad y, de repente, Sánchez, Ábalos y todos sus adláteres, han quedado aparcados en el caso Koldo García, como digo, por una broma de mal gusto del destino, tengamos que olvidar una barbarie como la citada por una desdicha de niveles inimaginables en que dicho incendio ha costado la vida a varias personas, muchos heridos y, un bloque de viviendas inmenso ha quedado reducido a cenizas. Y menos mal que, como se contó, el conserje de dicho edificio pudo avisar a los vecinos para que abandonaran el inmueble puesto que, de no haberlo hecho, estaríamos hablando de una catástrofe sin definición.
Es ahora, en momentos tan difíciles para Valencia y, de forma muy concreta para todos los damnificados cuando, desde el gobierno de España debería de mostrar su solidaridad para con estos desdichados que lo han perdido todo, algunos, hasta la vida. Nos consta que, el gobierno de la Generalitat ya está manos a la obra para tratar de ayudar a estos seres desdichados, no en vano, Carlos Mazón, como presidente de Valencia, desde que empezara el incendio en el día de ayer no se ha movido del lugar del siniestro y, lo que es mejor, ya ha anunciado medidas para paliar en lo posible tan macabra situación de tantas personas que, en un abrir y cerrar de ojos lo han perdido todo.
Seguro que, los valencianos afectados confían plenamente en el gobierno de nuestra comunidad porque, si del gobierno central hablamos, ya pueden comprarse tiendas de campaña porque jamás serán atendidos. Ahí está el caso del terremoto de Lorca que, tantos años después de que el cafre y apestoso de Zapatero visitara la ciudad, todavía están esperando las ayudas del gobierno o, como sucedió en La Palma cuando el volcán arrasó la población, ahí quedó todo para que Sánchez se hiciera varias fotos en la tragedia, pero, sus vecinos siguen llorando su desdicha al tiempo que esperan una ayuda que jamás llegará. Eso sí, para comprar aviones Falcon para eso que no falte, para mordidas millonarias de los corruptos sociatas, para eso siempre hay “fondos reservados” pero, para ayudar a cualquier ser humano en desdicha, caso de Valencia, para esos no habrá ni una sola palabra de aliento.
Los valencianos afectados, como digo, deben de refugiarse en la buena voluntad que pueda mostrar el gobierno de Valencia que, según barrunto, puede ser mucha, pero que nadie espere un mínimo de ayuda por parte de ese Sánchez mentiroso, ruin, cruel y mezquino que, es capaz de condonar una deuda de miles de millones a los criminales de Cataluña, pero, incapaz de ayudar el ser humano desvalido como tal. Un caso como el sucedido en Valencia, algo excepcional que no ocurre todos los días y, para situaciones como la descrita, el gobierno central, de repente, debería tener recursos más que suficientes para mitigar una tragedia de esta magnitud. Como ocurrió en los lugares antes citados, aconsejo a los valencianos que no esperan nada de Pedro Sánchez, de tal modo se evitarán el disgusto que se llevaron los canarios de La Palma y anteriormente los murcianos de Lorca.