La situación política que estamos viviendo en España es algo apocalíptico, impensable para cualquier país llamémosle civilizado pero, se da la curiosa circunstancia que, nosotros, pasados los años, estamos para civilizar puesto que, lo que Sánchez tiene preparado para alcanzar de nuevo el poder sin haber ganado nunca unas elecciones es como si hubiéramos tenido un sueño macabro y, al despertar nos encontrásemos con la realidad que estamos viviendo.
Las elecciones del pasado mes de julio las ganó el PP en unión de Vox pero, como quiera que los votos de Sánchez, unidos a la mayoría de la basura pestilente de todos aquellos que votaron la sinrazón de España, todos ellos, juntos tienen mayoría para formar gobierno, algo muy legal, pero con un entramado criminal que, por mucho que lo quieran disfrazar, ninguna persona sensata es capaz de aceptarlo.
Es cierto que, todos los partidos políticos que existen en el Parlamento son legales, pero de ahí a que sean moralmente aceptables dista un trecho muy largo. Es verdad que, en político tenemos que acostumbrarnos a las mayores necedades del mundo, algo de lo que el tal Sánchez es un auténtico maestro que, como y ya ha sucedido ha pactado con criminales, separatistas y demás gentes barriobajeras que, como única finalidad, todos juntos, se trata de destruir lo poco que queda de España y, en ello están.
El guapo de la Moncloa –menuda envida tendrán algunos de sus ministros al verle como hombre- ha cometido los peores desacatos que un político pueda hacer pero, ahora está rayando la ignominia al más alto nivel, pactar con Puigdemont, un criminal delincuente buscado por la justicia que, por sus cojones, volverá a España bajo palio y, por aquello de apoyar al desvergonzado de turno, el guapo citado, será de nuevo presidente de esta nación a la que antes se le conocía como España.
Bien es cierto que, Puigdemont, fugado hace años de la justicia de España, ante todo lo que está sucediendo, para sus adentros pensará que Pedro Sánchez es retrasado mental y, acierta por completo porque, el susodicho, con tal de tener el poder se arrodillará para pedirle los votos al asqueroso delincuente que, sin duda le hará morder el polvo como se dice en el argot boxístico. Las condiciones que ha puesto para apoyarle son gravísimas; algo que no admitiría ni el país más retrasado del mundo pero, cuidado, estamos ante un tipo sin escrúpulos que, España y sus gentes le importan una puta mierda.
Puigdemont es un criminal culpable de la situación que estamos viviendo, un chulo de putas que, se fugó en el maletero de un coche, vive como un monarca en Bruselas y ha sabido esperar el momento para que, el cobarde que dice presidir la nación se arrodillaría ante él. ¿Se imaginan todos para qué, verdad? Fijémonos que, por algo parecido, el golpe del 23 F, sin el menor coste económico para el país, Antonio Tejero se tiró treinta años a la sombra. Los catalanes hicieron lo mismo aquel primero de octubre, gastaron decenas de millones para el referéndum, hicieron daños en la ciudad valorados en cientos de miles de euros y, los culpables de aquel acto criminal y bárbaro, los que se quedaron, estuvieron un rato a la sombra y, lo que es peor, al salir dijeron que lo volverían hacer y, lo que es más grave, dada la situación actual lo harán y, encima les rendiremos pleitesía.
Para empezar, como una primera bromita, Puigdemont ha impuesto que se hable en catalán en el Parlamento, que en dicho hemiciclo sobra el puto castellano como ha sentenciado el muy bastardo. Lógicamente, a tal evento se han sumado gallegos y vascos y, la que han formado es mundial; una guarrada en toda regla porque, lo digo yo, ¿no saben sus señorías –los apestados que así piensan- hablar en castellano como se ha hecho toda la vida? No, no saben; no les pasa por los cojones y, había que gastar otro millón de euros en semejante estupidez. Le medida citada quería implantarla Puigdemont en Bruselas y, claro, allí le han mandado a las cloacas que es el lugar que le corresponde.
Para empezar, en el día de ayer, en el Parlamento apareció una di-putada hablando en catalán pero, para su desdicha le entendió todo el mundo; dijo que, odiaba a la policía, las fuerzas de seguridad del estado y, tras dichas afirmaciones, la lógica nos dice que tenían que haberla detenido y, sin juzgarla, meterla entre rejas para toda la vida. Pero no, encima, los cerdos que le apoyaban le aplaudieron y, esa gentuza, viviendo como reyes a costa de nuestros impuestos. ¡Viva la democracia que mantiene como sultanes a tantos hijos de puta! Sí, señor, a ese le llaman democracia. Es como el cerdo de Junqueras que se plantó ayer frente al Parlamento de España diciendo que ya tenía la amnistía para Puigdemont y demás fugados de la justica, algo que según ese animal de bellota confesó, ya tenía pactada con Sánchez.
Esas ratas de alcantarilla que ostentan el poder hablar de progresismo, de libertad, de protección a la mujer, de igualdad entre todos los españoles, mienten como bellacos porque nada de lo que dicen son capaz de llevar a cabo. Pondríamos miles de ejemplos para demostrar la falsedad de tales víboras pero, nos basta y nos sobra La Palma que, dos años después de aquella tragedia que asoló a miles de personas, todavía siguen esperando las ayudas que Sánchez les prometió y, aquellas criaturas indefensas, la única ayuda que han recibido ha sido de Cáritas que les han entregado tres millones de euros. Como había que proteger a la mujer, por dicha razón hicieron una ley para que cientos de violadores están en libertad para seguir violando y, los restantes que quedan en la cárcel, a todos se les ha rebajado la pena. ¡Eso es protección a la mujer, sí señor!
Siendo así, ¿dónde está el progresismo del que hablan? Hay que ser muy descerebrados para actual de tal modo; yo lo diría mejor, hay que ser malos con avaricia para engañar a las gentes y, lo más triste de todo, les siguen creyendo esa gran manada de borregos que, o no ven los noticieros o están locos de remate porque, los comunistas del gobierno, mucho comunismo, pero para los ignorantes porque ellos viven todos en mansiones de lujo y, cuando lleguen a sus casas se reirán con sorna y dirán: ¡Menos mal que quedan algunos millones de imbéciles que les hacemos tragar el bulo que nos hemos inventado! Por esa razón, todo lo que huela a socialismo y comunismo hay que erradicarlo para siempre de la sociedad en que vivimos.
No nos damos cuenta pero, el gran culpable de la situación que estamos viviendo, una vez hecha la guarrada de los votos de los borregos que les han puesto en el poder, la otrora derecha vasca, el PNV que algunas veces pactó con la derecha, en esta ocasión podía haber hecho lo mismo y, no estaríamos ahora inmersos en esta maldita vorágine que llevará a España al cataclismo. ¿Qué les habrá prometido Sánchez que Feijóo no pueda darles? ¿Lo entiende alguien? Seguro que no.
Analicemos hasta donde llega la infamia, la ignominia de estas gentes comunistoides que, la gran parte de la izquierda de antaño, todos se han posicionado contra Sánchez. ¿Qué pasa que aquellos hombres no sabían regir el país? Ahí está la historia, los datos, las estadísticas para demostrarnos que, la izquierda, lo que era el socialismo, era un partido admirable y respetado. ¡Hasta el comunista Carrillo ejerció en política lleno de coherencia!
Como antes dije, que levante la mano un solo español que no sea de izquierdas, digamos, que no viva de la sopa boba como ese tal Pepe Álvarez que sería oportuno preguntarle si trabaja en la seda o en el alambre. Lo dicho, que alguien que no sea lameculos de Sánchez, que levante la mano diciendo que ha sido asistido por el innombrable de la Moncloa. Y siguen hablando de progresismo, igual ellos entienden el asunto como poniéndose en las manos de Puigdemont para que, un criminal fugado de la justicia de España rija los destinos de nuestro país. Apiadémonos al Todopoderoso que mucha falta nos hará.
En las imágenes, un traidor, un delincuente y un cerdo catalán.