En nombre de la dirección de esta casa me cabe el honor de desearos a todos mucha felicidad, paz y amor en estas fechas tan entrañables que, en esta ocasión lo son mucho más que de costumbre al tratarse de un año nefasto el que hemos vencido con la bendición divina.

No ha sido un año sencillo, más bien diríamos todo lo contrario, pero en todos los órdenes puesto que nos azotó la pandemia y nos dio la puntilla el indeseable gobierno que padecemos; contra la pandemia no podemos hacer nada pero, en la sucesivo, para unas próximas elecciones si debemos de hacer mucho para evitar la catástrofe que se nos viene encima que, para colmo, ya lo estamos sufriendo. Vendrán tiempos peores para los que debemos de prepararnos; no es sencilla la tarea, pero no es menos cierto que el español ha sido siempre un ejemplo para salir de las situaciones más adversas y, las que vivimos lo son en grado sumo.

A todos nuestros colaboradores la gratitud que merecen por ser arte y parte de esta noble causa, por este proyecto apasionante que, juntos, hemos llevado a cabo con una pulcritud admirable y, lo que es mejor, aferrados a la verdad, entre todos, hemos tratado de «enseñar al que no sabe»; desde la humildad, pero con la convicción de que entre todos, respecto a la fiesta de los toros podemos lograr un mundo mejor.

El esfuerzo que todos han realizado es impagable, de ahí la admiración que sentimos por todos ellos y ellas. Sin la colaboración de todos y con ese amor que nos han entregado para satisfacer a los más exigentes aficionados mediante la lealtad de sus letras, a todos nuestro respeto y deseo de que el año venidero, pese a todo, nuestro caudal de creatividad siga siendo la norma en esta casa, el norte que nos guíe hacia esa verdad que andamos buscando.

No nos confiemos que, como decíamos, el año venidero puede que sea tan duro como el que hemos vivido, pero para ello debemos de estar preparados, en la mente y en el alma. Como fuere, seguiremos amando la mejor fiesta del mundo, seguiremos rompiendo lanzas a favor del mundo de los toros pese a que, desde distintos frentes políticos que siguen teniendo el poder, nos laceran sin piedad; es decir, nuestra tarea seguirá siendo difícil y complicada pero, desde aquí invito a todo el mundo para que no perdamos la esperanza y, ante todo, la fe en que nuestra singular fiesta de los toros tiene que seguir siendo posible pese a tantas amenazas como tenemos.

De cara a nuestros lectores nos cabe el honor de destocarnos porque gracias a ellos hemos conseguido metas que hace poco tiempo creíamos inalcanzables, lo que viene a certificar que la verdad sigue teniendo mucho peso, a la que se aferran todos los que quieren saber la grandeza de este espectáculo lacerado, en muchas ocasiones por sus propios protagonistas, pero que para ello estamos nosotros en esta tarea apasionante como es explicar los pormenores de todo aquello que huela mal.

Os pido que nadie decaigamos en la misión que nos corresponde; a los colaboradores les pido la tenacidad que han demostrado, la ilusión con la que han rociado sus letras, el sentimiento que nos une a todos con la esperanza de un mundo mejor, en los toros y en cualquier ámbito de la vida. Y a nuestros lectores esa gratitud inmensa con la que nos entregan sabedores de que para ellos trabajamos.

Mucha salud para todos y, ante todo, que no nos falte la ilusión. No somos ricos porque la lotería no nos ha agraciado con la suerte; pero sí seremos siempre inmensamente ricos mientras nos asista el tesoro de la salud. Nuestro respeto para todos, lectores, amigos, colaboradores, e incluso para nuestros detractores porque gracias a ellos se siguen contagiando los demás que, ávidos de la polémica, entre todos han logrado que nuestra casa se haya abierto un hueco en el firmamento de la información taurina.

Y no podíamos olvidarnos de un hombre que, como El Cid Campeador, cinco lustros después de su muerte sigue cosechando éxitos, es el caso de nuestro inolvidable Alfonso Navalón, el que seguimos gozando con sus ensayos que nos regalara en su día y que, ahora, para nuestra fortuna, seguimos publicando con el mismo fervor que él los escribió. Allí dónde esté y junto a su memoria, nuestro brindis más emotivo para que el que fue el más grande de las letras taurinas.

Como diría nuestro amado Pedro Mari Azofra, salud para todos. ¿Existe un tesoro más grande?

Nuestra gratitud más sincera para nuestro compañero Giovanni Tortosa, artista pictórico que, de vez en cuando nos regala sus obras para que las divulguemos por el mundo, como es el caso de este maravilloso lienzo de la plaza de Juan Bravo en Segovia de noche, el que nos ha obsequiado para la ocasión.