Aquí vemos, gracias a la cámara de Andrew Moore la tremenda cogida que sufrió Álvaro de la Calle frente a los toros de José Escolar.

Este diestro ha sufrido en sus carnes una cornada fuerte; digamos que, un festejo y al hule, ¿se puede tener peor suerte? Estos hombres humildes son los que dignifican la profesión de torero porque, ¿entiende alguien que haya habido más cogidas en Céret que en toda la feria de Madrid que, dicho sea de paso, resultaron heridos los humildes, es decir lo que se enfrentaban al toro auténtico?

Álvaro de la Calle, para su desdicha, ha sufrido el drama de lo que supone torear poco y, para colmo, resultar herido. De verdad, ¿merece la pena tanto sacrificio? Se lo pregunto a Álvaro y a otros muchos de sus compañeros que, seguirán jugándose la vida a cambio de nada.