Por Paula Mendieta

El toreo está de luto. Y no por la pérdida de alguien relevante del toro. Está de luto porque el cáncer que lleva matando poco a poco la tauromaquia se va expandiendo cada vez más y lo hace por todas partes.

Es tal la situación enfermiza que no existe ya remedio ni tratamientos como tampoco quimioterapias que frenen a ciertos empresarios cancerígenos y profesionales de quemar los sueños y las ilusiones de los que, a la postre, darían vida y frescura a la tauromaquia en un futuro.

Aquellos que se conforman y viven bien viendo a los mismos figuras de siempre en los mismos sitios y en los mismos carteles. Con las mismas ganaderías y claro, sobra decir que casi todos ellos en contra de aquel encaste minoritario. Hasta tal punto está llegando esto que probablemente dentro de bien poco, ganaderos como Antonio Miura, Victorino Martín, Carlos Aragón Cancela tengan que descolgar el teléfono para que maten sus toros.

Hoy será el entierro de un novillero que dio la vida por hacerse un hueco en este mundo de intereses y negocios. Y digo entierro porque han ido enterrando poco a poco todo el trabajo y los sueños de un chaval que ha terminado por cansarse y decidir su retirada inminente de los ruedos.

Ignacio Ruiz entró en la escuela de El Juli en noviembre de 2008. Debutó como becerrista el 31 de agosto de 2010 en Sacedón con becerros de la ganadería de Saboya. En 2012 cortó un rabo a un novillo de la ganadería de La Campana de Aldeanueva. Su debut con picadores fue en Torres de la Alameda, su localidad, el 5 de octubre de 2013 en una novillada de Casasola. El 14 de febrero de 2015 se proclamó triunfador del certamen realizado en la escuela.

Ha matado un total de 24 novilladas en plazas como Málaga, Tielmes, Guadarrama, Navacerrada, Soto Del Real, Fuentidueña del Tajo (…) y ganaderías como Baltasar Iban, Pablo Mayoral, El Tajo y la Reina, Santiago Domecq, Montealto, Los Maños, Angel Luis Peña(…)

«Esto se remonta hasta el año 2015 cuando yo gané el certamen de la escuela … ahí empezó más o menos. Esto fue febrero y estuve prácticamente hasta junio haciendo campo todos los fines de semana y entre semana junto a Adrien Salenc, Gardel, Francisco de Manuel, Jesus García … jandilla, capea, mayalde, sanche de león, Vicente Ruiz … ese año mate 11 novilladas sin caballos, pase por el camino hacia las ventas y quedé triunfandor de beziers sin caballos ( en ese momento estábamos todos sin caballos ) al finalizar ese año tuve problemas personales y me hizo desilusionarme mucho estuve dos meses sin coger una muleta, quería dejarlo por primera vez, empecé a entrenar en febrero de la mano de Fernando Adrian y yo cada vez estaba más distanciado de la escuela, me siguieron dando cancha pero yo sentía que no era como antes … salenc debutó en junio y Gardel en septiembre , yo sentía que me quedaba estancado pero quería convencerme de que había que tener paciencia y que iba a llegar mi debut, ellos con apoderado y yo sin nadie a mi lado que me hiciera las cosas … el 2016 no lo terminé mal del todo y en el 2017 me puse por primera vez delante en una tapia de Javier Cortés en castillejo el 4 de abril, un par de tapias más y el 14 de mayo me preparé una fiesta donde toree dos toros en la morera, invité a muchísima gente del toro junto con José María plaza que siempre ha estado a mi lado… no me hicieron ni caso, vinieron Ignacio López hermano de Juli y Sergio Marin. Una vez pasado esto empecé a moverme y a intentar hacerme el debut pero fue imposible y mira que toqué sitios, no me volvieron a hacer ni caso y en todos los sitios sin dinero, no podía permitirme pagar por torear aunque sé que otros si lo hacen … seguía sin tener a nadie a mi lado nada más que a Fernando en los entrenamientos, desde mayo la siguiente vez que toree fue en zarzalejo el 8 de septiembre una novillada que me hizo Raul Mateos y jesus Aguado, durante ese verano empecé a trabajar algunos días en el sector de la fontanería, luego varias capeas por los alrededores como Arganda, Torres, Valverde … y mi última novillada en Guadarrama el 5 de octubre, fríamente lo pensé en noviembre y decidí que era mejor dejarlo. El día que di el paso recuerdo como se me caían las lagrimas al pasear con mi perra por un camino …

Yo me fui desinflando poco a poco porque veía que no iba a tener a nadie a mi lado y que no me iban a hacer las cosas y pasaba el tiempo y seguía sin avanzar.

Mientras veía a compañeros míos con los que toreado sin caballos que ya estaban con caballos o eran matadores de toros.

Luismi Ortega fue la única persona que estuvo en las duras y en las maduras…»

El toreo está de luto. Hoy ha sido Ignacio Ruiz, mañana será otro y pasado otro. Ya no quedarán ataúdes donde poder enterrar la cenizas de un tiempo glorioso, donde se pudo disfrutar de una profesión que a día de hoy están destruyendo, convirtiéndolo a su paso en un negocio sucio y letal: «Tuve una anécdota con un empresario que organizaba novilladas sin caballos y es que en 2016 también toree dos toros e invité a gente para que al menos me viese como andaba e intentar que alguien me pudiera ayudar, llamé a un empresario y le mandé mi invitación para que viniese a verme, le expliqué mi situación y todo y no tuve ni respuesta ni nada, no me devolvió las llamadas que le hice y tampoco me contestó ni un Watsshap. A este mundo le falta de todo… hay muchos tunantes y gente que mayormente se mueve por el interés».

Triste situación la que vive el toreo a día de hoy. Triste la despedida de un futuro distinto, de nuevos aires, de frescura y juventud: «Yo siempre diré que he dejado de torear pero no de ser torero o al menos de sentirme … ahora mismo sigo trabajando en la fontanería, gano un sueldo, tengo mi caballo y mis hobbies pero los toros no se van de la cabeza, para volver puedo decir al 100 por 100 de que no volveré… salir a un toro en un capeó o ponerme delante de una becerra es inevitable».

A partir de hoy en su lápida se puede leer que «una retirada a tiempo también es vencer»

Hoy doy el pésame a un vestido de luces, a una montera, a unas manoletinas, a un capote, a una muleta…

Que descanse en paz.

 

Fotografia Victor Saez