Es sorprendente los carteles que se han confeccionado en Chota, Perú, una de las ferias de mayor relevancia del país andino en que, posiblemente, tras la capital, Lima, Chota sea el punto de referencia si de toros hablamos allende los mares para recalar en Perú. Entre los diestros contratados, destaca sobremanera la presencia de Manolo Escribano que torea dos tardes en dicha ciudad. El diestro de Gerena habrá pensado, si no tengo toros en España, me voy a Chota, actitud muy digna de su parte pero que, si somos sensatos, el hecho referido dice muy poco del empresariado taurino español.
Cuidado que, no estamos hablando de un principiante, ni tampoco de nadie que acuda a Perú en busca de mejor suerte, no. Se trata de Manolo Escribano que, si desde siempre le tuvimos como un héroe, tras su paso por Sevilla, su condición, como tal, se ha incrementado muchísimo. Recordemos que, Escribano actuó en La Maestranza con los toros de Victorino Martin, su primero le hirió con saña, se dejó operar en la enfermería con anestesia local para salir a matar el último de la tarde que, en la faena más épica que le recordamos, malherido y destrozado, hasta se fue a la puerta de chiqueros para esperar a su enemigo, puso banderillas, enloqueció a los aficionados con la muleta y, tras una estocada, cortó dos orejas justísimas. Ocho días más tarde volvió a Sevilla para matar los Miura con los que estuvo a la altura de lo poco que ofrecieron los toros de Zahariche.
Tras aquella epopeya inolvidable, que sepamos, Escribano tiene firmada la tarde que ya tenía escriturada en Madrid, Burgos y Alicante, no hay nada más. O sea que, en dos meses a la vista, el héroe por antonomasia tiene firmadas tres corridas de toros y, para colmo de los males, hasta sospecho que mucho tiene que ver -pese a lo poco que ha logrado en cuanto a contratos- su actual apoderado, Alberto García que, intercambiando cromos, entendemos que a lo largo de la temporada podrá proporcionarle algún que otro contrato más.
Los hechos vienen a demostrar que, durante el mes de julio, Escribano está carente de contratos, de ahí que a finales del mes citado coja sus bártulos para irse a Chota con tal de sumar dos actuaciones más puesto que, si de dinero hablamos, recordemos que estamos mentado a Perú, un país pobre por designio de sus malditos gobernantes, lo que nos pasará aquí dentro de cinco minutos.
Claro que, el veneno que tienen los toreros dentro de sus cuerpos si de torear se trata, se trasladan allí donde fuere, donde se les reclame y, como Manolo Escribano, lo primero es sumar festejos y de dinero ya hablaremos si llega el caso. Triste su caso ¿verdad? Cualquiera siente pena ante las desigualdades que se cometen en el mundo de los toros en que, como se demuestra y he dicho millones de veces, como los demás no quieran ya puedes jugarte la vida que no servirá para nada, al menos, para casi nada. ¿Acaso no es Escribano el paradigma de todo lo que digo?
Como dije, todos tenemos en la mente la apoteosis de Manolo Escribano en Sevilla; todos, menos los empresarios. Tiene guasa la cosa ¿verdad? Y, cuidado, que estamos hablando de un torero que esgrime la verdad por encima de todo, su entrega es absoluta, sus proezas son indescifrables y, al final, suerte que tengas que el saber poco te vale.