Se anuncia para el próximo 23 de marzo en Almendralejo una corrida de toros que, sobre el papel, se trata de un cartel estrella y, mucho más, que ello ocurra en un pueblo es muy de agradecer. Tenemos a Morante, Emilio de Justo y a Juan Ortega. ¿Se puede pedir más? ¡Seguro que no! Es más, de vivir cerca de Almendralejo, muchos seríamos los aficionados que venderíamos hasta el colchón para ver semejante festejo. Como explico, a cualquiera se le abre el corazón al pensar que, en dicho evento puede darse cita el arte puesto que, tres grandes artistas trenzarán el paseíllo con semejante ilusión.
Claro que, como suele ocurrir en semejantes solemnidades, corrida de expectación, corrida de decepción y, eso es muy previsible que ocurra en el festejo aludido. Fijémonos que, ante un cartel como el antes expuesto, a todos nos gustaría ver a dichos diestros frente a una corrida de pueblo, pero encastada; no pedimos elefantes para ningún festejo, pero sí la dignidad del toro que, en definitiva es el gran componente para que el festejo sea todo un éxito.
Estoy haciendo la crónica con tres meses de antelación y, lo más sangrante del asunto es que acertaré por completo. Se trata de un acontecimiento bello, es cierto, pero previsible lo que nos viene a certificar que no existe misterio alguno; como explico, podemos adelantar todo lo que sucederá y ese es el cáncer de la fiesta de toros. Digo todo esto a sabiendas de que en dicha acontecimiento se lidiarán toros de Juan Pedro Domecq y, por ahí nace el dislate.
Como quiera que se trata de un pueblo, Almendralejo, los bicornes de Juan Pedro Domecq poca gloria aportarán a esta celebración que, los aficionados de la localidad esperan con tremenda ilusión; y tienen razón pero, cuidado que, el hombre compone y el toro descompone y, lo hace mucho más cuando sabemos la clase de ganaderías que se lidian en cada lugar y, en este festejo, además de no haber nada de misterio, tenemos la certeza de que los animalitos del ganadero de Lo Álvaro serán terciaditos, sin apenas fuerzas, incluso hasta es posible que salga alguno santificado pero que, en definitiva, apenas quedará huella alguna tras la celebración citada.
Si somos sinceros debemos de reconocer que, más que una solemnidad de la que antes hablaba, se trata de un entrenamiento para las figuras de cara a la próxima temporada, es decir, antes de que empiecen las grandes ferias. No es menos cierto que, este tipo de ferias, Almendralejo, Olivenza, Illescas, Valdemorillo y demás festejos que puedan darse en otros pueblos, en definitiva no es otra cosa que una puesta a punto, un rodaje para que los astros de la torería, llegado el caso, se encuentren preparados para eventos de mayor magnitud.
Puesto que hablábamos de casta, el cartel antes aludido podría haber sido el mismo en cuanto a toreros, incluso con toros de la misma sangre que los de Juan Pedro, en este caso de Fuente Ymbro. Cierto es que, con los de Juan Pedro se sabe que saldrán, además de ínfimos y sospechosos de todo, los de Ricardo Gallardo suelen sacar motor, casta, incluso bravura….pero esos son los elementos a los que les huyen despavoridos las figuras del toreo. De alguna manera, esta es la crónica anunciada de un festejo que tendrá lugar dentro de tres meses. Pero tampoco hay que ser muy listo para acertar de lleno ante lo que vengo pronosticando.