Otra vez cinco de la madrugada, otra vez me decido a ponerme frente al blog a escribir porque a veces me asaltan pensamientos,  sentimientos, inquietudes, una especie de musa me empuja y me dice al oído guiada por el corazón, «dilo», «hazlo», «escríbelo», a lo mejor no está todo perdido, quien sabe si a lo mejor alguien posa su vista en este relato, lo lee, se identifica con algo de él y se dice yo puedo hacer algo de lo que aquí se expone, por soñar que no quede y por escribirlo tampoco.

Si tan solo consigo que quien lea esto se identifique y piense en esto estoy de acuerdo, ya habré conseguido algo, ya habrá merecido la pena escribir a las cinco de la mañana.

Ayer fue un día que me dio por pensar cosas que ahora voy a contar aquí.

Me dio por pensar que es una pena la inversión económica tan fuerte que se hizo en su día en construir la plaza de toros de Móstoles ciudad donde vivo y ahora esté abandonada a su suerte, plaza donde no se monta ningún festejo taurino, plaza donde por capricho de alguien del ayuntamiento prohibieron la entrada a los profesionales taurinos, aquí entrenábamos gran cantidad de toreros de esta ciudad y de municipios cercanos.

En dicho ruedo entrenábamos muchos toreros que le hemos dedicado al toro prácticamente casi toda nuestra vida, aquí entrenábamos hace unos cuantos años, «Los Fundi», «El niño de la taurina», David Mora, Rodolfo Núñez, Vicente Montes (D. E. P.), Manolo Osuna (D. E. P.), Vicente Yestera, «El Boni», Carlos Ávila, «Chocolate», Antonio Cantillo, Manolo Deliz, Sastre, Parralo, Jorge, De la Vega, C. Ramírez, «Niño Pozuelo», Mario Montes, mi sobrino por entonces novillero y en la actualidad matador de toros venía algunas veces desde el pueblo serrano de Galapagar y bastantes más que frecuentaban de vez en cuando la plaza, pero casi todos los mencionados y posiblemente algunos más que se me hayan escapado de la memoria entrenábamos casi a diario en la plaza de toros de Móstoles.

Cómo comprobará el estimado lector de este blog, Móstoles, tenía vida taurina, también aparecían buenos aficionados y toreros retirados a vernos de entrenar e incluso algunos como el maestro Curro Montes y «Romerito» que había sido novillero en esta localidad y que tras retirarse del mundo del toro había conseguido hacerse transportista y gozar de un buena flota de camiones, Julián de Mata que en gloria esté, entrenaban con capote y muletas como si aún estuvieran en activo.

Aquellas ilusiones no las mataron pues por orden de algún político local nos cerraron la plaza.

A unos cuantos en cierto modo ya no nos perjudica en cuestión del entrenamiento porque no necesitamos de esas instalaciones para seguir yendo hacer deporte a otros sitios, pero si perjudica a los toreros locales y de los alrededores que siguen en activo, caso por ejemplo del novillero local Mario Montes que tiene que bajar a Madrid para poder entrenar con otros compañeros.

Que ratos más buenos pasábamos, metidos en nuestro mundo, rodeados de toreros, cada uno entrenando a nuestro aire, todo era torería y pura afición.

Personalmente tengo muy gratos recuerdos de aquellos años, que ilusión de ir a entrenar a un sitio donde estabas rodeado de buenos toreros y compañeros, jamás mis ojos vieron allí una pelea, si vieron gente sacrificada y entregada a la profesión de torero en cuerpo y alma.

Allí se respiraba torería y respeto entre compañeros.

También se pasaban por allí algunos buenos aficionados como Enrique, Javier que trabajaba en banca, Félix López que en su día intentó ser Torero y siempre ayudaba algún chaval que empezaba, et.

Había buena armonía y buen ambiente entre nosotros, no así por parte de algún empleado del ayuntamiento que de vez en cuando nos cerraba la plaza poniendo cualquier excusa, por ejemplo cuando llegaban los días de festejos taurinos en ocasiones nos cerraban la plaza 15 días antes con el pretexto de que era para acondicionar el ruedo, el ruedo se puede arreglar en horas no en días.

Por algún motivo extraño en ocasiones hablando claro nos puteaban.

En esta plaza de Móstoles han toreado en otros tiempos casi todas las figuras del toreo de cada momento, «Antoñete», Curro Vázquez y Cristina Sánchez en el año 1999 por ejemplo, también por aquí han pasado toreros como Jesulín de Ubique, Finito de Córdoba, César Rincón y toda la flor y nata del escalafón, si líneas atrás critiqué lo que no se hizo bien con nosotros también quiero resaltar en lo que sí acertó tiempo atrás algunos de nuestros antiguos gobernantes de la localidad, tuvieron muchas veces el detalle de contar con los toreros de aquí, sobre todo con los novilleros, también yo agradezco que tuvieran conmigo el detalle de ofrecerme la alternativa.

En la actualidad en Móstoles, no se dan corridas de toros, ni novilladas, sólo algún encierro y algún concurso de recortes.

El ruedo, exceptuando cuando se va a celebrar algún evento, está totalmente abandonado.

Podían volver a dar funcionalidad a la plaza que para eso la construyeron, podían crear puestos de trabajo habilitando los soportales de la plaza construyendo tiendas, bares y comercios como en otras plazas por ejemplo Navalcarnero, Moralzarzal o Leganés.

Aquí en la plaza de Móstoles ya no se respira aquel ambiente taurino, ojalá algún día vuelva a renacer por el bien de aficionados y toreros.

Julián Maestro, torero