VA POR TI. Capítulo XX. La resignación
Candelita quedó anonadada tras leer la carta que su amiga le había entregado. No, no era posible, se repetía en su interior. El llanto se apoderó de ella y tuvo Luz que consolarla. Es cierto que, ante aquel panorama, consuelo quedaba poco, sencillamente porque la pobre Candelita había creado en su interior una ilusión tan