Al margen de los toros: Boludos computados
Mi sorpresa de hoy ha sido mayúscula cuando me he desayunado con la terrible “tragedia” de que ayer, durante siete horas, dejaron de funcionar las malditas redes sociales, esas que han llevado a la sociedad al abismo en el que nos encontramos. Decían los rotativos que, cientos de miles de personas sufrieron ataques de histeria