Como sabemos las fuerzas políticas de izquierdas así como los separatistas, todos denigran la fiesta de los toros alejándola de la misma cultura que la dicha fiesta emana. Es decir, para todas estas gentes absurdas los toros jamás han sido sinónimo de la cultura de España cuando, como es notorio, la fiesta de los toros es un manantial de cultura desde tiempos inmemoriales. Un espectáculo acaba obteniendo el rango de cultura cuando éste, caso de los toros, es admirado y ponderado por las gentes más sabias del país y, los toros, como sabemos, desde tiempos ancestrales han sido aplaudidos por la elite de los hombres sabios de España.

La manifestación cultural que los toros provocan, han logrado que a lo largo de la historia repararan en dicha fiesta pintores, narradores, escultores y demás especímenes del ramo cultural puesto que, dicha manifestación es algo subyugante. Miles de libros se han editado sobre la tauromaquia; miles de lienzos han quedado esculpidas por los museos del mundo y, pese a ello, los descerebrados siguen negando dicho arte. Como mostramos en la foto publicada, entre otros, Goya fue un gran precursor y defensor de la tauromaquia de España.

Ahora, desde hace años, los progres de nuestro país le llaman arte a lo que esencialmente son bodrios cinematográficos, caso de la última película de un tipo llamado Almodóvar en la que se autorretrata y bautiza a dicha película como Dolor y Gloria. Se trata de un film anunciado a bombo y platillo por las televisiones basura y, craso error el mío el que cometí acudiendo a ver dicha película que, como colofón final, rezaba el siguiente parrafito. Esta película ha sido financiada por el Ministerio de Cultura y, sales del cine vomitando. ¿Y a esa porquería le llaman cultura? Así es y, lo hacen los mismos que denostan y destruyen la propia tauromaquia. Seguimos financiando mariconadas al más alto nivel y nadie repara en ello; es decir, nadie protesta ante el hecho de que de nuestros impuestos se financien bodrios repugnantes; claro, para la izquierda, todo lo que huela a mierda es aplaudido.

Si hablamos de cine español, por ejemplo, Volver a Empezar, la película galardonada con el Oscar en Estados Unidos en el año 1982, la que dirigió José Luís Garci, eso sí es una obra de arte llevada al cine, pero comparar a Garci con Almodóvar es un pecado mortal, por no decir epítetos más sangrantes y, para colmo, Volver a Empezar no la financió nadie, salvo el bolsillo de su productor. O sea que, los bodrios repugnantes de Almodóvar les damos el calificativo de obra de arte, los financiamos los españoles y para colmo nos quieren destruir la fiesta de los toros. Por mal camino vamos y en peores manos estamos.

Al margen de la cultura que provocan los toros, sus manifestaciones culturales de toda índole, nuestra fiesta admirada jamás ha recibido un solo euro del Estado español mediante ese puente llamado Ministerio de Cultura; primero porque no creen en la cultura de los toros y, acto seguido porque esa fiesta que tantos malditos quieren destruir es la que aporta a las arcas del Estado, anualmente, cientos de millones de euros para que con ese dinero se financien mariconadas que no interesan a nadie. Pero así es la sociedad en que vivimos; anuncian una película por la televisión y, hasta un memo como yo entra al trapo, acude a la sala para ver la película para salir de la misma con un disgusto considerable. Eso sí, mientras el Ministerio de Cultura siga financiando películas como la del aberrante Almodóvar, así nos lucirá el pelo. El Estado español no tiene dinero para construir geriátricos que tanta falta hacen en la sociedad en que vivimos puesto que, nuestra población envejece de forma considerable y, como prioridad, debería de construirse los geriátricos aludidos; pero no, para eso no hay dinero pero para financiar a Almodóvar, para eso que no falte.

Pla Ventura