Mucha gente del toro, junto a una gran cantidad de anónimos, quiso acompañar a Victorino Martín Andrés en su último adiós, que le dio su familia. Sin embargo, este adiós será un hasta siempre, porque siempre estará presente en nuestra memoria, y allá donde quiera que salga un toro bravo… Esta es una pequeña recopilación de las declaraciones de toreros, ganaderos y empresarios.

Todos recordamos, habiéndolo vivido o no, aquel mágico 10 de agosto de 1969, cuando “Baratero” encumbró a Andrés Vázquez y a Victorino… El zamorano recordaba su meritoria labor, ya que de la nada creó una ganadería que es la más importante de las últimas décadas. Esto lo logró a partir de aportar, según Vázquez, verdad y autenticidad. Otro torero, muy vinculado a la casa ganadera, pues, tal como afirmaba, ambos habían recorrido juntos cuarenta años: Francisco Ruiz Miguel. El gaditano, que recibió la noticias entre sollozos, resaltó del legendario ganadero la voluntad que siempre tuvo por mantener ese toro que creó. Recordó, como no podría ser de otra forma, aquella tarde de junio de 1982…

Junto a Paco Ruiz Miguel, otro torero que se encerró en Las Ventas con seis del hierro, Roberto Domínguez, lo definía indudablemente como uno de los personajes más importantes de la Fiesta contemporánea. El vallisoletano no tiene ninguna duda de que el toro de Victorino Martín Andrés es un tipo único, procedente de un encaste complicado, al que él añadió su propia personalidad. Además, resalta su astucia por crear el toro que la Fiesta (la afición) demandaba, conjugándolo con otros del agrado de los matadores. Por su parte, José Antonio Campuzano describe a Victorino como extraordinario, por su forma de pensar, de sentir, de ser y de crear una ganadería con identidad propia. Señalando que su éxito estuvo en saber promocionar y defender al rey de la Fiesta: el toro.

Triunfos más recientes cosechó Raúl Gracia, “El Tato”, como aquel con “Veraniego” en la Real Maestranza de Sevilla… El maño lo relacionaba, sin ningún atisbo de duda, con la integridad y la emoción, lográndolo mediante el retorno del protagonismo fundamental al toro. No dudaba, tampoco, en nombrarlo como el ganadero más trascendental de su carrera. La historia de la tauromaquia, y de esta casa ganadera, no puede desvincularse en los últimos quince años de Manuel Jesús, “El Cid”: Madrid, Sevilla y Bilbao, por destacar algunos de los lugares, donde aún se oyen los “oles”. El sevillano afirmaba, tras reconocer que la noticia le había sentado como un jarro de agua fría, que el galapagueño había marcado una época en la ganadería brava y en el mundo del toro. Fue la vacada que lo puso arriba, en sus momentos más complicados. A modo de anécdota relataba que Victorino disfrutaba cuando las vacas ponían a los toreros en apuros, en los tentaderos.

En representación del campo bravo, Adolfo Martín, sobrino del llorado ganadero, calificó a su tío como irrepetible, muy trabajador, listo, inteligente, tenaz. Afirmó que toda la familia trabajó por defender la Fiesta de los toros peleando por un toro auténtico, encastado. Lo encumbró, Martín Escudero, en el podio de los ganaderos del siglo pasado y de lo vivido del presente. Otro ganadero, cuyo apellido está indisolublemente vinculado a la historia de la Tauromaquia, Antonio Miura, reconocía la huella que entre los ganaderos dejó Victorino. Además, indico el excelente referente que Victorino Martín Andrés es para cualquiera que haya emprendida o emprenda la aventura en el campo bravo. Como enamorado de su ganadería y persona que vivía por la ganadería lo definió Ricardo Gallardo. El gaditano cree que su mayor mérito residió en que solo se debió a su público, jamás dependió del sistema. Concluía: lo que ha conseguido en la Fiesta, que ha sido tantísimo, lo ha conseguido él solo.

Dos casas empresariales que siempre contaron con el “Paleto”, los Lozano y los Chopera, también quisieron despedirse de él. José Luis Lozano lanzó su opinión personal acerca de Victorino Martín: ha sido el ganadero de más fuerza que ha tenido la historia. Según el toledano la clave de su éxito recayó en que él era un defensor de su ganadería, la entendió perfectamente, lo que no cabe duda es que triunfó con sus ideas y las llevó hasta el extremo. Por su parte, Manuel Martínez Azcarate comunicó la consternación de su familia, por la gran relación de amistad existente. Desveló el motivo por qué siempre contó la familia donostiarra con el madrileño: ha sido un ganadero que siempre ha puesto en valor el toro bravo. Recordó que, junto a Miura, es la ganadería de Martín Andrés la que más veces ha lidiado en Bilbao…