El flamante presidente de la Comunidad Valenciana tiene un reto importante, una tarea que no debe de olvidar y, a ser posible, más pronto que tarde, tiene que llevar a cabo. Lo dicho no es otra cosa que la restauración en el canal televisivo de Valencia de los espectáculos taurinos. Carlos Mazón dijo en su programa electoral que sería el presidente de todos los valencianos y, ante todo, ya debemos de atribuirle un logro hermoso, que haya desaparecido el impuesto de donaciones y herencias, lo que suponía una desdicha para el pueblo valenciano como, a su vez, el de todas las comunidades donde sigue reinando el maldito impuesto donde te pasas la vida pagando y, si le dejas una herencia tus hijos les haces unos desgraciados porque vale más el impuesto que el inmueble heredado.

Entiendo que, tres “minutos” después de haber llegado a la presidencia no puede solucionarlo todo pero, los toros deben de estar en su agenda, al contrario de lo que hizo el apestoso sociata Ximo Puig que, además de imponer el puto valenciano en los colegios, prohibió por completo que su televisión, la que él montara para darse bombo y platillo, dieran el más mínimo reportaje de toros y, no hablemos de la retrasmisión de festejos en abiertos como antaño sucedía en Canal-9.

Canal-9, por cierto, un canal que se abrió para darse propaganda los sociatas de turno  y que, de forma lamentable, Carlos Fabra, cuando ejerció como el primer mandatario de la comunidad valenciana tuvo que clausurar porque, muy pronto comprendió que aquello era un nido de víboras puesto que, además de periodistas formados como Dios manda, la mayoría de la plantilla de aquel ente televisivo eran amiguetes de los sociatas, hasta el punto de que dicho canal tenía más plantilla que la propia televisión española, TVE. Yo no digo que cierre ahora Carlos Mazón,  A-Punt, como se llama el canal, pero sí que lo utilice para darle cabida a todos los espectáculos que aquellos cabrones habían prohibido, entre ellos los toros que, para bien o para mal, son un referente en toda la comunidad.

Eso sí, mientras el cafre de Ximo Puig decía que no se daban toros por la televisión porque no había presupuesto, el muy indeseable se construyó un despacho en Alicante, justamente en lo que era el antiguo edificio de Correos con toda la parafernalia que pueda existir en el mundo. Sí, son muchos los sociatas indeseables que, con el dinero de los demás construyen pirámides si hace falta, al tiempo que prohíben todo aquello que no les gusta y, los estúpidos de los votantes que lo sigan haciendo.

Insisto, Carlos Mazón debe de buscar la fórmula para que, en la próxima temporada, los toros tengan cabida en nuestra televisión porque, como ejemplo de dichos canales, tenemos a CMM, Canal Sur, Tele-Madrid, Canal Extremadura, Canal Castilla-León que, todos, a su manera, defienden la fiesta de los toros, la propagan, la difunden y la viven como algo propio, cosa la más natural del mundo porque, tras cada retrasmisión, como ahora se miden las audiencias como se podría medir cualquier objeto, dichas mediciones dicen que los toros alcanzan cuotas de audiencia que ningún otro programa consigue.

Al margen de todo, además de satisfacer la ilusión de cientos de miles de valencianos amantes de los toros en todas sus variantes, Mazón cuenta con un apoyo importantísimo a su lado, nada más y nada menos que Vicente Barrera, el que fuera afamado matador de toros de Valencia, motivo con el que sería más que suficiente para implantar de una vez por todas las retrasmisiones taurinas en nuestra comunidad.

Recordemos que, si de mandatarios hablamos y los relacionamos con los toros, precisamente un sociata nos está dando lecciones al respecto, algo que debería de avergonzarnos a todos. Se trata de Emiliano García-Page que, como sabemos, en calidad de Presidente de Castilla-La Mancha, su comunidad es la que más festejos retrasmite del mundo en abierto. Por cierto, como pudimos saber en su momento dado que hoy se sabe todo, García-Page ganó las elecciones en Castilla-La Mancha gracias a los votos de cientos de miles de aficionados que, además de respaldarle por su buena actitud como político, fueron los aficionados a los toros lo que le salvaron de la hecatombe socialista que se produjo en las elecciones del 23 de julio. Pensemos, entonces, hasta qué punto son importantes los toros, como digo, hasta para ganar unas elecciones. Ojo al dato, Carlos Mazón. Y si le queda alguna duda que le pregunte a Vicente Barrera, o a José Luis Benlloch y ellos le dirán la importancia de los toros.