Me gustaría saber quién decide al respecto de las retrasmisiones de festejos en el canal One Toro puesto que, lo de ayer rayó en lo más absurdo que nadie pueda imaginar. Me pareció fantástico que televisaran la corrida torista de Madrid, algo que nos emocionó a todos los aficionados pero, que acto seguido programaran la retrasmisión de una corrida en Cinco Villas, allá por tierras aztecas, aquello me olía a cuerno quemado y, para mi desdicha, una vez más acerté. ¿A quién se le ocurre televisar una auténtica corrida de toros de Madrid, que fue la admiración de todos los televidentes, para acto seguido, parodiar esa fiesta que cinco minutos antes nos había emocionado?
Yo tenía la mosca detrás de la oreja y, me picó, dicho en metáfora; es decir, acerté en mi presagio porque lo de Cinco Villas me parece muy bien que lo monten para reírse de los poquitos aficionados que allí acudieron pero, que a tal parodia absurda y sin aliciente alguno le den cobertura mundial, eso es un desacato en toda regla; lo siento por los aficionados que, la empresa su burló de ellos como ocurre en España tantas veces pero, los aficionados españoles no tenemos culpa de tal desaguisado y, ni maldita falta hacía que nos invitaran a semejante esperpento. Si comparamos dichas retrasmisiones es como si nos hubieran dado jamón de jabugo como aperitivo en la corrida de Madrid y chuletón del bueno para la comida y, para hacer la digestión que nos dieran aceite de ricino para poder ir al inodoro.
Al ver la salida del primer toro de José Julián Llaguno me quise morir. Son como los de Juan Pedro pero más chicos y aborregados y, para colmo, como si la cosa no fuera con ellos, un tal Héctor Gutiérrez, hasta regaló un sobrero; vamos, como si no hubiésemos tenido bastante y tuviéramos más ganas.
Pese a todo, yo estaba esperanzado ante un torero llamado José Mauricio que, antes de la pandemia pudimos ver por televisión sus actuaciones en La México y, vaya pedazo de torero, nos encandiló en dos actuaciones memorables y, lo que es mejor, enfrentándose a enemigos de mucha entidad y, el Mauricio de Cinco Villas nos pareció un pelele adulterado como sus compañeros que, como ocurre aquí en las corridas de figuras no se cansan de dar pases hasta la extenuación; vamos, un calvario en toda regla. Ahora ya comprendo los motivos por los que la Fiesta, en México –hijos de puta políticos al margen- está herida de muerte. Lamento decirles a los mexicanos que, con festejos como el citado no necesitan más enemigos puesto que, sus protagonistas son los más acérrimos enemigos de la fiesta. Los que se burlan de la fiesta de ese modo, todos deberían saber que, aquí en España tenemos un jabato mexicano como Isaac Fonseca que, además de jugarse la vida frente a toros de verdad, cada tarde hace el toreo más puro.
Deseo que reine la cordura en el canal citado y que nos eviten un bochorno como el citado que, para colmo, aquello no se acababa nunca y, al día siguiente teníamos que ir a trabajar. Se agradecen mucho las retransmisiones y, mucho más sin son en Madrid en la que, como ayer, reinó el toro en todo su esplendor, resultados de los diestros al margen. Ver al toro íntegro eso no tiene precio; contemplar con el corazón apretado como unos hombres se juegan la vida de verdad, eso es motivo de agradecimiento pero, por favor, que no cometan osadía como la de ayer de la que, por supuesto, por poco, lo de Cinco Villas casi nos borra de la mente el recuerdo hermoso que teníamos de la corrida de Madrid.
Por cierto, repito una vez más, One Toro no puede darse ese autobombo que cada día se proclaman ellos mismos; es cierto que, televisar los festejos me parece un acto hermoso, pero en cuanto al contenido de su página Web, sigue siendo un esperpento. ¿No sabrán ellos que cualquier página puede albergar todo el contenido que quieran y mucho más? La tecnología, al respecto, ha avanzado hasta donde queramos llegar. Lo digo porque, es muy pobre su contenido; pobrísimo, bueno, yo diría que un ridículo de espanto. ¿Dónde están las mil horas que anuncian de contenido en dicha Web? Vamos que, los que no fuimos a la escuela, sumar sí sabemos y, quizás sea esa nuestra desdicha saber sumar porque si no supiéramos, ese disgusto nos lo ahorraríamos. Una empresa que acomete la tremenda tarea de retransmitir festejos taurinos, más tarde, en su página Web no puede dar sensación de ridículo y, One Toro es un esperpento permanente a este respecto.