Dese hace algunos años, como si de un presagio fatal se tratare, muchos seres humanos se convierten en víboras sanguinarias y, lo que es peor, anidan en el mundo de la política para destruir, con su picadura mortal todo aquello que encuentren en su camino. Parece que vivimos una película de ciencia ficción pero, es una fatal realidad la que nos acompaña puesto que, los personajes, llamémosle víboras como antes dijimos, que anidan en la política, todos de izquierdas amantes del comunismo, predican una doctrina que no practican. Lo explico. Ellos saben que el número de borregos que existen en España es infinito, por ello les cuentan milongas que, los pobres ignorantes les creen y, lo que es peor, les votan, sin percatarse, eso sí, de que todas las víboras citadas viven en mansiones que por supuesto no han ganado con su trabajo ni el menor esfuerzo.
Yo quisiera que alguien me dijera que un político de izquierdas en el gobierno de la nación ha hecho algo por los ciudadanos. Eso es imposible. No ha tenido lugar, por tanto, nadie me lo puede certificar. Eso sí, lo que hacen es criticar a todos los gobiernos autónomos que, entre otros actos criminales de la izquierda, dichas comunidades regidas por la derecha, han eliminado el impuesto más criminal que existía en España, el de sucesiones y donaciones pero, claro, eso es beneficioso para el ciudadano, por tanto, según la izquierda es un hecho deleznable.
Esas víboras son ratas de alcantarilla pero, de mayor tamaño. Es el caso de Francina Armengol, la que ha dejado una huella criminal en Baleares que, por cierto, la derecha lo está enderezando. Pero claro, como es ruin y apestosa, muy pronto se fijó Pedro Sánchez en ella para darle un cargo de relevancia que no es otro que la presidencia del Congreso de los Diputados. Por supuesto, la susodicha, tenía que hacer algo de relevancia y no se le ocurre otra cosa que implantar en el dicho Congreso las lenguas cooficiales de este país que, cada cual, en su comunidad, me parece muy bien que hablen lo que quieran pero, que eso se implante en el Congreso, dicha acción debería ser sancionada por la justicia como otro acto criminal como los que llevan a cabo a diario, recordemos a Irene Montero que hizo una ley para proteger a las mujeres y, la misma ha logrado que la mayor parte de los violadores de este país estén todos en libertad y, los que quedan, dentro de cinco minutos estarán en la calle.
Y a todo eso le llaman progresismo y, tienen razón. Gracias a ese progresismo, dichas víboras viven como sultanes sin dar un palo al agua y, lo que es peor defenestrando al país en el que viven. ¿Acaso Irene Montero, por citar un ejemplo sangrante vive en Vallecas como ella decía cuando era lo que es, un ser maligno sin trabajo hasta que llegó a la política? Ahora, en el Congreso, habrá traductores porque los que allí se sientan no saben hablar en la lengua de Cervantes. Curioso ¿verdad? No tengo ni idea a cuánto ascenderá la maldita inversión que habrá que hacer para tal nefasto menester pero, si lo pagaran de su bolsillo no harían nada. Pero claro, se trata de dinero público, el que si tira sin remisión y el que tenga problemas que se joda. Leía el otro día un informe al respecto del dinero que se dilapida en política y quedé asombrado puesto que, con la cantidad de millones que se dispersan nadie sabe cómo, se podrían construir muchas residencias de ancianos y guarderías que, en definitiva es lo que necesitamos pero, esas víboras antes mencionadas, todos saben que, tras su paso por la puta política que ejercen tienen la vida resuelta, por ello, preocuparse de los problemas de los ciudadanos, para dichas gentuzas es tarea baladí.
Imagino que eso de implantar las lenguas vernáculas de dichas regiones que, además del castellano tienen su lengua particular, pondrán traductores para saber que, si alguien les llama hijos de puta poder entenderlo. Gastos inútiles, ostentación al más alto nivel, dilapidación del dinero público sin orden ni medida y, la que se nos avecina, la hecatombe catalana que destruirá por completo el estado de derecho de los españoles porque la ley quedará sepultada bajo el poder de Pedro Sánchez que, visto lo que vemos, debería de hacer una ley para perpetuarse en el poder para siempre al estilo de Cuba o Venezuela y eso tendría un gran beneficio para el país, no tendríamos que votar jamás puesto que, ahora, seguimos votando y, Sánchez sin ganar elección alguna sigue de presidente del gobierno. Si no votásemos nos ahorraríamos miles de millones al efecto y, el único consuelo que nos quedaría sería, resignarnos como lo hacen los países comunistas.