Están casi cerrados los carteles de la próxima feria de Fallas de Valencia y, de momento, todo huele mal; digamos que, faltan más de tres meses para que se inicie su feria y, el hedor que derraman sus carteles ya nos llega a los aficionados. Una pena, pero así es y, lo que es peor, así seguirá siendo.

Se trata de una feria de figuras en las que ellos no faltan, Morante, Manzanares, Talavante, Castella, Roca Rey dos tardes, Pablo Aguado y Juan Ortega, los dos últimos citados con su lógica inclusión porque pese a todo, siguen siendo novedad, además de dos buenos toreros. Desde luego, si miramos la feria desde el prisma de la inclusión de las figuras, dicho ciclo no puede ser más hermoso pero, ¿qué habéis hecho con Daniel Luque y con Ginés Marín?

Es cierto que, hay un cartel que chirría de mala manera que no es otro que el del día de San José, para desdicha de los valencianos, desde hace unos años, la tarde fatídica de dicha feria en la que por razones que nadie sabemos, apenas nadie acude a los toros en tan emblemática fecha. Hablamos del triunvirato que mencionamos y se trata de El Fandi, que entra en la feria con el lote de Manzanares, Paco Ureña que me parece muy bien que lo pongan y Emilio de Justo, un torero al que no le han dado acomodo junto a las figuras más consentidas y, le incluyen porque lo apodera Alberto García, de otro modo quedaría en la calle.

Han puesto a Román con seis toros de distintas ganaderías, la fórmula perfecta para que quitárselo de encima y que no moleste más. Y ese bodrio que nadie entiende y no hay por dónde cogerle, el cartel con Pablo Hermoso, Morante y Nek Romero, que no es una corrida de toros, tampoco un festejo de rejones y ni siquiera una novillada con tres chavales aspirantes a la gloria; es, como se demuestra, un revoltijo de intereses en que al parecer a todos los viene bien menos a los aficionados, claro está.

Tras todos los avances que hemos visto respecto a la confección de los carteles, solo queda un sitio vacante para un torero determinado pero, es ahí donde quiero incidir, en el hecho de que se quedarán en la calle toreros como Fernando Adrián, que ostenta el record de haber salido en hombros dos veces en Madrid en la pasada feria de San Isidro y, luego, las dieciocho tardes que toreó gracias a la sustituciones. Sin duda, un caso insólito que debería de tener su premio correspondiente. Me sorprende mucho no ver acartelado a Tomás Rufo, algo que me huele a chamusquina. Que no hayan contado en dicha feria con Isaac Fonseca me parece un acto de una crueldad extrema, se trata de un chico joven, hato de triunfar allí donde se le ha llamado, triunfador absoluto en la Copa Chenel y, en la actualidad, cosechando triunfos todos los días en México.

Y, para colmo, si Dios no lo remedia, se quedará en la calle Borja Jiménez, el torero que ha sido la revelación absoluta en la presente temporada ya finalizada puesto que, además de sus éxitos en todas las plazas en las que actuó, dejó un gratísimo sabor de torero auténtico en la pasada feria de otoño en Madrid con un éxito de clamor, tres orejas a tres astados de Albaserrada.

Toreros de los llamados de culto, caso de Diego Urdiales deberían de haber sido incluidos en la citada feria, como algunos más pero, no nos estrujemos más la cabeza, nadie podrá entrar en cartel alguno mientras los viejos del lugar no quieran marcharse, caso de Talavante, Castella que, ambos, no es que no se quieran marchar, se marcharon y volvieron para llevarse lo que pueda quedar en las taquillas. Lo dicho, pobre de todo aquel que sigan pensando que en el toreo se escala por los triunfos, una falacia en toda regla. Si alguien llega a la cúspide es porque otros así lo han decidido. ¿Cómo puede ser posible que el torero más vulgar de la historia, El Fandi, haya sido el diestro que más ha toreado en los últimos veinte años? Matilla nos los podría explicar porque nosotros no tenemos explicación para un fenómeno tan raro.