Tarde de esperanzas en Esquivias para la terna que ya lidió la “Corrida total” en Illescas, en el año 2016. Tres toreros con hambre y faltos de oportunidades. Cristian Escribano (verde oliva y oro) cumpliendo como director de lidia, Noe Gómez del Pilar (blanco y plata) como superdotado en eso de dominar toros y Raúl Rivera (sangre de toro y oro), muy dispuesto en los tres tercios.

Enfrente, toros de Virgen María, ganadería sevillana con divisa celeste y blanca, de procedencia Domecq. Una corrida impecable de presentación, bella y cuajada, pero con más forma que fondo, ya que cada toro ha ido de más a menos. El primero de vuelta al ruedo y el tercero un toro en el que hubo que tocar teclas. Bien en líneas generales, aunque falta algo de fuerza y casta.

Abre plaza Cristian Escribano ante un toro muy serio, corniveleto, hondo y babanudo. Gestor de nombre, con fijeza y motor recibió la lidia requerida. Su embestida fue de gran calidad, y apretó lo suyo en varas, pero durante la faena de muleta se vino a menos al haber podido en una tanda por el pitón izquierdo al espada, que se mostró firme y correcto. Estocadón y dos orejas. Vuelta al ruedo al toro. En su segundo, toro bien hecho y agradable de cara, no hubo nada que hacer, ya que se rajó en tablas y tiró de arrimón, sacando algún muletazo suelto. En el inicio de faena no estuvo acertado en los terrenos del toro y se salió de cacho, pero pasó sin pena ni gloria con este inválido Maleado. Estocada baja y oreja fácil. Mal el público, muy mal.

Luciendo cátedra en faceta de lidiador Gómez del Pilar. Recibo típico a portagayola al toro Manifiesto, quizás el menos bueno de presentación. Un toro noble y algo parado, al que el matador le encontró el sitio exacto. Con mucho mando y colocación le sacó derechazos muy templados en una faena medida, acabando con un arrimón muy acertado. Pinchazo, estocada casi entera y oreja. Salió por toriles un precioso chorreado en verdugo, bien armado y de nombre Jubilado. Todo lo que tenía de faceta, le hacía falta en comportamiento y fuerzas. Nada que hacer por parte de Gómez del Pilar, que aún así consiguió que pasara con ritmo a base de arrimones y colocación. Estocada delantera y dos orejas. Mal el público, muy mal.
Con ganas de torear salió Raúl Rivera, que lució a sus dos toros en el tercio de banderillas. Exigente el primero, llamado Forajido, de bonitas hechuras. El cornúpeta necesitó la lidia que no se le dio por parte del espada, que se vio totalmente desbordado ante una embestida codiciosa y áspera, con emoción, un gran toro si hubiese tenido contrincante, ya que a Raúl le falto mano dura y colocación. Estocada entera y dos orejas regaladas. Y cierra la corrida Decorado, un imponente y armónico toro, que se sintió podido y no necesitó lidia ni mando. Aprovechando esto, el espada dejo algunos detalles de torería y cadencia, pero debe cargar más la suerte a la hora de enganchar las embestidas. Pese a ello, logró un puñado de bellos muletazos con la izquierda, en la que se colocó dignamente. Pinchazo, estocada desprendida y oreja fácil. Mal el público, muy mal.

Cabe destacar que la corrida, a excepción del quinto toro, ha dado un gran juego en el caballo, empujando y reponiendo con poderío. Pero cada toro ha recibido un único puyazo, dejándolos casi inválidos, masacrándolos. Así no se deben hacer las cosas, porque el tercio de varas es la base para conocer la bravura, que es el sostén de la fiesta. En total, nueve orejas, más que excesivas, y seis puyazos. Algo falla, ¡HAY QUE PICAR!

Por Pablo Pineda