Regresando a Cádiz, no todo puede ser malo, a diferencia de lo que se comentó ayer respecto de la Feria del Caballo de Jerez. Sanlúcar de Barrameda ha presentado los dos festejos que compondrán su particular temporada taurina: la Feria de la Manzanilla, en junio, y la corrida Magallánica, en agosto. Dos festejos de muy distinta concepción, pero en ningún caso, yermas de interés. En las veinticuatro horas siguientes a su anuncio, han generado una enorme expectación que, sin duda, se traducirán en buenas entradas y un gran ambiente entorno de las mismas.

El 2 de junio se compone un pata-mano, es decir, un cartel en el que alternarán rejoneador y un matador de toros. No solo se trata de una extraña combinación, también empleada por José Tomás en Granada, sino que supone la conjunción de dos épocas. A caballo hará el paseíllo Pablo Hermoso de Mendoza quien revolucionó este ejercicio ecuestre a finales del siglo XX y principios del XXI. Junto a él, se anuncia Andrés Roca Rey. El peruano está poniendo patas-arriba el cotarro ahora mismo. Es el mayor reclamo en la taquilla, con sus pros y sus contras. Para la ocasión se matarán animales de Fermín Bohórquez y Núñez del Cuvillo. Dos y cuatro, respectivamente. Este formato no es el más acertado. Un mano a mano se concibe únicamente para evidenciar la competencia entre dos toreros del momento. ¿Qué interés y qué competencia puede suponer un torero y un rejoneador que, además, pertenecen a épocas distintas y están en momento diferentes? Ningunos, ya se lo digo yo.

El festejo del 24 de agosto, la corrida Magallánica, alcanza un interés superior al meramente taurino. Hace escasos días el infame Gobierno español renegaba de la hazaña de Magallanes y Elcano. Renunció a defender la hispanidad de la primera vuelta al mundo y a la propia historia de España. Por ello, es un acierto celebrar un festejo taurino, como históricamente se ha hecho, en la conmemoración del quinto centenario del hito. Concretamente, de la marcha del puerto de Sanlúcar de Barrameda de la comitiva. Mi aplauso.

En el aspecto puramente taurino del día 24 de agosto, se anuncia, por primera vez, la ganadería de Victorino Martín en el coso gaditano. El galapagueño siempre que se incluye en un cartel suscita expectación. Así se lo ha ganado la historia y el trabajo de tan prestigiosa casa ganadera, aunque ahora estén en un momento de transición, más o menos, acertado. No obstante, no solo la ganadería reseñada interesa al aficionado, sino también los espadas: Octavio Chacón, Emilio de Justo y Pepe Moral. No hace falta decir nada más. Creo yo.

Desde aquí, quiero felicitar a la empresa, Espectáculos Carmelo García, y desear toda la suerte del mundo. Ahora solo nos falta responder a nosotros.

 

Por Francisco Díaz.