Mario Gómez. Comenzó Pío García Escudero dando la bienvenida al Salón de los Pasos Perdidos del Senado a todos los presentes antes de que D. Miguel Cid presidente de la Asociación Taurina Parlamentaria tomase la palabra y agradeciese la presencia de los premiados así como destacase la importancia de que las instituciones públicas velen por la cultura y protección de un bien cultural amparado por la ley y que recordó que es apolítica.
Destacó el presente y sobre todo la importancia del futuro, para la defensa de la fiesta ante los ataques por parte de algunos colectivos y que requieren una mayor unión de todos los taurinos.
«Frente al animalismo el humanismo», fue el eslogan que el propio Cid repitió, como arma argumentativa para combatir dichas corrientes, para llegar, dijo a «enaltecer la tauromaquia como la manifestación cultural mas brillante del pueblo español».
Tras la lectura del del acta, donde se reconocían los premios a:

Al periodista FERNANDO FERNANDEZ ROMÁN, por su fecunda y dilatada trayectoria en defensa y difusión de la Tauromaquia y sus valores, al escritor D. FERNANDO SAVATER por su elocuente y decidido apoyo al mundo y la cultura taurina, a LA UNIÓN DES VILLES TAURINES DE FRANCE, como ejemplo de gestión y coordinación de los espectáculos taurinos, así como de defensa y difusión de sus valores culturales,a los maestros FRANCISCO RUIZ MIGUEL, LUIS FRANCISCO ESPLÁ Y JOSE LUIS PALOMAR, y al ganadero VICTORINO MARTIN ANDRÉS (in memoriam) por su brillante y exitosa participación en la llamada “Corrida del Siglo” celebrada en Las Ventas de Madrid el uno de junio del año 1982, y de la que se han cumplido 35 años, a la entidad «TAUROMAQUIAS INTEGRADAS-VENTA DEL BATÁN», por su ejemplar dedicación a la enseñanza de los valores del toreo y por la defensa de dicho Centro Taurino con renovadas e ilusionantes propuestas de futuro, PREMIO EXTRAORDINARIO a Su Majestad el Rey D. JUAN CARLOS I en reconocimiento a su compromiso y ejemplar presencia en pro del mundo de los toros, al maestro IVAN FANDIÑO, que nos dejó en junio de este año en la plaza de toros francesa de Aire-Sur- L´Adour, por su ejemplar trayectoria como matador de toros de imborrable recuerdo.
Fernández Román en su turno de agradecimientos, repasó su dilatada carrera y destacando dos momentos como los únicos que lo dejaron sin palabras, la muerte del banderillero Manolo Montoliu y la noticia recibida en directo, en aquel octubre del 2000, como fue la de la retirada de Curro Romero.
Por su parte el filósofo Fernando Savater, indagó por la línea del separatismo entre animal, cosa y humano, y tachando como barbarie el hecho de humanizar a los animales,destacando la «libertad de emoción», donde sea posible que cada uno se emocione, en este caso con la tauromaquia, y no se trate de imponer el pensamiento de nadie sobre otros.
El representante de las Villas Taurinas Francesas, enumeró un gran numero de actividades para la difusión y defensa de la fiesta, destacando la importancia de dar a conocer la fiesta a los jóvenes desde su mas temprana edad.
Pío Garcia Escudero, recordó la tarde conocida como la Corrida del Siglo con palabras de la crónica de Joaquín Vidal, antes de un distendido turno de palabra donde Ruiz Miguel con su simpatía, Esplá de forma reflexiva y Palomares en un tono más reivindicativo, recordaron la tarde se forma agradecida junto a Victorino Martín García, que rindió homenaje a su padre.
J. M. Arroyo «Joselito», como representante de la Asociación Tauromaquias Integradas-Venta del Batán, recogió un galardón que definió como inmerecido por su corta vida, pero merecido por la labor de un grupo de románticos aficionados taurinos que pretenden establecer unas bases para que el torero se siga manteniendo en el tiempo y se elimine la negatividad reinante generando ilusión y expectación en los jóvenes.
Ante la imposibilidad de S.M. el rey emérito D. Juan Carlos I, se cerró el acto con el premio in memoriam, al diestro Ivan Fandiño; premio que quiso entregar el presidente del Senado D. Pío García Escudero, quien repasó la trayectoria del torero de Orduña, cerrando el acto con una petición; honor y gloria tanto para Ivan como para todos los toreros que dejaron su vida en las astas de un toro.