-“Primer espada” de la canción española, aficionado, y mulillero, desde niño hasta su muerte.
-Maletilla en su juventud declaraba su falta de valor para progresar: “Me asustaba hasta toreando de salón”.
-Mató becerros en festivales benéficos de Madrid y Valencia y “toreó” becerras en las fincas de Pedrés, San Román, Alfonso Navalón, Vicente Lumbreras…
-Admiró a Manolete, Domingo Ortega, Fernando Domínguez…y a todos los toreros.
José Blanco Ruiz, “Pepe Blanco” en el mundo artístico, nació en la calle Rúa Vieja de Logroño, la zona más humilde de la ciudad, en 1911. Hijo de madre soltera que fue lavandera en el Ebro y trabajó en la panadería logroñesa de Eloy Arnedo (calles Caballerías y Rodríguez Paterna). Bautizado en la iglesia Santa María de Palacio, murió en Madrid en noviembre de 1981 y sus restos están en el panteón del cementerio logroñés que construyó para su familia.
Pepe asistió a los toros desde niño hasta vísperas de su muerte. De sus últimos años hay fotografías en las plazas de Logroño, Bilbao, Calahorra, Haro, Soria…De su época estelar guardamos instantáneas con Pepín Martín Vázquez, Parrita, Aguado de Castro, Chicuelo II, un brindis en la plaza de Logroño del novillero riojano Chucho Ortega “Motil”…y varias con Manolete que cuando le contaba Pepe que no tuvo valor para ser torero le decía: “Pepe, tú toreas cantando”. Y era verdad que Pepe daba trincherazos y recortes en el escenario.
Conocí personalmente a Pepe Blanco en una corrida de toros en la plaza de Las Ventas de Madrid a principios de los años 70.
El padre de Pepe, Francisco Trevijano Ruete, conocido por “Cirauqui”, fue carretero, amarrador, probador de vinos, transportista…con mulas y carros-volquete para acarrear arena, gravas, toneles de vino…y encargado del arrastre de los toros en la plaza y de acercar a los corrales las cambretas con los toros cuando llegaban a la estación del ferrocarril para lidiarse en Logroño. Ya de niño era mulillero y por tanto fijo en el patio de cuadrillas viendo a los toreros.
Pepe anduvo las capeas de maletilla con Pedriles, El Rápido, Jaime Noaín y su pandilla de capas. Formó en la “cuadrilla torera” en festejos de chóferes celebrados en Logroño. En julio de 1931 se anunció un festival para los obreros parados con novillos de Sesma, Casas, Rubio y Etura. Torearon, con traje campero, Garrigosa, Valeri, El Rápido, Noaín, Barquerito, Pedriles y Pepe “Marchenita”.
Compartió el patio de caballos, siendo niño, con Joselito, Belmonte, Rafael “El Gallo”…y le impactó sobremanera Sánchez Mejías que toreó en Logroño los años 1920, 21 y 22, tres fechas cada feria, y obtuvo un saco de orejas y rabos. Luego admiró a Lalanda, Domingo Ortega, Manolete, Paco Camino, Roberto Domínguez…
Con 16 años tuvo el primer contacto con los coches de alquiler, a los 18 obtuvo el permiso de conducir…y en Logroño era popular como taxista aunque imitaba a Marchena, Vallejo y especialmente a Angelillo.
Casado y con dos hijos fue movilizado y cumplió los 3 años de guerra en la que compartió asistencias y amistad con el gran torero vallisoletano Fernando Domínguez, tío y maestro de Roberto Domínguez, buen cantaor y bailaor flamenco. Torero de personalidad, Fernando, y gran capotero con triunfos en plazas importantes. Tomó la alternativa en Valencia en 1933 con Vicente Barrera, Domingo Ortega y Laserna. Buen torero…y deficiente matando. Fernando, falleció cuatro o cinco años antes que Pepe, y el riojano solían verse: Uno retirado y con escuela taurina y el otro de figura estelar en los escenarios.
Pepe, con dos hijos y 31 años, se presentó en el Price de Madrid en 1942 y desde 1945 hasta el 62 formó pareja con Carmen Morell. Grabó 150 títulos en discos, participo en 6 películas…En “La mentira de la gloria” alternó con Ángel Peralta. En “La mujer, el torero y el toro” con Mario Cabré y Curro Caro. Carlos Saura y Basilio Martín Patino incluyeron algunas de sus canciones populares en “Bodas de sangre” y “Canciones para después de una guerra”.
TOREANDO POR ESAS PLAZAS… CON MIEDO
Siendo Pepe popular estoqueó un novillo en Las Ventas y otro en festejo similar en Valencia a beneficio de los afectados por la riada del 57. En su cuadrilla el banderillero riojano Pepe Rioja, allí debido a una actuación benéfica de Isidro Marín.
En 1979 alternó toreando unas becerras con Pedrés y Pepe Tonetti en Cenicero y otras dos toreó grabando “Cantares” en la finca “Río Bravo” de Vicente Lumbreras con el banderillero Ciriaco de director de lidia. En 1978 se turnó con Julio Robles en “El Berrocal” de Alfonso Navalón que escribió una crónica preciosa en “Pueblo” (18-10-78): “Torear cantando”. Copla y toreo en una dehesa salmantina.
Al día siguiente en “Rozados”, finca de Manuel San Román y sin profesionales en el ruedo, fue volteado por la segunda erala y con mucha suerte…la cosa no pasó de golpes y magulladuras. Tenía 70 años y no era capaz de ver una becerra sin darle unos muletazos. Como ocurrió en “Los Labraos” de Pedrés asistiendo al Carnaval de Ciudad Rodrigo: “Para Pedrés y El Raboso” brindó. Siempre terminaba diciendo que no tuvo valor. En una entrevista de “Dígame”, a final del 66, le preguntaba Ortiz-Canals si tuvo otra inquietud en sus años jóvenes: “Sí, señor. Quise ser torero pero el miedo me impidió seguir”.
En febrero de 1951 Pepe y Carmen Morell se iban a Sudamérica. Pilar Yvars, esposa de Eduardo Haro Tecglen, gran periodista y escritora le hizo extensa entrevista en “El Ruedo”: “Aficionados de categoría y con solera”. “Carmen Morell y Pepe Blanco se despiden de España hablando de toros”. Terminaba así Pepe: “ En los toros todo el mundo se cree con derecho a decir su opinión, aunque sea la primera vez que asiste a una corrida. Yo he ido a los toros desde que era niño”.
En las ferias salían de la plaza tras el tercer toro volando al teatro. Decía Pepe: “Me emociona la salida del toro y el gesto con que el torero lo recibe. Cómo trata de conocer sus posibilidades a la primera ojeada. Esas impresiones las considero tan importantes y emotivas como el resto de la corrida”.
Continuaba: “Me hubiera gustado mucho ser torero pero tuve miedo. Entre las capeas de los pueblos, con las noches pasadas al sereno y los días larguísimos sin probar bocado, además del riesgo que el toreo supone, elegí el taxi. También me hubiera gustado ser figura de la pelota a mano. Pero para destacar en la vida hay que tener alguna cualidad sobresaliente. Yo la tuve en la garganta y el buen oído”.
Sobre sus gustos el riojano concreta: “Yo admiré a Manolete pero el que más asombro me ha producido en la plaza es Domingo Ortega. No he visto ningún torero con más facilidad para dominar al toro ni con tanta sabiduría como él. Da la sensación de que lo va a llevar a casa”. En la última reaparición de Luis Miguel Dominguín, compartimos mesa en el Parador de Soria, Domingo Ortega, Pepe, Luis Gómez “El Estudiante” …muy relacionado familiarmente en Logroño.
Hablando de Aparicio y Litri concretó Pepe: “Litri tiene al aficionado en tensión constante. Emociona, que en todo lo que es arte es importantísimo”.
Recordaba así su infancia: “En Logroño, siendo yo muchacho, si no hubiera tenido para ir a la corrida hubiera empeñado lo que fuera o me hubiera quedado sin comer…todo menos dejar de ir a la plaza”. Admiraba el toro “con poder, casta y bravura” y reconocía que “los toros son fiesta de pasión”.
Pepe Blanco fue aficionado práctico: “Hay que estar delante para saber lo que es ser torero. Cómo será, que pasa hambre y calamidades medio mundo y no son capaces de quedarse quietos, para hacerse millonarios, más que cuatro ¡Que me lo digan a mí que me asustaba hasta toreando de salón!”
Pedro Mari Azofra
PIES DE FOTOS:
-Pepe Blanco con Roberto Domínguez, Manolete, Rafael de Paula y Victorino, Manolo Martín, Vicente Lumbreras…