Rafael Azcona vio a todos los toreros de los años cuarenta y su ídolo fue Manolete por quietud, personalidad, misterio,  valor…y porque solía “cumplir” siempre. Escribió “Romance de Manolete”, tras su muerte, que se hizo popular en los concursos de radio local, en los actos benéficos a favor del Sanatorio San Pedro…y en reuniones de taberna y merienda con ambiente. El juglar oficial fue el torero local Pacotín que empezó su carrera en serio y acabó en torero cómico. Sus últimas veladas poéticas fueron en clubes taurinos guipuzcoanos por los años ochenta. Residía Daniel José Pinillos “Pacotín” en San Sebastián, barrio de La Paz, y era  directivo y profesor de la donostiarra peña y escuela taurina “La Paz”.

Mediados los cuarenta se integró Rafael en el “mundo taurino de Logroño” y fue muy amigo de Valentín Ruiz, Pepe Renta, Jesús Urzay, Heliodoro “El Naranjero”, Paco Miranda, Hueverito, Pacotín, Pepe Rioja, Illera, Matorro, Manchitas, Mótil, Alberola, Ciriaco, Totorica, Chicuelín, Camiserito, El Pinturas, Barquerito, Pedro Goitia, Carmelo Segura, “Estañitos”, mozo de espadas, Pepe Herraiz, Torino, El Ajero, Chucho Ortega “Motil”… algunos fueron profesionales y otros participaron en festejos de aficionados con becerros o vacas compartiendo cartel y vivencias con Rafael. No pasaron de aficionados. A “El Motil”, novillero que toreó 16 tardes en Logroño, le escribió Rafael la letra de su pasodoble.

Destacó la amistad del guionista universal con Valentín Ruiz, carnicero, torero aficionado…con Pepe Renta de quien fue banderillero con un novillo de Fidel Rubio que estoqueó en El Rasillo, con Jesús Urzay “Lambán” o también conocido como “El Pirulí”, novillero, como su hermano Pelayo, de chaval y con guarnicionería y ropa de torear de alquiler, en calle Marqués de Vallejo frente a “Los Navarros” que frecuentaban los “toreros” como el “Royalty” de Eusebio que por el año 51 fue domicilio del Club Taurino de Logroño del que fue socio Rafael y primer presidente y fundador José Fernández “El Niño”, 1949, compañero del guionista Azcona en las secciones del programa taurino radiado “Alamares”…

Además de los “toreros” citados fueron aficionados que se repartían ambiente Pepe Zamora, Daniel Trevijano, doctor Loyola, Fidel Rubio, Etura, Verano,  Grávalos, Safari, Clavijo, Bezares, Zabalza, Prudencio “Juramentos”, mulillero de la plaza y fundador de “Los Ramitos”…

Los “taurinos” tenían “sus” bares señalados que frecuentaban. Además de alguno citado eran “plaza” obligada el Somera de Adauto, junto a El Gurugú, La Esquina, El Torres y El Tercio, especialista en peces fritos y vino refrescado en pila,  en calle san Juan, El  Tívoli, Los Leones, visitado por los toreros importantes en la feria, El Carabanchel, El Taza,  en calle Laurel, El Moderno y El Algabeño en la  plaza Martínez Zaporta, antes de La Imprenta…Regentaba, o era propietario de Los Leones Fidel Escolar “Curro el de Los Leones” que mantenía excelente relación con “El Estudiante” y Marcial Lalanda, figuras en los años treinta y cuarenta.

No solían alternar los taurinos locales en La Granja ya que allí se reunían taurinos de más nivel social: El crítico Migueliyo, Amelivia, Garrigosa, Torino, Herráiz padre, Notario, Segundo Ruiz, Pérez Íñigo…y algunos de los novilleros o toreros foráneos con cierto cartel, o sin ninguno, que siempre eran recibidos  con entusiasmo en Logroño: Pepe Casiano, Yerberito, Barrerita, Gallito de Dos Hermanas…

Los taurinos en Logroño fueron muy numerosos. Y con la mayoría de los citados aparece Azcona en fotografías o haciendo el paseíllo, en el callejón o   “toreando” en la plaza de Logroño.

El año 1951 se abrió la plaza de toros de Logroño en 16 ocasiones. Similar número de festejos que en los años anteriores. Sólo hubo este año dos corridas de toros y una novillada con picadores en san Mateo y otra picada por san Bernabé. El resto… becerradas, novilladas sin picar y  festivales.

Fue el año que el Club Taurino Logroñés se instaló en el primer piso de “Café-bar Royalty” (Plaza de Amós Salvador) y por marzo comenzaron en Radio Rioja las emisiones de Alamares. El CTL, fundado en enero de 1949, había estado hasta entonces en el primer piso  de “Los Leones” de la calle Portales. Alternó en varias ocasiones los dos locales y hasta el momento actual en El Moderno, otros muchos.

Rafael era el guionista esencial del espacio radiofónico…y cuando se comenzó a comercializar con publicidad el programa…se hizo cargo la emisora de lo que venía siendo un capítulo de aficionados taurinos con ardor torero.

Los aludidos “acontecimientos” del año 51, eran de lo más diverso y muy locales. Festejo para “los ancianos desamparados”, centenario de la empresa Marrodán, Carrusel, vaquillas por san Bernabé, becerradas, fiesta del trabajo, de La Amistad, del Club Taurino…y estos nombres locales repartidos en los carteles, salvo en los festejos serios…sin riojano profesional alguno.

Alternaban en las “carteleras” Totorica, Torino Petit, qué gilipollez de añadido, Ciriaco, Jesús Torres, Pacotín, Pepe Illera, El Mago, Chicuelín, Pepe Herraiz, El Naranjero, Paco Miranda, El Pimpi, Antonio León, Flauta, Félix Granada, Rafael Azcona…que no hizo el paseíllo ese año, aunque estaba anunciado, por haberse ido a Madrid. Se anunció con similares compañeros el año anterior: Pepe Herraiz, Alfredo Rodríguez, García Planas…en la fiesta del Club Taurino con reses de Manuel Etura.

En Madrid, por los años cincuenta, mantuvo Rafael la afición asistiendo a la plaza unos años. Pero estaba acostumbrado a que el anuncio de  toros en Logroño, con las mulillas y la banda de música por la calle hacia la plaza, implicaba fiesta y en Madrid…abrían los comercios, salvo en días festivos, cuando se anunciaban festejos taurinos. Además de su compromisos de guionista…con Italia incluida.

Luego siguió las temporadas viendo corridas televisadas y defendía el toreo de Antonio Ordóñez y Paco Camino, al que vio en Las Ventas con seis toros el día de su triunfo grande. Los últimos de los que ponderaba detalles y destacaba su toreo fueron Luis Francisco Esplá y El Cid…que le encantaba toreando con la izquierda.

Por el año 54 escribió Rafael Azcona la novela “Amor, sangre y …dólares”, totalmente taurina, y en el mismo año “El toro se llama Felipe” que ridiculiza y describe el mundillo taurino…y en el que se refleja y ridiculiza  cierto ambiente de Logroño. No le gustaba mentar como autor estos dos títulos tan agradables de leer.

“En Logroño no ganaba un duro escribiendo…aunque a veces escribía hasta de toros. En Madrid te decían: Si me escribes doscientas páginas te doy 1.000 pesetas. Había que entregarlo pronto y creo que “lo del toro” lo escribí en un par de noches. Está bien pensado…pero con prisa. En lugar de un chaval espontáneo es un toro que está en Santander y a través del Ebro se va a Navarra donde hay toros bravos”.

El histórico torero “Pedrés”, con el que Rafael compartió numerosas sobremesas, dijo de Azcona: “Me ha sorprendido este hombre que no creía fuera tan importante en el tema del cine y la literatura. De toros sabe lo suyo y con pocas palabras dice mucho y es certero. Es un poco de la escuela del histórico riojano “Clarito”, al que tanto conocí”.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTO

-Diversos pasajes taurinos de Rafael Azcona por los años cuarenta en Logroño y su plaza de toros.