Por Koldo Larrea, Fotografia Luis A. Barbero

El ganadero navarro José Antonio Baigorri tiene ya perfilada la próxima temporada, aunque todavía no tiene concretados los destinos de sus encierros. Espera lidiar cuatro novilladas picadas, una más que en la pasada temporada y todas ellas con el hierro de Ganadería de Pincha. Una, de cuatro utreros, irá destinada a Lodosa y las otras tres –de seis novillos- se lidiarán, probablemente, en dos plazas navarras y otra francesa.

Además, tiene apartado un encierro de utreros de El Tolco, que se correrán por las calles o en algún concurso de recortes. Ya con erales, lidiará tres novilladas sin picar, todas ellas de cuatro ejemplares y de Ganadería de Pincha, y dos becerradas de El Tolco.

Baigorri explicó este planteamiento tras llevar a cabo el primer tentadero de la temporada en su finca. Los protagonistas Sebastián Ritter, matador de toros colombiano, Adrien Salenc, novillero francés, y el picador Ramitos, que dio otra muestra de su profesionalidad ante la bravura de las cuatro eralas tentadas.

Para el ganadero, la tienta era un experimento, pues dos de las vacas procedían de sementales nuevos; las otras dos, de un toro cuyos productos estaban ya contrastados. El resultado fue satisfactorio, con matices.

Ritter impresionó a todos con la calidad de su toreo. Cierto es que se llevó el mejor lote pero también que supo estar a la altura de él. La primera vaca fue extraordinaria, por su nobleza, motor y duración; sin duda, la mejor de las tentadas. Y el diestro de Medellín ofreció un recital de toreo caro que dejó a los presentes sorprendidos. Y confirmó su calidad ante la tercera vaca de la tarde, muy buena asimismo.

Salenc, por su parte, tuvo una actuación más que digna ante el lote que le correspondió. Su primera, la segunda de la tienta, resultó muy buena para el torero, por su suave embestida, aunque le faltó un punto de motor y otro de mayor humillación. La cuarta se partió un pitón en el tercer encuentro con el caballo y en los tres siguientes puyazos se dolió. Pese a ello, en la muleta mantuvo un ritmo muy bueno y el joven francés lo supo aprovechar.