El torero peruano puede haber dado uno de los saltos más importantes en su carrera. Si esta temporada pudimos ver una  mejoría importante,  por parte de Joaquín Galdós, en su toreo, después de romper con José María Garzón, su siguiente paso, ha sido irse con Julián Guerra, un apoderado exigente, conocido por llevar la carrera de muchos toreros que alcanzaron cotas muy altas. De esta forma el príncipe del toreo peruano pasa a formar parte del equipo de Julián Guerra, para tal vez crear un binomio que conquiste el circuito.

El zamorano es responsable tanto directo, como indirecto de llevar la carrera a la cima de unos cuantos toreros como Abellan, Jimenez Fortes y López Simón, nunca estos toreros han toreado tanto que como la etapa de Guerra, para bien o para mal, debemos reconocerlo. Probablemente suene a sentencia pero es cierto que ninguno ha vuelto alcanzar un aura tan alta como en aquellas etapas de su vida.

Por Juanje Herrero