La esperada corrida de  Cebada Gago ha resultado durísima como era de esperar, no han regalado nada y los toreros se han jugado la vida como era preceptivo. Los dos primeros han sido noblotes pero apenas tenían trasmisión en sus embestidas. Los mejores quinto y sexto pero, todos, sin duda alguna, han puesto a prueba a los diestros que, insisto se han jugado la vida sin apenas recompensa.

Juan Leal no ha dejado nada por hacer y su valor sigue siendo su arma más poderosa. Si se viviera solo del valor, Leal sería la máxima figura del toreo. Es cierto que en su primero de noble embestida pudo haberle cortado la oreja pero, no ha habido fortuna con el acero. En su segundo, toro complicado donde los hubiere ha estado tesonero, valentísimo y sin dejar la más mínima duda de que quiere ser torero.

Román ha tenido un primer toro noble pero, de muy poca trasmisión. Su segundo le ha permitido esbozar los naturales más bellos de la tarde pero, al final, no ha terminado de entrar en Pamplona como él hubiera querido. Ha dado una aclamada vuelta al ruedo ya que, como digo, tres tandas de naturales han sido primorosos. Al igual que sus compañeros, ha brillado su entrega y su valor ante enemigos muy complicados. Muy bien por Román que no se ha dejado nada en Valencia porque, lo que tiene lo ha entregado en Pamplona.

El que ha conquistado la capital navarra ha sido Colombo que, por encima de todo, es una fiera en el mejor sentido de la palabra; todo un espectáculo en los tres tercios de la lidia; nada se guarda y lo que muestra lo hace con una pasión desmedida. Ha brillado muchísimo con el capote y de forma muy especial, en los seis pares de banderillas en las que ha arriesgado lo que no está en los escritos. Una pena que su primer toro nos engañara a todos porque creíamos que en la muleta le podía valer y, por el contrario, ha sido el toro más complicado de todo el encierro en el que. Colombo, todo un profesional de gran responsabilidad se ha jugado la vida sin trampa ni cartón. Pero el premio le ha llegado en el último de la tarde en la que, como digo, ha estado inmenso con las banderillas. Reitero que Colombo es un ciclón que, además ha sabido conectar con la gente. Su segundo y último de la tarde le ha brindado varias series es las que ha lucido su  valor desmedido y su buen hacer. Las peñas han vibrado con el diestro venezolano que es un atleta con las banderillas y un torero muy honrado con la muleta, sin olvidar, su capote que tiene una variedad sin límites.

Seguro estoy que esa oreja que ha cortado le ha sabido a gloria. Venía Colombo de cosechar varios triunfos seguidos en Perú pero, me cabe la certeza de que el de hoy le ha valido por todos los que ha conseguido por la tierra de los Incas. A no dudar esta oreja le reportará contratos, cosa que nos alegraremos todos.

No ha sido la corrida de ayer pero, amigos, cuando ale el toro auténtico al ruedo suele producir emociones indescifrables que, en realidad, serán premiadas o todo lo contrario pero, la grandeza de ver al toro en su esplendor merece todos los respetos y, lo que es mejor, todo el mundo ha captado que tres valientes se han jugado la vida.