Por:  Bajito y Claro

A modo de introito: en el toreo siempre hubo tiempos mejores y, tal vez peores, pero estos últimos yo no los viví. Llevo toda una vida en el mundo del toro; lo he sufrido, gozado, llorado, amado y padecido; me he emocionado con él pero, parece que este mundo que tanto me ha dado se diluye por entre los dedos del propio toreo.

Mentiras, hipocresías, rencillas e intereses, entre otras bondades y, gracias, además, a las nulas soluciones que aportamos las gentes del toro o, tal vez sea que cada vez nos interesamos menos y no nos damos cuenta que el toreo señores, está agonizando, y es cuestión de tiempo.

VALDEMORILLO, la primera en la frente.

A la ya precaria cantidad de novilladas picadas que hubo en el 2018, se le une el 2019 con 30/35 festejos menos; no obstante, nos permitimos el lujo de quitar la novillada de la localidad serrana y, la sustituimos por un festejo de recortes, ¿motivo? no sé, a mí se me ocurre  qué: ¿tal vez los recortes sean tres veces más baratos que la novillada? no sé, pregunto…

Hay quien intenta aportar soluciones pero, hemos «topao con el toreo, total na lo del ojo y lo llevaba en la mano».

Por un lado los AYUNTAMIENTOS, que se echan en brazos de mil y un desaprensivos, y que año tras año les siguen dando sus plazas, a sabiendas que no les pagan a los novilleros; a su vez, estos no les pagan a las cuadrillas, con lo cual, los hombres de plata y azabache se convierten en «tuneleros»; y así, una «ristra» de impagos, y de pueblos cómplices de uno de los tantos males del toreo.

Por otro, la ADMINISTRACIÓN (hacienda, seguridad social, colegio de veterinarios…), burocrática a más no poder, y poniendo mil palos en las ruedas del toreo.

Y el as de la baraja, aunque no el último, porque son más los problemas que los aquí reseñados: LOS PROFESIONALES. Estos están diseñados modelos piña. Aunque la piña esté podrida y seca, que parezca que hay unión aunque la realidad sea bien distinta. Estos señores a la hora de reducir gastos de las novilladas en la parte que más las encarece, que son las cuadrillas,  envuelven su podredumbre con la frase: «AQUÍ NO SOBRA NADIE». Y tienen razón, ya mismo van a sobrar todos… Yo no entiendo que si una «obra» se puede terminar con 9 «empleados en reformas de 3ª y 4ª categoría», tenga que contratar a 15; aunque esto suponga, que donde tienen que cobrar 500€, cobren 250€ o menos.

Muy señores míos, o nos ponemos todos a pensar, y nos dejamos de «sinrazones», o todos perderemos un poco de nuestra pasión por el toreo: los aficionados como aficionados; el público como público y, los profesionales como profesionales; si no señores:

«Entre todos la matamos y ella sola se murió».