Don Rafael Buendía y Ramírez de Arellano goza, ahora mismo, de la admiración de la mayoría de los aficionados, tras su brillante y triunfal paso por Madrid. La corrida de Toros lidiada el 7 de junio del presente año sirvió para desmentir todos aquellos tópicos que se han empeñado en convertir en verdad: lo minoritario no embiste; solo sirve lo armónico, bonito y recogido; etc. Y ahí llegó, desde Benalup de Sidonia, una señora corrida de toros, con su seriedad, trapío y romana, para demostrar que lo único que en el toro influye es la casta y la bravura. Por avatares del destino, o más bien, caprichos irracionales de quienes por el mango tienen la sartén. Todos perdimos con esa decisión.

Hijo de uno de los ganaderos más transcendentes de la historia de la Tauromaquia, ha tenido a bien atendernos para que todos puedan conocer tan particular y romántica visión del mundo del Rey de reyes…

P: ¿Qué es un toro bravo?

R: El toro bravo es aquel que acomete desde el principio. Me explico: nosotros le damos mucha importancia al caballo, sin olvidar la muleta. Debe ser la conjunción entre ambos. Pero prima, sobre todo, el caballo. Hoy en día se están viendo muchos toros que, cuando les pueden con la muleta por abajo, se rajan y huyen a tablas. No queremos eso, sino que vaya a más.

P: ¿Existe el torismo o el torerismo?

R: No existe ninguna diferencia. Creo que es un bulo la diferencia. Sí es verdad que se está confundiendo la bravura con la movilidad y la movilidad con el genio. Nosotros solo buscamos la movilidad en bravo, que le sirva al torero, que, en definitiva, es el que da el triunfo. Sin embargo, hay que darle importancia, mucha importancia, al caballo, para que no ocurra lo que está ocurriendo: se está yendo mucha gente de la plaza, pues se aburre en el tendido, esto es así de claro.

 

P: ¿Qué significa Francia?

R: Francia ha aportado y está aportando muchísimo. Nosotros le tenemos que agradecer, pues, hasta ahora, en España hemos lidiado muy poco, sobre todo, en Madrid y Zaragoza, a base de novilladas. Francia, sin embargo, ha tirado de lo nuestro con éxitos. El triunfo en el país vecino, tanto para toreros como para ganaderos, te sirve para repetir y obtener una nueva condición. En España esto no es así: hay ganaderías que llevan veinte años fallando en una feria, y vuelven y vuelven… parece el conejito de Duracell. En cambio, en Francia como falles, te quitan; y como aciertes, repites y te promocionan. Es una afición más rigurosa.

P: ¿Tenemos futuro?

R: Los antitaurinos no tienen fuerza. El verdadero mal está en nosotros mismos: los taurinos. El taurino es el mayor antitaurino que hay: se acomoda a unos parámetros que no son. El otro día escuché en televisión, a una figura del toreo, que el toro debía ser más manso, para que sirva… Mire usted, no: el toro debe ser más bravo, y durar; venirse arriba. El toro bravo es la base de la Fiesta: si el toro no existe, pues la Fiesta se cae. Por eso digo: el antitaurino está entre nosotros mismos.

P: ¿Qué debo entender por Santa Coloma? ¿Y por Rehuelga?

R: Rehuelga es puro Santa Coloma, vía Joaquín Buendía: es línea directa de lo de mi padre. Y por Santa Coloma: hay mucho dentro de este encaste. Yo solo puedo hablar de lo nuestro, de lo que es Joaquín Buendía, y también Rehuelga. Procuramos de que tenga importancia en el caballo y en la muleta una embestida humillada, larga y alegre.

P: A cualquier aficionado se le eriza el bello cuando oye el nombre de Don Joaquín Buendía Peña: ¿cómo era el hombre? ¿Y el ganadero?

R: Como hombre era una persona muy exigente, tanto con la familia como con el ganado. Era muy rígido. Le gustaba medirlo todo con el mismo rasero, de hecho tenía siempre su “equipo de toreros” para valorar a las vacas con idéntica exigencia y variable: Emilio Oliva y Marismeño. Se aislaba en su palco, solo entrabamos los hijos principalmente, muy poca gente más habrá entrado en ese lugar, tan reservado donde tomaba sus notas. No se daba coba en ningún aspecto por taurinos, banderilleros, matadores de toros… Era muy exigente, y así logró formar la ganadería que formó…

P: Y de todo ello: ¿qué rasgos se vislumbran en Rafael?

R: El 50%, lo restante lo puso mi madre.

P:¿Qué implica ser hijo de Buendía Peña?

R: Orgullo. El orgullo más grande que pueda tener una persona. Ser hijo de alguien tan importante es indescriptible, indudablemente.

P: Desde que está bajo su dirección la ganadería, ¿en qué ha cambiado?

R: Me imagino que eso lo preguntará por la corrida de toros de Madrid, que estaba un poco subida de peso, es porque llevaba más de tres años comiendo. Al llevar tres años en esas condiciones… Era una novillada que podía haber ido a Francia; luego, con un mismo destino, pero en corrida de toros. Estuvieron tentándonos las comisiones de Vic y de Céret, en dos años correlativos. No hubo acuerdo por cuestiones de precio. Tenga en cuenta que al ser una ganadería tan corta, si no rentabilizo las ventas, los gastos me comen, lisa y llanamente. Madrid vino, le interesó y se la llevó.

En cuanto al comportamiento, he intentado mantener la esencia intacta. Tenga en cuenta que se le da fuerte en el caballo, y su comportamiento en este denota cuál será luego en la muleta. El toro de Santa Coloma es uno que se define muy pronto, cuando sale por la puerta de chiqueros, ya se vislumbran sus rasgos temperamentales principales. Muchos dicen que con el capote… Lo que más le veo es que corta mucho en banderillas: en el segundo para, corta muchísimo.

P: Eso será porque no es la babosa tonta a la que estamos acostumbrados…

R: De tonta nada. Aquí se quitan todas las vacas que puedan parecerlo. No se deja nada que mantenga un carácter con esas condiciones. Hay que dar espectáculo: si quitamos el espectáculo, quitamos la Fiesta. Y que nadie se olvide que quien mantiene todo esto es el aficionado. Los toreros pasan, el ganado se queda. Los animales tienen que ir siempre. Un ganadero ha de formar una cosa que se mantenga en el tiempo, pero esto no son matemáticas puras. ¿Pero no es esto lo bonito que tiene? Has de jugar con la genética y demás laberintos: por muchas Leyes de Mendel, de toro y vacas extraordinarios, puede salir un marrajo; y de otros con peores condiciones, pueden salir grande animales. Sin embargo, suelen mantener una tónica importante.

P: En los últimos años, ha venido lidiando dos corridas por temporada. En esta ha hecho usted, sin duda, una apuesta muy importante: anunciarse en San Isidro e, inicialmente, tener una novillada preparada para el resto de la temporada. ¿Qué ha cambiado ese 7 de junio?

R: Entre otras cosas, Rehuelga se ha dado a conocer en todo el ambiente taurino del conjunto de España. Se trataba de una ganadería, que al ser tan corta y lidiarse, en su totalidad, en Francia, difícilmente se conocía en nuestro país. Con algunas excepciones, como los aficionados de Madrid y Zaragoza, pues hemos lidiado tres novilladas, todas ellas con posibilidades. En el caso de Madrid, nos hemos anunciado en verano, con un público más escaso.

Me imagino que los aficionados, que no nos conocerían, preguntarían qué es eso de Rehuelga: ¿un invento del francés? Ahora que han comprobado cómo funciona, y que la corrida sirvió, seguramente indagaron, para acabar descubriendo que es lo de Buendía.

P: Si yo le digo Perlasnegras, Libre y Coquinero, usted me dice…

R: Pues yo le digo: Coquinero, Liebre y Perlasnegras. Del primero, un toro, para mi gusto, bravo y con mucha clase en la muleta. Pero clase, en bravo, encastada, sin malas ideas. Se confunden los términos: el toro bravo, mientras más bravo es, más noble. Liebre fue un toro que en el caballo, de lo más espectacular y bravo: se arrancó de lejos, con alegría, empujando con la embestida humillada… En la muleta, pese a que le pegaron fuerte, de mitad de la faena hacia delante, el toro se vino arriba, con una cantidad de kilos horrorosa, de lo que yo fui el primer sorprendido. Me gustó, pues, que rematara mejor la faena que la empezó. En el momento que el torero cogió confianza y dejó de pegarle los tirones iniciales, para que el animal se cayera, el toro respondió. Si realmente no hubiera tenido fuerza, el toro se hubiera caído desde el primer muletazo, pero tropezaba y se aguantaba. Y Perlasnegras fue un toro muy alegre, vistoso, pero en el caballo no me gustó tanto. Solo los arrancadas, porque se quedó en lo “largo del palo”. En la muleta sirvió, tuvo clase.

Y el toro que me echaron para atrás, se toreó aquí, en el campo, el otro día, y he decidido dejarlo para semental. Un toro extraordinario, “Gitano” de nombre. Uno con una reata importante, pues al ser una ganadería tan corta no podemos encerrarnos en un par o tres de familias. Hemos de abrirnos. Son muchas horas de laboratorio. Y con todo eso, se llega uno a confundir… Pero cuando se acierta es el mayor placer del mundo, una satisfacción inigualable.

P: ¿Se arrastró la corrida por las mulas sin haberse toreado?

R: Hubo un par de toros que les cortaron la faena, sobre todo en el lote de Pérez Mota, que le decían desde el burladero que fuera a por la espada. No sé porqué el concepto de dos tandas y a matar, cuando los animales tenían dos faenas más, sobre todo Coquinero. A Perlasnegras, si lo mata, le hubiera cortado la oreja, pero su segundo era de dos orejas rotundas, por sus condiciones, para haber seguido con él. Es intolerable que haya alguien que vaya diciendo “a matarlo” constantemente, logrando solo confundir. Y da coraje: una corrida de toros para que dos toreros salieran a hombros y se vayan, sin embargo, con las orejas gachas…

P: Y si digo: Revoltoso…

R: Fue un novillo que estuvo preparado para una novillada que se lidió el año anterior en San Agustín de Guadalix (Madrid). A Madrid iba a ir en sustitución de Liebre. Tenía trapío y seriedad, pero me convencieron para que metiera el otro, y mire…

Y este me lo traje para casa, fue un toro extraordinario. Le dieron un único puyazo, donde tuvo un buen comportamiento: empujando al caballo hasta las tablas. Y Juan Bautista estuvo con él cumbre. Ahora ya está en el campo, lo trajimos esa misma noche, para que procedieran al día siguiente a su curación. Ha recibido en total cuatro curas, y este año tengo pensado echarle un lote de vacas. Posteriormente, lo apartaré durante un par de años, hasta que tiente a su producto, y así comprobar qué resultado da.

P: ¿Hacia donde camina Rehuelga? ¿Qué sorpresas nos aguardan en el futuro?

R: De momento igual: los mismos espectáculos y siendo exigentes. Mucha gente me ha preguntado si dejaré más vacas, pero yo no quiero más de las ochenta vacas que tengo.

 

Por Francisco Diaz