Conversamos con un compañero admirado de Alicante, el crítico y ensayista José María Jericó que, días pasados ha presentado su primera obra literaria y, como no podía ser de otro modo su narrativa ha tenido que ser de la materia que tan bien conoce, los toros. A tal efecto ha elegido, como personaje central a Manolo Carrillo, un matador de toros de Alicante que, sin tener estrella ha brillado en todos los menesteres que ha escogido, siempre, dentro del mundo de los toros. Digamos que, hasta el más humilde de los diestros tiene derecho a tener su momento de gloria como Jericó ha hecho con este hombre tan apasionado en su quehacer. Carrillo ha sido torero, empresario, apoderado y, por encima de todo, un hombre con una afición desmedida, con unas vivencias que ya las quisiéramos para nosotros, tal y como se cuentan en este formato de lectura que, sin duda alguna, conmoverá a los aficionados que tengan el gusto de leerle.

 -Ha llegado a mis manos, señor Jericó, el libro que ha escrito usted sobre el torero alicantino Manolo Carrillo en el titula usted, UN TORERO SIN ESTRELLA. ¿Como nace la idea de escribir acerca de un personaje humilde como Carrillo?

Con Carrillo mantengo una buena amistad desde hace años, y hemos compartido muchas horas de tertulia en las que me contaba cosas relacionadas con su afición por los toros que anidó en él siendo un crío. Muchas de las cosas que me contaba, sus andanzas, muchas anécdotas y vivencias que había tenido, me parecieron muy interesantes y eso unido a una época que pasamos con el COVID, me motivó para ponerme a escribir esa historia que creo no va a dejar indiferente a nadie.

-Como entenderá, no he podido leer todavía el libro pero, por favor, ¿qué dato nos indicaría usted para que devorásemos el texto de inmediato?

Como le he respondido anteriormente el libro está lleno de vivencias y anécdotas. Además, en la narrativa de este encontrarán a muchos personajes alicantinos de la época y de los cuales hago referencia y que de algún modo contribuyeron a hacer la historia de la tauromaquia en la ciudad de Alicante que hoy conocemos. Es un libro que su lectura resulta amena y fácil de leer.

-Me han dicho que este ejemplar tiene muchas anécdotas dignas de mención, relátenos alguna de ellas para nuestros lectores.

Efectivamente hay anécdotas que este torero vivió, algunas de ellas son verdaderamente «berlanguianas», como la que vivió durante un viaje que realizó junto a su cuadrilla a Ibiza para torear o otra que le tocó vivir cuando se dirigía a un tentadero y casi se vio obligado a asistir a una parturienta por el camino. Pero prefiero que lean el libro y saquen sus conclusiones.

-Así, a vuela pluma he podido hojear que, por lógica, nos transporta usted a los años sesenta. ¿Cree usted que influyó mucho aquella época para que Carrillo no brillara como podría haberlo hecho? Lo digo por la calidad de toreros que había en aquellos años.

Aquella época fue la edad de plata del toreo en Alicante que contaba con toreros como El Tino y Pacorro que dinamizaron el espectáculo taurino en la ciudad de Alicante, después llegaron otros como El Caracol o El Inclusero que fueron grandes toreros y con cualidades para haber llegado más arriba de lo que estuvieron, pero Carrillo vivió una serie de circunstancias que motivó el que no llegara a alcanzar esa estrella a la que hago referencia. En varias ocasiones pasó el tren por su puerta y no lo cogió a tiempo.

-Valor si lo tenía Carrillo, porque, como he podido saber, se presentó en Alicante como becerrista sin haber toreado una sola vaca puesto que, según me han contado, solo en Tibi en sus capeas había hecho algún que otro esbozo de toreo. ¿Como entiende usted aquella osadía por parte del diestro?

En Tibi y en algún otro sitio, pero muy poco, prácticamente nada, únicamente había toreado mucho de salón y es indudable que para hacer lo que hizo fue porque tenía el toreo metido en la cabeza, sino hubiese sido imposible que hiciera lo que hizo, sobre todo en sus comienzos.

-Tras muchas vicisitudes, sufrimientos, adversidades y demás asuntos, Carrillo se doctoró en Monóvar con El Tino y El Inclusero, padrino y testigo del toricantano. ¿Qué le faltó a Carrillo para llegar un poco más alto de lo que sus ilusiones demandaban?

Yo creo que, tanto en aquella época como en esta, hacen falta que se alíen muchas circunstancias para llegar a la cima del toreo, es muy difícil. Son muchos los llamados y poquísimos los elegidos. Pero existen factores humanos que a veces no dejan llegar, eso les ha pasado a muchos buenos toreros. Quizás a Carrillo le faltó en la última etapa más ambición para llegar, no sé. Se canso de luchar, como les ha pasado a muchos toreros que han arrojado la toalla.

-Carrillo, gracias a usted ha entrado a formar parte de aquello que conocemos como la inmortalidad de la letra impresa. ¿Qué dice su biografiado al respecto?

Se encuentra muy satisfecho.

-¿Cree usted que Manolo Carrillo fue el primer «producto taurino» de Pepe Manzanares?

Pepe Manzanares, ha sido un superdotado del toreo, lo llevaba en las venas y fue un hombre que enseñó a torear a muchos, entonces aficionados, pero en aquella época es muy posible que Carrillo fuera a uno de los que más atención prestó.

-Dice usted que Carrillo ha sido el torero más taurino que ha dado Alicante. ¿En qué basa usted su sentencia respecto al diestro que ha biografiado?

No lo digo yo, eso me lo dijo el decano de los matadores de toros alicantinos, Francisco Antón «Pacorro», el cual me comento que Carrillo había tocado todas las teclas del toreo, incluso ha llegado a apoderar a varios toreros de Alicante y ha llevado como empresario un buen número de plazas, tanto de Alicante como en otras provincias donde también llegó a dar toros.

-Lo que sí es cierto, señor Jericó, es la capacidad creativa de Manolo Carrillo en calidad de empresario y apoderado, pero ¿qué le faltó para triunfar en dichos menesteres?

En la faceta de empresario ha llevado plazas como Benidorm, Monóvar o Villena últimamente, en las cuales no se puede decir que lo hiciera mal, al igual que en otras partes en las que se hizo empresa. Buenos carteles y atractivos. Respecto a la faceta de apoderado en unos casos fallaron los poderdantes y en otros el sistema que no ha dejado paso a toreros que habrían podido llegar muy lejos, como es el caso de Francisco José Palazón.

-Lo que nadie discutirá es el amor que ha puesto Carrillo en todos sus quehaceres, hasta el punto de que, en estos momentos, después de muchos años sigue luchando por dar toros en Villena. ¿De dónde sacará este hombre esa fuerza para luchar contra lo que entendemos como un imposible puesto que, de políticos nefastos hablamos en la ciudad de Villena?

Carrillo, es un enamorado de la fiesta, solo le gusta hablar de toros, siempre está pensando en el toro y su ilusión sería poder dar la próxima corrida que se programe en Villena plaza en la que no lo ha hecho nada mal en las corridas que él organizó, la última el año 2019.

-¿Seria usted tan amable de darnos una relación de los diestros que Carrillo apoderó?

Ramón Escudero, El Jero y Francisco José Palazón. A parte de estos siempre que ha ejercido como empresario ha tratado de ayudar en lo que ha podido a los toreros de la tierra.

-Usted que ha tratado a Carrillo por razones lógicas para escribir el vademécum citado, ¿qué resaltaría por encima de todo de la personalidad del torero de Alicante?

Su constancia y profesionalidad en todo lo que hace. No sabe estar sin hacer nada, es muy emprendedor.

-Señor Jericó, podría preguntarle mil cosas más, pero, desvelaríamos la identidad del libro y eso no es conveniente. añada lo que usted crea oportuno o, lo que es mejor, aquello que haya calado en su corazón tras haber escrito la historia de este luchador empedernido al que conocemos como Manolo Carrillo.

Hasta ahora había hecho crónicas y artículos publicados en distintos medios de comunicación con los que colaboro, pero esta ha sido mi «Ópera prima» literaria, de la cual sinceramente en su conjunto me encuentro satisfecho y espero que quien lo lea lo encuentre ameno y entretenido. Permíteme que diga que si alguien lo quiere comprar lo puede hacer en Madrid en la Librería Rodríguez, librería especializada en temática taurina, ubicada en la plaza de Las Ventas y en Alicante en el Instituto de Cultura Juan Gil Albert, calle San Fernando, 44, o en la librería Pynchon & Co. ubicada en la calle Segura, 22.

Muchas gracias, amigo José María Jericó por darnos la primicia de su edición y, a su vez, démosle las gracias a Manolo Carrillo por todo el trabajo que ha compartido con usted para que este libro viera la luz.