-Fue titular de una crónica taurina que hubiera disfrutado leyendo, aún sin conocer su autor, y como todas no sirvió de nada.

-Algunos toros bravos, repetidores, con importancia…ninguno difícil, escaso interés profesional y resultados para no volver. Censura y represión de prensa.

-Juan Mora y Joselito fueron despedidos a almohadillazos…y el público volvió.

El 27 de septiembre del año 2000, última corrida de la feria de San Mateo,  tuvo lugar en el coso logroñés de La Manzanera, recién cumplidos 85 años, el último festejo taurino. Joselito, ovación y ovación con aviso, Juan José Padilla, silencio con aviso y 2 orejas fáciles con salida a hombros y Diego Urdiales, que mató el último toro de Victoriano del Río y de nombre “Jugosillo”, palmas tras dos avisos y vuelta. Fue lidiado por Villalpando, hoy apoderado de Urdiales, y picado por el logroñés José Ibáñez “Chimo”. Tarde de escaso rastro artístico y vulgar despedida.

Mi crónica del festejo se publicó en “Aplausos”, con muchas fotografías  de Chapresto, y en otros medios. No en “El Correo” como venía ocurriendo hacía 25 años, sucedió en días anteriores de la feria y donde reaparecieron  tras 6 meses… con la primavera. Lo de guardarme la pluma en la nevera se deduce de lo que sigue.

Amadeo Dos Anjos fue torero portugués nacido (1942) en una aldea de Guarda. Gran muletero. En el 62 toreó 6 novilladas en Logroño, en el 63 tomó la alternativa en Salamanca con Paco Camino y El Cordobés, la confirmó un año más tarde en Madrid, donde toreó 7 tardes de novillero, sumó ese año 20 corridas…y vivía cerquita de Lisboa-Cascais-Sintra…¡Por allí! En su casa “Praia Grande” orilla del mar. Murió con 76 años de un infarto paseando en plena calle. Compartimos ratos en ferias de Salamanca y en una ocasión en Lisboa con el también matador Armando Soares al que  alternativó Miguelín el año 62 en Sevilla. Murió hace  2 años con 85 de edad. Varios años toreó Soares 25 corridas de media por el mundo.

Amadeo vino a Logroño con un grupo de amigos lusitanos a despedirse de la plaza que le traía muy buenos recuerdos. Compartimos corridas y mesa, en varias ocasiones, con Pepe Rioja, Matías, Badosa…y lo pasamos muy bien. Una feria con resultados de pena y público nada exigente. Penúltima corrida del histórico coso logroñés: Toros de Juan M. Criado y el 6º, sobrero de “El Capea”. Juan Mora, silencio y silencio.. Joselito, silencio y bronca. Uceda Leal, silencio y ovación tras aviso. Tres cuartos y tarde soleada. Mora y Joselito fueron despedidos con lanzamiento, a dar, de almohadillas.

No sabía uno qué escribir…distinto… en  una hora…con el jefe de redacción  taurino…y salió una bonita crónica…que leyó la alta escala del diario, el clero, la torería…y en Portugal de donde me la envía, ¿ alguno de los amigos de Amadeo que lee internet?, y dice que “ya nao escreves como antes imprensa. Veo moderasao y nuvem nimiedade”. Reproche del lusitano manuscrito y de caligrafía floja ¡Pero se entiende!: Que hemos bajado el pistón de denuncia y exigencia, vaya.

Se inicia así mi crónica: “Anda el Papa Juan Pablo, Cristo en la Tierra le dicen otros, practicando el estajanovismo antes de palmar con el fin de multiplicar en progresión geométrica el santoral vaticanista. Se proclaman santos a manta, a patadas (1.338 beatos y 482 santos), y a pesar de que algún riojano de su secta vive próximo no le han aconsejado que en La Manzanera hay santos a prueba diaria (Además del calceatense Padre Jandilla). Con qué ilusión y derechura aplauden el mínimo detalla, el pase enganchado, el molinete cutre y la revolera folklórica. Con qué angelical entrega ovacionan el bajonazo indecente y otros pasajes que sólo son símbolos del desencanto ¡Pobre fiesta tan lejos del toro y del toreo y tan cerca de la vulgaridad!

Añadía que, en “nuestra” redacción que nacieron los encierros y vaquillas en fiestas de cacique y aceituna, se copiara de Navarra el campeonato de lanzamiento de azada o morisca y hacha esmorrada que implica también mujeres. Ni se matan cuadrúpedos rumiantes ni hay peligro de herir con almohadillas. También en esa admirada tierra, y no es para copiar, nacieron las últimas guerras civiles hispanas.

“Ayer fue una tomadura de pelo. Uceda Leal, que hace años anda en los linderos del miedo y el buen gusto y que con becerros de festivales de  chóferes lo borda, tuvo dos toros para formar la mundial y “se le fueron”. El tercero quería ver muleta para repetir a pesar de que le quisieron “dar mulé” en varas. Sembró desconcierto apretando a Carlos Ávila en un burladero, desarmó al maestro y asustó a todos. Uceda ligó buena serie bajando la mano y con pases de larga trayectoria. Lo demás fue salteado, perdiendo pasos a mansalva, sin dar distancia, quitando la muleta del hocico y preñado de dudas e indecisiones. Faltó toque, cruzamiento y ligazón. Cuatro o seis naturales sin relacionar, mayoría tropezados, y el recuerdo de los buenos doblones iniciales.

El sobrero 6º embestía como una máquina. Otro toro de triunfo que hizo calmarse a los levantiscos y no aprovechó. Achuchado y desbordado se vio en los derechazos iniciales y en el remate estaba loco por enjaretar trincheras y aplacar la acometida en vez de para adornar una tanda buena. La desconfianza fue notoria y siguió por el derecho salpicando pases y perdiendo muchos pasos de forma que la muleta en los remates a veces era rebujo pueblerino de sarga vieja. Grupos, que nunca diré que están estupidizados porque respeto gustos, aplaudían a rabiar. Inició más derechazos preludiados con molinetes corriendo y sin centrarse, nervioso y como asustado y fue premiado  con ovación. Con el petardo de sus colegas perdió una ocasión de oro.

Juan Mora alternó doblones con desarme en el primero y siguió a media altura. Trasteó a la defensiva un poquito, dio explicaciones de las dificultades con muecas y añadió un serialito pinchando. Desarmado al lancear al cuarto con el que se dobló y trasteó al paso. Derecheó para ir pasando, desconfiado,  se ayudó lejano al natural  en unos espurios  esbozos tropezados y se desengañó matando de media bajuna. Le arrojaron alguna almohadilla.

Joselito, toda la tarde con incondicionales, agradaores y coristas, remató lances de aproximación con excelente media. Vistoso llevando al caballo, quitó por chicueleras y el toro dio vuelta de campana. Se ayudó al natural para sacarlos enganchados, picoteros y desangelados y por el derecho le vimos como desganado. Más naturales, sin ligar pero alguno bueno, se lo piensa, se pone, se quita y nada. Largo, pesado y sin brío ni chispa. El personal no lo entendió y le cantó “¡Hola don Pepito”. Si serán malages…Agradeciendo el pentagrama le dio al cuarto, con hechuras totalmente de “atanasio”, tres dobladas y se fue a por la toledana. Le atizó un bajonazo saliendo de corrida y vuelta con las almohadillas que también le ofrecieron junto a Mora al despedirse del tauródromo. Pero no era por hacerles daño sino para que tuvieran un recuerdo de la vieja plaza.

Vaya actuación de torero que reaparece y con tratamiento de figura y la de otro que siempre se lamenta de no estar en la pomada. Luego no faltan disculpas y eufemismos para justificar la nada. Es como querer llamar mujer de contentamiento a una puta. Lo cierto y real es que hubo 4 faenas silenciadas y 1 abroncada ¡Con la ilusión que llegan las gentes en estos tiempos a la plaza! Compartimos localidad con Amadeo Dos Anjos y recordamos su bello toreo y cómo la gente, a pesar de que todavía olía el clima a represalia, hambre y posguerra, salía contenta de la plaza o formaban broncas de verdad. Hoy, como todos llegamos bien papeados, estamos haciendo méritos para que nos lleven a los altares o al menos nos concedan la palma del martirio. Ya que Juan Pablo ha eliminado el infierno con el que nos asustaban los canallas y vividores de su secta, denos a los taurinos la firma para estar en estampas y ser la risa de los que nos sucedan. La risa es sana y baratita. Hagamos caridad”.

Dos Anjos, compartimos burladero,  paró en Salamanca de paso a Lisboa, y echó unos ratos con su amigo Navalón al que le dio la crónica. Alfonso escribió un hermoso artículo. Cuando salí de la redacción, tomé unas copas con Andoni Orizaola, buen amigo y aficionado de Balmaseda, al que recomendé el escrito y le vaticiné las consecuencias: “La de hoy puede ser la última”.  Luego estuve loco por volver pues los ratos de redacción, noticias…eran irreparables.

No me preocupé del principal censor o “ejecutor”. Me decían que si de Bilbao, que si Román Buho, obispo de Calahorra, que si el Gobierno riojano… ¡Y qué más da! Hoy, creo que la pieza denunciante e informativa es una alhaja y no entiendo cómo llegué a cuadrar algo, no corriente, en tan poco tiempo. Para lo que sirvió…

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTO:

Joselito, Padilla y Urdiales: Último paseíllo en “La Manzanera”. Padilla salió a hombros. Burladero de prensa: Pepe Herráiz y Amadeo Dos Anjos. Despedida a Joselito y Juan Mora en la penúltima corrida.