-El novillero madrileño Víctor Hernández y el ganadero de bravo Adolfo Martín triunfadores del ciclo novillero 2022.

-Se obtuvieron 9 orejas de las 60 posibles, 14 faenas fueron silenciadas y sonaron 18 trompetazos avisando a los cansinos.

-Hubo 4 vueltas al ruedo, numerosos picadores y banderilleros aplaudidos, varias volteretas, cuatro brindis a Diego Urdiales y conciertos y coros musicales despidiendo a todos los novillos en el velatorio al desolladero.

-Poco público, complaciente y generoso solicitando trofeos a la suave presidencia.

-Las “faenas” pecan de uniformidad, pesadez, falta el sello distintivo…y con los aceros las escenas son de rechazo y pena: Más de 90 “agresiones”.

 La feria de novilladas de Arnedo ha sido motivo informativo, más o menos inmediato, en todos los medios que “tocan” la fiesta de toros. El empresario Ignacio Ríos trajo cinco encierros con una media alta de presentación y en algunos casos “toros” para anunciar corridas en muchas plazas. El triunfador, con el novillo Manchonero de vuelta al ruedo, fue Adolfo Martín. Todas las tardes salieron algunos ejemplares de palmas y fue devuelto uno de Los Ronceles. El reserva también amenazó invalidez pero se fue reponiendo de sus calambres con el buen trato muletero que le dio Fabio Jiménez, riojano por cierto.

En conjunto se echa de menos competencia, diversidad…y pocas muertes vistosas, rápidas o emocionantes de novillos. En el toreo, para “progresar”, es peor torear bien y matar mal que torear regular y matar bien. Dicho histórico firmado por figuras del toreo. Siempre hubo excepciones.

De los 15 participantes fue declarado triunfador Víctor Hernández que obtuvo una oreja en cada novillo. También fue premiado por dar los mejores naturales del ciclo. Algunas de las orejas concedidas en la feria  han sido con escaso merecimiento y el referido Fabio obtuvo tres. El único premiado con dos en un novillo, su primero. Las mereció con más mérito en su segundo…según mi humilde opinión. Echando cuenta del sexto novillo, Corzo de nombre y todo un torazo armado y codicioso, fue muy importante lo del chaval.

Marcos Linares fue premiado por ejecutar el mejor toreo de capa al tercero del hierro de Talavante que dejó mucho que desear en cuanto a toreabilidad. El varilarguero Ignacio Rodríguez, picando a Jaramero, primero de Yon Lamothe, fue aplaudido en el arrastre Manchonero, sexto, ganó el premio al mejor puyazo y José Rojo  el de la mejor estocada.

El navarro Manolo de los Reyes fue galardonado por el mejor par que colocó al segundo “adolfo”, ya que el quinto lo lesionó con peligro y suerte. Terrible cogida.

Cuando aplaudo a los que acabo de citar, me vienen los picadores Héctor Piña y Rodríguez Morato que con “sus” banderilleros  Rubén Blázquez, Juan Carlos Rey y Antonio Ventana fueron la cuadrilla más completa y ovacionada de la feria y de muchas ferias. Torearon con Sergio Rodríguez y todos obtuvieron palmas y ovaciones merecidas. Algo de llamar la atención. También ese día destacó con las “frías” Marcos Prieto.

Hubo dos parejas que saludaron montera en mano: Rubén Sánchez  con Antonio Ventana y Mathieu Guillón y Manolo de los Reyes. También escucharon palmas los montados Jacobo Álvarez, en el cuarto del primer día y Rafael Aguado en el quinto de Adolfo Martín. Lo cierto es que disfrutamos de excelentes pasajes en varas citando de lejos y con buena ejecución. Los abusos cerrando la salida, aguijoneos, lanzadas y garrochazos no los recuerdo, oiga.

Sí que merecen mención pares y lidia de Gómez Escorial, de Marcos Prieto, Curro Vivas, Manuel Más…tampoco me viene las pasadas sin clavar, el rehilete único dando el trasero y huyendo, los pinchos riñoneros, los palos a tierra…variedad. No se exige que imiten a Honrubia, Montoliú o El Vito. Pero es una pena que en la mayoría de entradas hay fallos de una…y hasta de dos. Son escenas calamitosas. Los “profesionales” debieran, simplemente, cumplir. Al cuarteo, cabeza pasada, media vuelta, sobaquillo, relance, topacarnero, al sesgo…pero dejar las dos.

A José Rojo le adjudicaron la mejor estocada y recuerdo buenas de Villita, Parejo, Lamothe….

Los resultados de las “tareas”, que solemos llamar faenas y a veces se convierten en putadas que hastían, no fueron para que el público se entusiasmara.

Se cortaron 9 orejas, de las 60 posibles , con un público cariñoso y una presidencia “comprensiva”. Cuatro faenas fueron premiadas con vuelta al ruedo, 14 se silenciaron y 4 fueron ovacionadas e incluso hubo alguna con petición de oreja. Lo que suele entenderse por faenón no tuvimos la oportunidad de contemplar.

Lo más lamentable fueron los silencios. Es muy peligroso el resultado porque implica uniformidad, cansancio, monotonía…detalles que están castigando, junto a la falta de sello distintivo, a la fiesta de toros y se aprecia en los novilleros ¡Hemos “escuchado” 15 silencios de faenas!

También hubo volteretas y algunas lesiones. García Pulido fue tratado de un puntazo, Alejandro Peñaranda arrollado, Parejo, José Rojo y Carla Otero volteados…y cuatro de las cinco tardes brindaron un novillo a Diego Urdiales, que asistió a los festejos en un tendido: Peñaranda, Burdiel, Hernández y Jorge Martínez.

Entiendo que la taquilla debió multiplicarse todos los días por dos. Da coraje ver tanto hueco.

Las peñas festeras (Chispa, Tao y Lubumbas) le dan un colorido especial y muchas entradas a los festejos. Sus instrumentistas compiten en variedad y estruendo, ofrecen numerosas piezas charrangueras y los verdes, rojos, azules…brindan conciertos, coros, bailes, exhibiciones…a todos los novillos en el arrastre al desolladero. A veces el pentagrama se alarga y se mosquean los de enfrente. Pero qué sería de la plaza sin ellos… sus melodías y banda sonora.

Los profesores que dirige, con arte y destreza, el maestro Aurelio son generosos repasando los más populares pasodobles taurinos y contagia el sentimiento zapatista cuando atacan el “Zapato de oro” del compositor igeano Sáez Benito que acompaña el gentío y el orfeón lubumbista añade un ¡ole! oportuno y a compás al pentagrama guión.

Admirable la obra del CTA repartiendo con todo lujo y detalle los tarjetones con la descripción y “documentación” de cada toro y el orden de intervención de las cuadrillas: Picadores, banderilleros, “mozos de espás”, ayuda de mozo de espadas, apoderado, las fotografías de los novilleros…eso es dar facilidades para el que quiera degustar y precisar. Y ahí están las firmas zapateras apoyando con su publicidad admirable. Dan ganas de tener  200 pies para agradecer invirtiendo.

Su libro informa, centra y favorece la cultura taurina…tan escasa. Es historia pura del toreo en Arnedo, difusión de sus actividades, costumbrismo, gastronomía…Gracias a tantas firmas comerciales nativas. Me alegra ver Callaghan o Fluchos que conozco hace siglos y trato por esas ferias de Dios. Pero tiro mi gorra campera a todos los demás con el mismo agradecimiento por su apoyo torero. Sin ellos… ¡Y cada vez hay menos!

Y hasta “utraño”. No quiero privar de unas líneas al bochornoso uso de los aceros. Es una pena porque se cargan muchos trofeos y son finales con argumentos para animalistas y anti taurinos…con siete perros en casa y los padres “arrecogíos”.  Me cuenta un taurino detallista que entre pinchazos, estocadas y fallos descabellando se han sumado  92 agresiones. Y eso es falta de valor. Pinchan y salen huyendo a ver si hay suerte. O reculando si es con la cruceta. Porque saber cómo se mata lo saben todos ¡Y lo bien que lo hacen entrenando con el toro de ruedas y el fardo de paja como morrillo!

Lo anterior, con datos y opiniones, no romances, indica cómo está el toreo de los que han de sustituir y lo difícil que lo ponen a los que pretenden divertirse…y a veces pasan tres horas y se ve muy poco, no distintivo y original, uniforme…y para colmo esas escenas de pinchazos a baldes. Todo lo positivo ya está coreado y publicado. Lo anterior son simples datos que se me ocurren curiosos y debieran enmendarse y no es tan difícil si se trata de jóvenes que quieren tocar la gloria, la fama y el parné que es por las cosas que se juegan la vida y se la jugaron siempre.

LOS ÚLTIMOS PREMIADOS EN ARNEDO

El “Zapato de oro” de 2019 fue ganado por Francisco Montero que cortó una oreja a cada toro del Partido de Resina. Chiclanero y alumno de Emilio Oliva. Este torero tomó la alternativa el pasado julio en Orthez y cortó una oreja a su segundo, un gran toro de Dolores Aguirre, que lo hirió. La estocada fue premiada. Completaron el cartel Octavio Chacón y Sergio Flores.

Este año fueron premiados la ganadería de Cebada Gago, el picador Mario Herrero, el banderillero Raúl Cervantes, El Rafi por la mejor estocada y Fernando Plaza por el toreo natural.

El último “Zapato de plata”, novillada sin picadores, fue ganado por Carla Otero y el premio fue elegir novillada para torear este año en la feria arnedana.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTOS

-Francisco Montero, Carla Otero a hombros, Fabio Jiménez y los directivos del Club Taurino de Arnedo que demuestran, con publicaciones, colaboración y actividades, que son aficionados y aportan.