-Ausencias, tacañería y errores con “Clarito”, uno de los grandes escritores taurinos del S. XX, Cillero Ulecia incompleto y el torero harense Pedro Medrano, olvidado.

-José Antonio Medrano, calceatense, y el matemático y letrista taurino logroñés Fernández Novoa no constan.

-A Pepe Blanco y Rafael Azcona les “borran” lo taurino importante y cultural y olvidan a “los dos españoles” con momentos de actualidad melódica hasta internacional.

De Antonio Cillero Ulecia escriben cosas. Pero falta su muy significativa faceta taurina. En Logroño ofreció una conferencia titulada “La poesía y el toreo”. De documentada categoría. Escribió la letra  a los pasodobles de los matadores de toros Manolo Navarro y Rovira que llevó al pentagrama Agustín Ruiz Blasco, discípulo de Celso Díaz. Tiene preciosos poemas a Manolete y Yiyo, documentación histórico-taurina de Navarrete y sus ganaderías de  bravo. Él escribió de Alejandro Bobadilla y Los Prados de Navarrete y Calahorra por el S. XIX, de  Cipriano Sáenz “El Habanero” que compró reses a Ubis y Rubio y tuvo ganadería en la zona navarretana de La Mora y otros prados. Con casa y placita de tientas donde vivió la familia Castroviejo (“Los del Prao”). Adquirió vacas y sementales de Carriquiri. Vendió a Domingo, hijo de Laureano y padre de Fidel Rubio…Buen taurino este indiano de Navarrete. Creó afición y cada año daba por san Roque vacas gratis.

El día de Santiago, tras la misa mayor, los vecinos acudían al palacio y don Cipriano salía al balcón con blanca guayabera cubana: “Don Cipriano, el pueblo quiere vacas”. “Id tranquilos. Navarrete tendrá vacas gratis un año más”. Todas estas cosas taurinas e históricas, y más, solo las sabía y “dictó” Antonio Cillero.

Sobre el calceatense Bonifacio Gil García, bibliotecario que fue del CRM, se hace referencia a un cancionero popular taurino pero fue importante el “Cancionero taurino de Madrid”, en tres tomos, el libro “Muertes de toreros”…En 1988 “Los amigos de La Rioja” le hicieron un homenaje con una exposición fenomenal…ausente total de detalles taurinos. Por eso lo anoto.

Lo de César Jalón Aragón “Clarito”, ministro de Comunicaciones con la II República, presidiario, presidente de la Asociación de la Prensa organizando muchas temporadas en Madrid “la corrida de la Prensa”, escritor y casi toda su vida en Madrid, es…para calibrar la obra en cuestión. De este hombre hay cientos de páginas sobre su biografía y varias en “El Cossío”. Por dar un dato: En el Tomo 10 de “El Cossío” se pueden leer unas 30 crónicas de “Clarito”, medio siglo de periodista taurino puntero.

En “Riojanos en Madrid”, le dedican 14 líneas, están equivocadas las fechas de nacimiento, en Nalda, y defunción en Madrid ¡Como se lo cuento! Las correctas son 27-9-89 y 6-12-85. Toda la prensa nacional y algunos medios extranjeros, informaron sobre “Clarito” y su historial de forma extensiva con motivo de su deceso ¡Qué vergüenza!

Suprimen el apodo “Clarito”, que con admiración y acierto le puso el histórico cronista “Don Modesto”, por claro, e hizo popular y conque firmaba sus crónicas, y solo le citan  2 libros. Faltan “Grandezas y miserias del toreo”, base de todas las críticas de “siglos” posteriores, y “El cautiverio vasco”. Con Alcázar, Corrochano y Cañabate fue el cuarteto más célebre de la crónica taurina del S. XX. Escribió en la publicación “The Kon Leche” de Madrid, “El Liberal” hasta 1933, “El Ruedo”, “Hoy”, “La Estampa”, “Informaciones”… y en otras publicaciones e históricos libros compartidos como “Los toros en España”, de Orellana, que es lo más importante y completo que se conoce en Tauromaquia.  Mil páginas en tres tomos con las ilustraciones más importantes editadas del toreo.

En estos volúmenes comparte firma con Domingo Ortega, Álvaro y Juan Pedro Domecq, Conde de Colombí, Claude Popelin, Corrochano, Marcial Lalanda, Antonio Bienvenida, Ortega y Gasset, Camón Aznar, Laín Entralgo, Gregorio Marañón y Moya, Pérez de Ayala, Edgar Neville, Gerardo Diego…y algunos de similar cartel.

No olvidemos “¡Toro!”, primera tauromaquia en color y de la que fue supervisor con Álvaro Domecq. Casi 500 páginas de tamaño folio a todo lujo. Los dos títulos y publicaciones son de finales de los sesenta…y algo valioso más habrá que no recuerdo ¡Y el “consejo asesor” distraído! Me joden mucho, sin pensar mal, estos “despistes” caseros.

En junio de 1981, la “Peña 21” de Logroño se hizo cargo de los gastos en un homenaje que se programó a “Clarito”. Hubo un acto cultural en el Instituto de Estudios Riojanos al que asistió don César, Matías Prats, coordinador en Madrid con el homenajeado, y Diego Jalón que habló en nombre de su padre que al día siguiente asistió en La Manzanera a una novillada, visitó Cocina Económica…En la entrada al coso frente a la puerta principal de la “vieja” plaza un bonito relieve del escultor Reyes: “La “Peña 21” a D. César Jalón “Clarito”, ilustre escritor, riojano insigne y crítico taurino”. (21-6-1981). Para los del célebre libro como si oyeran llover. Lo taurino citado se reduce a: “Comenzó en “El Liberal” como cronista parlamentario  y después como crítico de toros en la plaza de Vista Alegre de Carabanchel” ¡Ole!

Le dijo en una ocasión Miguel Primo de Rivera que la política, como  el toreo, da igual que lo haga  la izquierda que la derecha si se hace bien. Contestó el riojano: “Pero para hacerlo con la derecha hay que ayudarse con la espada”. Fue escritor de prosa brillante y  modelo de imparcialidad. Leerlo es una delicia por su contenido taurino y por su exquisita y amena prosa mirando siempre con respeto al público “cuando el público se hacía respetar”.

Otra ausencia inexplicable es la de Pedro Medrano, nacido en Haro, 1931, “educado” en los Maristas de Logroño y Madrid y de siempre en el foro. Al final en Galapagar vivía. Sé que asistía al frontón madrileño con una peña de riojanos y también al CTR ya que allí adquirió la biografía de Pepe Blanco, “En La Rioja nací”, según me consta en una carta suya que conservo.

Pedro, a veces Pedro Juan en los carteles, toreó en Haro, pueblos de Madrid, del País Vasco, en algunos como Azpeitia con José Mª Recondo,  Portugal, Francia, Ciudad Rodrigo y otras localidades de Salamanca, en muchas plazas de La Rioja, Logroño y en bastantes ocasiones alternando con Antonio León y Jesús Domingo “El Motil”, luego Chucho Ortega. En Haro se anunció con  Vicente ´Martínez  “Niño de Haro” y en el festival de la Duquesa de Alba y otro a favor de la reconstrucción de la plaza de toros. Debutó con picadores en Palma de Mallorca y su final, ya mayorcito, fue en las plazas de Benalmádena, Torremolinos y tierras malagueñas.

En los años cincuenta, los riojanos Chucho Ortega, Antonio León y Pedro Medrano alternaban en los carteles regionales y los taurinos oriundos, e indiferentes con los aborígenes como ha sido norma, hicieron popular esta frase: “El chucho que no muerde, el león que no ruge y el medrano que no medra”. El paisanaje taurino que se desbababa con cualquier garrapo “extranjero” siempre fue un tanto despectivo y “grasioso” con los coterráneos. El maestro Miguel de la Fuente  compuso el pasodoble “Pepito Medrano” y es rara la tarde que no se escucha en las corridas de la “Semana Grande” de Bilbao.

Hay otro Medrano ausente, nacido en Santo Domingo de la Calzada en 1921 donde su abuelo, el célebre doctor Rivera, fue oculista. De toda la vida en Madrid. Se trata de José Antonio Medrano Rivera. Desde el año 50 hizo información y crítica taurina adosado a Prensa y Movimiento y colaborando con “Arriba” y “El Alcázar”. Murió a finales de 1997 en Rincón de la Victoria, Málaga. El 9 de marzo de 1950 ofreció un recital poético en el Cinema “Diana” de Logroño en la fiesta del primer aniversario del Club Taurino de Logroño.

Le editaron el libro “Toreros”, con gran encuadernación y a todo color, con una crítica biográfica estupenda de todos los toreros desde 1726 al 1965. Escribió numerosos guiones para el cine, entre ellos “Doce bajo la lona”, se movió por crear una asociación nacional de críticos taurinos y dejando obra de gran poeta dio nombre a “Versos a medianoche”, tertulia poética que creó con otros en Madrid. Obtuvo el primer premio de poesía en Madrid en 1963. El gran escritor, poeta y crítico taurino Javier Villán lo cita en su libro “Tauromaquias”: “Gran amigo de Manuel Alcántara, con Antonio Medrano poeta y crítico de toros en “Arriba”, respetado por su honradez y conocimientos, hablamos de Paco Camino”.

Sus antecedentes familiares fueron liberales pero José Antonio siempre manifestó un aire derechista, conservador…manteniendo un corte y calidad de gran persona que fue.

Hubo un catedrático de Matemáticas en la UNED nacido en Logroño, 1945,  con bastantes libros publicados sobre la materia que  se han utilizado como textos en centros docentes de España y el extranjero. Se trata de Jesús Fernández Novoa, fallecido  en el 2003 en Madrid donde ejerció la profesión. En los tomos de “El Siglo de Oro de la poesía taurina” pueden verse algunos de sus poemas: “El toro en tres cantares”, “A D. Antonio Ordóñez, in memoriam: Va por usted”, un poema magistral de 10 “capítulos”…que termina así: “Si el cielo es aficionado, verá lo que yo he contado porque él toreaba así. Lo que puedan ver allí tal vez sea, sublimado, aquel toreo pausado que me emocionaba a mí”.

También es autor de la letra del pasodoble a Rafael Azcona que puso en pentagrama el maestro riojano José Fernández Rojas. Su final dice: “Riojano de cepa pura, curtido al cierzo y al sol, de la ribera le trajo solera y frescura, gracia y ternura, chispa y hondura al cine español”.

A Pepe Blanco le refieren sus inicios taurinos de chaval en Logroño. Fue gran aficionado hasta su muerte y anduvo de “capeas” con Pedriles, El Rápido y Noaín. Vio en Logroño a todas las figuras de los años 20 y 30, a finales de los 70 toreó becerras en El Berrocal de Navalón con Julio Robles, en Cenicero con Pepe Tonetti y Pedrés y grabando “cantares” en “Río Bravo” del riojano Vicente Lumbreras.

Popularizó estas canciones toreras: “Capote bordao”, “La muerte de Manolete”, “¡Ay mi sombrero!”, “Romance de sol y sombra”, “El gran Reverte”, “Al son de mi pasodoble”…Y toreó festivales benéficos en las plazas de Las Ventas y de Valencia.

Declaró en “El Ruedo”: “Me hubiera gustado ser torero, pero tuve miedo. También me hubiera gustado ser figura grande de la pelota a mano. Pero para destacar hay que tener alguna cualidad sobresaliente. Yo la tuve en la garganta y el buen oído. Hay que estar delante para saber lo que es ser torero. Cómo será, que pasa hambre y calamidades medio mundo y no son capaces de quedarse quietos más que cuatro. ¡Que me lo digan a mí que me asustaba hasta toreando de salón!”.

A Rafael Azcona le dedican importante espacio y citan sus obras. Quiero añadir que su novela “Amor, sangre y lágrimas” de 1954 es totalmente taurina. Que fue socio del Club Taurino de Logroño y compartió un espacio taurino en la emisora local como guionista y locutor, que asistió a capeas cercanas a Logroño y toreó algunas becerras en festivales en la capital riojana, que dedicó poemas a Manolete, Litri, Aparicio, a becerros en el campo, que en muchos de sus libros hay pasajes y referencias taurinas, que le escribieron dos pasodobles taurinos y que en muchas de sus películas hay fondo taurino y en otras diversos pasajes y referencias toreras.

Como aficionado admiró el toreo de Antonio Ordóñez, Paco Camino, Luis Francisco Esplá, El Cid y su ídolo de juventud fue Manolete. Odiaba a muerte, los “gestos de rejoneador” mendigando palmas al rematar las tandas. Era taurino y conocía el toreo y la fiesta con profundidad.

En Logroño vivió muy cerca del Instituto Sagasta, en cuya biblioteca se formó, y del Ateneo Riojano que fundó Amós Salvador, sobrino de Sagasta. Escribió cómo a raíz de la Sublevación del 36 vio la quema de libros del ateneo en la calle, mangó alguno de Pío Baroja  y  otros “de contrabando”  que llevaron a Librería Merino.

En la escuela pública de la Normal de Magisterio admiró al maestro Gregorio Aragón, escribió alguna cartilla de enseñanza elemental, a quien acompañaba en ocasiones a su casa en la zona de Cascajos. Luego, don Gregorio vivió al principio de Calvo Sotelo siendo habilitado de Magisterio. Rafael en 1936, al cerrase la escuela que estaba en el Instituto de Sagasta, fachada a Duquesa de la Victoria, lo admitieron de “gratuito y para servir” en Escolapios. Una de sus prestaciones fue ser monaguillo del fraile que decía misa a los presos y represaliados en la plaza de toros de Logroño a la que asistió desde niño a los festejos y en la que participó en algunos festivales de becerras.

Otros nombres de riojanos, que hicieron su vida y fallecieron en Madrid, que echo de menos, son los de “Los hermanos Alcalde” que por los años cincuenta eran populares en Logroño, su lugar de nacimiento, y se trasladaron a Madrid. Eduardo Alcalde Zorzano murió por febrero del 2009, en Madrid donde residía, con 76 años. Fue considerado compositor y cantante.

Destacó Aniano Alcalde, nacido en Logroño en 1935 y fallecido en Madrid en el 2010. Se hizo muy popular por la canción, que compuso junto a Mª José de Ceratto, “Vivo cantando”. Fue  triunfadora por España en Eurovisión e interpretada por Salomé que la llegó a cantar en 8 idiomas. Era la época de Fraga Iribarne.

Aniano cantaba, tocaba la guitarra, componía, producía, comercializaba… siempre orgulloso de ser riojano y presumía de ello. Visitó con frecuencia Logroño cuyo Ayuntamiento en 1999 le premió “por su aportación a la música española”.

“Los dos españoles”, en sus inicios, popularizaron “Qué pena de vida”. De Aniano son “La tinta del calamar”, “La luna ya está en el bote”…que lanzaron Dolores Abril y Maruja Garrido y otras que cantaron Michel, Los tres Sudamericanos, Los Gritos, Raphael, Los Mismos…Aniano trabajó para Belter (Manolo Escobar, Los Brincos, Concha Velasco, Parchís…) y compuso para Rocío Jurado, Emilio José, que ganó el festival de Benidorm con “Marinero Cantor”, y  otros famosos artistas.

Como aficionado a la fiesta de toros debo dedicarle unas líneas de agradecimiento a  Jerónimo Jiménez Martínez, con gran espacio en el libro, por el nº 12 de “Cuadernos para la historia de Logroño”. Es todo un libro de  160 páginas titulado “La “plaza de toros” de Logroño en su setenta y cinco aniversario”. Lo guardo firmado por el autor. En el fajo de obras que le anotan a Jerónimo en varias páginas de “Riojanos en Madrid” no se cita “la herencia taurina” cuando es una recopilación importante ya que contiene el historial de la plaza de La Manzanera del 1915 al 1990 y refiere todos los festejos que en ella hubo con las fechas, carteles y resultados.

Jerónimo no fue taurino y no especifica novilladas con o sin picadores y otros detalles similares para taurinos “enterados” que son la minoría. Pero su histórica faena, como pieza orientativa de consulta, es una maravilla y única. Recuerdo, con cariño, cuando le comenté que señalando al toro “Tostonero” con el que Joselito inauguró la plaza, escribió que fue “bizco del ojo izquierdo” cuando en el toreo lo de bisojo se refiere al cuerno. Nos reímos del detalle y me dijo: “Si no lo comentas o publicas no se enterará nadie” ¡Qué razón tenía Jerónimo!  O en una corrida que nombra a Dámaso González…cuando fue sustituido por Dámaso Gómez

En el libro, con portada de Pepe Herráiz, hay fotografías de Belmonte, Pepe Luis, Manolete, Arruza, Antonio Ordóñez, Diego Puerta, Paco Camino, Paquirri, Tomás Campuzano, Chopera…y cien personajes más. Ahí están todos los toreros y banderilleros riojanos, caricaturas de otros, fotografías de señalados aficionados, de la vieja escuela taurina, de las dependencias de la plaza, del coso anterior, algunos carteles…y hasta los cronistas taurinos: antiguos, modernos y “de después”.

Jerónimo, que estudió bachiller en el logroñés Instituto Sagasta y Magisterio en la Escuela Normal de Logroño, ejerció sus primeros años de Maestro Nacional en Hernani y Éibar  para recalar en Cerezo de Río Tirón, Burgos, que limita con La Rioja y queda a 20 kilómetros de Santo Domingo y 67 de Logroño. Tierras de “La Riojilla burgalesa”. Se acercaba a su pueblo, Logroño, donde nació en 1934 y falleció con 68 años.

Desde 1967 ejerció de maestro nacional en el Patronato de san Bernabé, Logroño, escuela frente a Cocina Económica de la calle Rodríguez Paterna derivada de la que fue “Escuela del Padre Marín” y controlada por los Jesuitas. Ocho o diez años después fue nombrado, por el Alcalde Narciso San Baldomero, Cronista Oficial de Logroño y durante tres décadas  mantuvo en el “Diario Nueva Rioja-La Rioja” la sección “Logroño tiempo atrás”. Premios, medallas, distinciones, nombramientos…tuvo miles por apoyos a entidades, hermandades, asociaciones, cofradías… esencialmente culturales.

También vivió y murió en Madrid el célebre Antonio Abad Ojuel “Don Antonio”. Siempre se sintió orgulloso de haber nacido en La Ribera, Tudela, que implica Navarra, La Rioja y Aragón. En Calahorra vivió e hizo los estudios de bachiller, ejerció de letrado en Logroño y fue subdirector y director del semanario “El Ruedo”. También en la postguerra dirigió “Unidad”. Autor de numerosos guiones de cine, taurinos o no, y de los libros “Estirpe y tauromaquia de Antonio Ordóñez”, en el que escribe de su niñez riojana, y “Los Toros” en la Enciclopedia de Las Artes.

En el último semanario “El Ruedo” del 1963, escribió un artículo para enmarcar. Trata de la Tauromaquia de Domingo Ortega basándose en una tarde del toledano en Logroño en 1934: LOGROÑO (Tres momentos de Domingo Ortega).

Enfoca la alegría de las fiestas de San Mateo, de los pimientos, el vino, la luz  ribereña del Ebro, de los melocotones del Ebro o del Jalón comidos a pie del árbol, del soberano vino de La Rioja…Este año 63 fue el de la confirmación de alternativa del riojano  Antonio León en Madrid y de la alternativa de El Cordobés en Córdoba.

Mi querencia, cuando cito ausencias, es taurina. Pero de importancia histórica y con relación a La Rioja y Madrid. No quiero agotar con otros temas las aportaciones que se pedían en el aciago libro pero me dará alegría si a las que acabo de enumerar se añaden otras, vengan de donde vinieren, si están históricamente fundamentadas. Me encantará ampliar mis modestos conocimientos sobre el tema. Como taurino y esencialmente como riojano.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTOS (II)

-Roberto Bodegas, con capa, en el cementerio de Logroño (“Los muertos no se tocan, nene”).

-César Jalón “Clarito” en Las Ventas.

-Jesús Fernández Novoa y Rafael Azcona.

 -Pepe Blanco y “Manolete” en Logroño

-Ignacio Aguirre y Eugenio Mazón presentando “Toreros que aplaudió la mayoría”. CRM-1986.