Un poco menos de media entrada registró la Plaza de toros México este domingo en que se celebró el aniversario 76 de este recinto que tantas páginas posee en su historia y que ha visto desfilar infinidad de toreros, ganaderías y aficionados.

Ráfagas de viento visitaron el ruedo por momentos, como queriendo estar presentes en la celebración.

Se lidió un encierro de la ganadería de “La Estancia” mas que bien presentado con un exceso de kilos que finalmente acabaron haciendo estragos, digamos que cumplió en varas, siendo tan “nobles” que no hay manera de llamarles toros bravos.
Y si bien nos gusta ver el lucimiento de un torero, no podemos admitir que la bravura se ausente.

Joselito Adame tenía un compromiso sumamente Importante hoy con esta plaza que le ha visto crecer cada día y que lo tiene en este momento en lo más alto del escalafón mexicano.

Si bien es un torero que no a todos gusta, si tiene un mérito muy grande pues al lado de otros muchos que poseen cualidades artísticas mucho más refinadas, es quien ha mantenido la estela encendida y ha logrado forjarse un camino más claro en Europa.

No podemos considerarlo una figura mexicana en toda la extensión de la palabra pues las figuras llevan gente a las plazas, abarrotan y agotan el boletaje, y este no es el caso. Pero mi consideración es que es un torero honesto que ha escalado hasta donde está gracias a su constancia.

Y así fue su actuación en el primero. Tratando de agradar a los presentes, cumpliendo tanto con la capa con vistosos quites, como con la muleta. Pero algo hizo falta, la bobería del astado hizo que no nos sudaran las manos, y así sin más, tras pinchar consiguió una cerrada ovación únicamente.

Los guerreros de Odin, mejor conocidos como Berserkers, eran los hombres más poderosos en batalla. Cuando los romanos lucharon contra ellos se orinaban encima de ver cómo se transformaban, tenían la fuerza de diez hombres e iban desprovistos de armaduras y combatiendo con hachas danesas a dos manos. No sentían miedo ni dolor porque era un honor morir en batalla para llegar hasta el Valhalla y ser recibido por las Valkirias.

Al ver cómo se le iba por delante el peruano, José dejó el diminutivo para armarse como un guerrero y enfrentar a su enemigo dispuesto a lo que fuera con tal de salir victorioso.

Y así cubrió los tres tercios en un estado alterado de conciencia como si hubiera compartido el hidromiel con los Dioses Nórdicos despertando una ira que lo llevaría al triunfo de un modo u otro, pero hacía falta ese “uro” que por puro insitinto quisiera asesinar a su lidiador y el cordero manso desequilibró la escena. Finalmente tras una estocada certera el bicho pereció y el diestro cosechó un apéndice.

Andrés Roca Rey ha sido todo un caso en esta plaza.

Si bien es una figura indiscutible que abarrota las plazas europeas y sudamericanas, no ha logrado impactar a la México de ese modo. Pese a que mucha gente pueda considerar que es una plaza ciertamente fácil pues el público no es tan exigente y más bien en ocasiones peca de benévolo, tiene algo particular y es esa química que pocos han logrado tener con ella y que los ha catapultado a los cielos.

No fueron ni Joselito, ni Andrés quienes lograran abarrotar la plaza esta tarde y sin embargo lo logrado hoy podría cambiar el curso de una historia de amor.

No podía dejar Andrés, hoy que ha entrado en esa etapa de madurez donde ya no es la épica sino la estética la que lo pueden mantener en el limbo, de volver a intentar la conquista anhelada.

Con parsimonia como un poeta antiguo fue convenciendo y motivando al de “La Estancia” de darse la oportunidad de caminar juntos por unos minutos, de tocarse bajo las sábanas envueltos en un romance si bien de valentía, también de serenidad y templanza.

Acariciando con ternura para comenzar a provocar que los latidos se aceleraran hasta sincronizarse. Meció al toro provocando que la sangre hirviera y se desencadenara la pasión.
Y cada segundo las respiraciones eran más profundas, y el deseo aumentaba con gran consideración vinculándolos cuerpo a cuerpo. Lo tocaba como seguramente Goya tocó el cuerpo de aquella maja que plasmó con tanta belleza. Todo fue perfecto, la compenetración fue total. Se entregaron enlazados mano a mano transmitiendo todo ese furor a quienes “voyeristas”disfrutábamos de una escena candente.

Y todo fue perfecto y el clímax estalló entre los parroquianos y el torero, que vieron morir al amante en turno con el beneplácito del triunfo del peruano que paseó las dos orejas en señal de triunfo y ese romance con el toro, claramente tuvo su repercusión en el tendido y la plaza hoy aún puede recordar la seda, el oro y la sangre en su arena del romance de Roca Rey.

Su segundo no vale la pena ni mencionarlo. Los kilos le pesaron y la voluntad no valió para lograr replicar el triunfo.

Héctor Gutiérrez confirmaba su alternativa en la capital y fue en su primero que con mucha afición aprovechó cada instante para mover los hilos, para mostrar el lugar que quiere ocupar y conmover a los presentes. Trazo fino en su mano y un pincel boyante alcanzaron a esbozar un paisaje vibrante y cálido, logrando estremecer a algunos por su línea precisa y colmada de sentimiento. Lamentablemente no logró firmar su obra, echando a la borda lo plasmado.

Con el que cerró plaza todo se vino abajo. Era como un cuadro de expresionismo abstracto. Un dramatismo que no encontró colofón en su enemigo y que además con las fallas a la hora de matar lo hizo salir sin pena ni gloria. Hoy tendrá que empezar a recorrer un camino que puede tornarse árido.

Se despidió tras el paseíllo el gran picador de toros César Morales quien debido a una fuerte lesión en la columna no podrá volver a vestirse de luces sopena de no volver a caminar pues los impactos han causado serios estragos en su salud.

Gracias Cesar por tantas y tantas tardes de gloria!

La plaza anuncia este lunes una “experiencia taurina” en donde habrá un concierto, se tentarán vacas, habrá una clínica de pegas donde los forcados explicarán la lidia de un toro de rejones en su segmento.

Rifas, algunos juegos y amenidades, comida y fiesta en una apuesta que rompe los cánones que se habían conocido hasta el día de hoy en nuestra amada plaza y donde el público asistente podrá conocer un poco de las entretelas de la Fiesta!

Por Alexa Castillo