Hoy empezó la feria del toro de San Fermín con su tradicional novillada (más tarde la crónica), pero durante el paseíllo ha sucedido algo, por suerte todo ha quedado en una simple anécdota. Uno de los aguaciles de la Plaza de toros de Pamplona ha sufrido una inesperada caída cuando disfrutaba del primer paseíllo. El caballo estaba nervioso, e incluso en ocasiones se “encabrito” aunque el aguacil es un jinete experimentado, todo el mundo que haya montado a caballo, sabe lo moleste que es tener un animal nervioso y agitado bajo las piernas. Aunque intentó frenar el ímpetu del animal tirando de las riendas, lejos de conseguirlo lo agitó mucho más. En consecuencia, un resbalón, una caída, y aunque intentó agarrarse a su silla, fue inevitable la caída. Los subalternos corrieron raudos al rescate, que por suerte y como hemos dicho antes todo quedo en un susto, que pasa a formar parte de las anécdotas que nos dejará San Fermín 2019.

Probablemente el hombre habrá pensado que mal empezamos, pero como reza el dicho, no importa cómo se empieza sino como se termina.