Como siempre dije, si los demás no quieren lo tienes jodido. Es el caso de Pepe Moral que, como sabemos, es de los pocos toreros sevillanos que se ha quedado fuera del abono hispalense pero, vete tú a saber las razones, cuando todos creíamos que la baja que ha causado Emilio de Justo en la corrida de Victorino Martín, ese era el sitio y lugar para haber incluido a Pepe Moral, un buen torero que ha triunfado repetidas veces en el coso del Baratillo, y no precisamente con los burros infames de Juan Pedro. Insisto que, era el momento para que Ramón Valencia quedara como un señor ante este diestro que tiene mucho que decir, amén de todo lo que ya ha dicho en el toreo que, justamente en Sevilla, ha sido el gran escenario de sus pronunciamientos.
Pero como diría un refrán popular, no está hecha la miel para la boca del asno, habrá pensado Ramón Valencia, por eso ha dejado dicho festejo en un desaborío mano a mano entre Antonio Ferrera y Miguel Ángel Perera. Nunca sabremos los motivos que se cocieron entre bastidores a la hora de tomar la decisión oportuna para suplir a De Justo pero, barrunto, y creo que no equivocarme que, si de culpable hablamos, tengo el triste presagio de que han sido los dos toreros los que de común acuerdo no han querido actuar junto al diestro palaciego.
Supongo que, si consultaron a Victorino para que Pepe Moral entrara en dicho cartel, el ganadero de Galapagar no creo que pusiera la más mínima objeción y, como sigo barruntando, ha sido la empresa la que de común acuerdo con los actuantes antes referidos, entre ellos se lo han guisado y, llegado el día ellos se lo comerán y buen provecho que les haga. ¿Cuál es la razón de que le hayan cerrado las puertas de Pepe Moral? ¡El miedo! Sí, amigos, ese miedo escénico que aterroriza a la gran mayoría de los toreros cuando tienen como compañero a un diestro de menor vitola a la que ellos tienen. De ahí nace el terror al que aludo. Imaginemos que se hace el cartel aludido y entra a formar parte del mismo Pepe Moral y, para colmo, triunfa. ¿Qué daño puede hacerles a los otros dos que ya están de vuelta de todo? Lo que deberían de hacer es marcharse a casa para siempre porque por eso han ganado una fortuna y merecen el descanso eterno como toreros. Pero no, les sigue corroyendo la envidia y, como miles de veces dije, si queda algo en la “saca” se lo quieren llevar ellos y los demás que se mueran de hambre o que críen gallinas para poder comer.
Cualquiera tiene derecho a sentirse ofendido o apenado ante lo que le ha pasado a Pepe Moral, primero porque en primera instancia la empresa no contó con él y, ahora que había una oportunidad de oro para congraciarse con el diestro de Los Palacios, una vez más se le ningunea y le dejan tirado como una colilla. Y, cuidado que los éxitos de Pepe Moral en Sevilla han sido muchos, especialmente enfrentándose a los toros de don Eduardo Miura, amén de los que ha logrado en Madrid, Pamplona, Nimes y muchísimas más plazas en las que ha actuado teniendo, como resultado, éxitos de máxima relevancia. ¿Sirve de algo ser tan auténtico y legítimo como el citado diestro? Absolutamente para nada. Las pruebas con concluyentes. Eso sí, mientras Pepe Moral queda fuera de la feria, un desconocido y mediocre llamado Alfonso Cadaval ocupa un sitio de privilegio en los carteles. ¿Cabe canallada peor? Nunca olvidemos que, si de gestas hablamos, Pepe Moral es todo un artífice, por eso ha matado seis toros en solitario, ha indultado varios toros y, por encima de todo, es un auténtico héroe si de los toros de Miura hablamos. Siendo así, un respeto por favor, para este diestro admirable.