Muchos tuvimos un grandioso interés en conocerlo, algunos desistieron pronto en querer llegar a él, personalmente le busqué durante mucho tiempo,  aunque para llegar a él había que sudar, sufrir, adquirir conocimientos, sacrificarse, no rendirse ante los tiempos adversos que pudieran presentarse en el camino y un sin fin de cosas más.

En algún momento muy esporádico creí que lo alcanzaba, pero no, sé me escapó, llegar a él era y es muy difícil aunque no imposible.

Llegar a él imagino que debe de ser plenamente satisfactorio pero también difícil de manejar.

En algunos que llegaron a él les convirtió en personas desgraciadas, no supieron digerir la fama y la buena vida que este les proporcionó, conseguían cualquier cosa que se les antojase, tenían todo al alcance de su mano y el tener la posibilidad de alcanzar todo o casi todo con solo desearlo eso mismo hacia que ya no les hiciera feliz casi nada.

En el camino mientras luchaban y se sacrificaban e iban intentando llegar a su objetivo quizá también perdían muchas cosas y tenían que renunciar a otras, muchas de ellas les iban a ser en algunos aspectos recompensadas con creces otras posiblemente serían irrecuperables.

Por el contrario otros que también llegaron a conocerlo, nunca perdieron el norte, siempre supieron de dónde venían a donde querían llegar y nunca se olvidaron de sus raíces, poseían y poseen una inteligencia muy desarrollada, tenían una humildad que sólo suelen tener los seres inteligentes  porque la vida nos demuestra casi siempre que los más inteligentes suelen ser también los más humildes, eso les hace más grandes ante los ojos del resto.

He leído y observado la vida de los que le conocieron, a unos les vino grande no lo supieron entender ni manejar, quizá lo peor que les pudo pasar en sus vidas fuese llegar a conocerlo, no saber manejarlo hizo que sus vidas se arruinaran psicológicamente y en otros aspectos, algunos cayeron en el mundo de las drogas, otros en el alcohol, otros perdieron  el dinero que tenían, perdieron todo,  perdieron hasta sus amigos porque no supieron conservarlos cuando le conocieron y convivieron fugazmente con él.

Los que si supieron asimilarlo, entenderlo, digerirlo y lidiarlo, vivieron o viven muy felices con él.

Por cierto a todos los que le llegaron a conocer los presento una cosa que se llama «suerte» que siempre iba acompañada del trabajo.

A estas alturas de este relato los que me hayan leído sabrán que escribía sobre «El éxito», ese que todos perseguimos y muy pocos llegan a conocer.

Posiblemente fuimos o somos exitosos en algunas cosas y lo seremos aún más, cuando nos conozcamos más a nosotros mismos.

Julián Maestro, torero.