Me quitan las ganas de ir a Madrid a los toros porque si no sacas un abono para la temporada las entradas te las subieron al doble de precio e incluso algunas más.
Me quitan las ganas de ir a los toros a Madrid porque los domingos de julio los dejaron sin toros esperemos que esta temporada vuelvan otra vez.
Me quitan las ganas de ir a Madrid a los toros porque los carteles son muy repetitivos, apenas se busca el factor sorpresa o novedad.
Me quitan las ganas de ir a los toros a Madrid porque los triunfos de algunos toreros ya no tienen recompensa, ejemplo Javier Cortes que cortó orejas en la feria de San Isidro del pasado año y ni siquiera lo ponen una tarde este año y no sólo eso es que actuando una tarde en Madrid perdió parte de la visión de un ojo por un percance en dicha plaza.
¿Dónde quedó la sensibilidad de la empresa?, parece mentira que uno de sus empresarios allá sido torero.
Me quitan las ganas de ir a los toros en Madrid porque me consta que cuando algunos toreros modestos llaman o van a la empresa para pedir toros ni los reciben ni los contestan.
Me quitan las ganas de ir a los toros a Madrid porque una vez fui hablar para poner a un torero y ni me recibieron y cuando hice una carta pública en señal protesta por la indiferencia y el mal trato recibido, el resultado fue que pusieron al torero unos meses después con la del tío picardías para taparme la boca y tratar de quitar la cabeza al torero.
Me quitan las ganas de ir a los toros a Madrid porque toreros que torean en la feria de San Isidro y no tienen suerte los vuelven a poner en la temporada de verano otra vez y mientras se quedan otros muchos toreros parados en sus casas viendo pasar la temporada.
Me quitan las ganas de ir a los toros en Madrid porque si hablas eres conflictivo y te pasan factura y si te callas pasas por gilipollas.
Y para terminar como vivimos en un país dicen que en democracia y libertad escribo lo que algunos piensan y callan por temor a venganzas.
Yo quiero al toreo y a sus gentes pero no soporto lo que creo que son injusticias y como gracias a Dios estoy retirado de la profesión y no vivo de los que manejan este negocio me permito el lujo de ir a los toros donde quiero, cuando quiero y a ver los carteles de mi agrado cuando me apetece.
La tarta se la reparten y se la comen entre cuatro y si quedan algunas migajas ya veremos a quien se las damos.
Por cierto quiero hacer un breve inciso en este relato para publicar que el otro día el taurino, apoderado y abogado, además de buena gente Alfredo Fauró, llamó al matador de toros retirado Miguel Abellán para hablar con él y no le cogió el teléfono y tampoco le contestó al mensaje de Whatsap, la figura del apoderado apenas ya existe y a los pocos que quedan como Alfredo ni tan siquiera los contestan.
Curiosamente salieron los carteles de la copa Chenel y este año por venganza por un video reivindicativo donde mi sobrino Miguel Maestro, reclamaba su puesto en la copa Chenel y le decía a Miguel Abellán la ausencia de toreros madrileños.
A Miguel Abellán, le diría que por la edad que él tiene quizás ni sepa que siendo yo novillero, mataba una novillada en el año 1981 en El Álamo, su padre iba de sobresaliente en aquella novillada, que por entonces banderilleaba y le invité a banderillear uno de mis novillos , algún año después su padre se hizo banderillero y recuerdo que lo llevé en mi cuadrilla en varias ocasiones, varias novilladas picadas, año 1983 en Santisteban del Puerto (Jaén), año 1984 en Madrid, 19 de Marzo y 16 de mayo en la feria de San Isidro, le di a ganar algunos sueldos, porque tuve sensibilidad con un torero de toda la vida esa que tú no has tenido con mi sobrino Miguel.
Ojalá algún día habléis como hablan los toreros y los hombres y no juegues con su ilusión y sus ganas de luchar, porque eso de no ponerle en la copa Chenel por 3 años seguidos huele a venganza.
¿En qué se está convirtiendo el toreo?
En estas últimas semanas he leído la retirada de un matador de toros, de un novillero sin caballos y los que vendrán, les entiendo y les comprendo, cuando las ilusiones no se las alimenta se acaban por morir.
Desde aquí les pediría a los toreros que se unan, todos unidos ganarían más batallas, que no tengan miedo a represalias, todos unidos pueden conseguir justicia, cada uno por su lado les van a seguir tratando igual, recordar «la unión hace la fuerza», el contrapunto que buscan algunos es lo contrario «divide y vencerás».
El lema de alguno de los poderosos es como el refrán aquel que decía: «Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como».
Julián Maestro, torero