Deambulando por las instancias del museo taurino de Alicante, vi un cartel de la corrida concurso de Zaragoza del año 2000. Las ganaderías elegidas eran Miura, Partido de Resina, Victorino Martín, Guardiola Fantoni, Mª Luisa Domínguez y Celestino Cuadri, casi nada. Aunque lo más sorprendente del cartel, es que como único espada estaba anunciado el maestro Luis Francisco Esplá. A esto le llamo yo una verdadera gesta.

La real academia de lengua española define la palabra gesta como: “Hecho o conjunto de hechos dignos de ser recordados, especialmente los que destacan por su heroicidad o trascendencia”. Partiendo de esta premisa podemos decir que lo que aconteció en Zaragoza aquel año fue una gesta, digna de ser recordada, al igual que lo que hizo Javier Castaño en Nimes al matar a 6 Miuras en el año 2012, o Ivan Fandiño en Madrid en el año 2015.

Lo que Morante va a hacer en Sevilla se puede definir brevemente como gesto, o detalle. Nada más. Pero de ningún modo es una gesta, una proeza o una hazaña. Tal vez es algo único, e irrepetible, porque es muy dudoso que vuelva a enfrentar a esta ganadería, o cualquier otra considerada “dura” por las figuras en lo que le queda de carrera.

La noticia de la inclusión de Morante en la corrida de Miura, una de las corridas más esperadas de la temporada sevillana ha hecho que se vuelva viral. Imagínense lo malacostumbrados que estamos. Si Joselito “El Gallo” levantara la cabeza, a saber lo que le diría a Morante. Lo curioso de todo es que Morante sale de su zona de confort, en teoría, porque todavía falta la confirmación oficial. Esto puede servir como anécdota, en una carrera sin muchas gestas, ni grandes puertas grandes. Una figura que ha sabido vivir sin grandes triunfos, cosa que en otros tiempos no hubiera pasado de ser un torero de segunda fila. Ha sabido muy bien crear a un personaje, administrar sus esfuerzos, y convertir en proeza lo que es algo normal para muchísimos toreros. Incluso, lo que era normal para las grandes figuras del siglo XX.

Al final, el aficionado tiene que agradecer que salga del guión establecido por un sistema que perjudica la regeneración del escalafón. Y que tenga este pequeño gesto, sirva para iluminar a otras figuras, y animarles a salir de sus 5 ganaderías de siempre. Tal vez fue Sebastián Castella quien inspiro al de La Puebla del Río, o tal vez como homenaje a su idolatrado Joselito, sea como sea, hará que ese día se cuelgue el “no hay billetes”. Estoy seguro. Esperemos que el covid y la situación sanitaria, no aparten a Morante y Miura del camino.

Por Juanje Herrero