365 días quedan para el chupinazo, normalmente hoy hablaríamos de 24 horas, pero en un 2020 lleno de números cargados de desgracia, lleno esta primera línea con números de esperanza. Mañana no correrán los corredores y no cogerán los toros, pero sigue siendo San Fermín, sin fiestas, sin carreras periódico en mano y pañuelo al cuello, sin corridas por la tarde ni desayunos a las 6 de la mañana, no veremos calentar los músculos ni caras de pánico de los más nuevos, pero no tardaremos en verlos de nuevo.

Un día como hoy, hace tan solo un año, 1.300.000 personas disfrutaban o de las carreras, o de las corridas, o de las dos cosas, hoy nadie, pero todos lo pensamos, muchos seguimos teniendo la alarma puesta desde hace años a las 7.30 para levantarse y ver las carreras desde donde sea que estemos, porque en San Fermín, aunque sea por un rato, todos estamos en Pamplona, todos nos sentimos ese corredor que va por Estafeta o por cualquier otro tramo.

Vemos las caras de los corredores con un ligero sentimiento de querer estar ahí, o de poder sentir lo que se siente estando delante de la cara del toro. Porque los sanfermines, se ven, se corren, se disfrutan, pero sobre todo, se sienten; se siente el miedo, la muerte… y la felicidad.

Viva San Fermín, Gora San Fermín. Nos vemos en 2021.

Por Ignacio Escudero