Espectacular tarde de toros el pasado sábado en Andorra (Teruel), con un cartel de NO HAY BILLETES, respetando el aforo permitido y un público que disfrutó a lo grande en la primera corrida de toros de la provincia turolense tras el letargo de la pandemia.

Organizada por el empresario Carlos Sánchez, en la que se lidiaron reses de la ganadería Los maños, muy bien presentados, encastados y de una gran nobleza, a cargo de los diestros Sánchez Vara, Serafín Marín e Imanol Sánchez.

Tras finalizar el paseíllo, sonó el himno de España y se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del coronavirus.

Bien estuvo Sánchez Vara que demostró mucho oficio, valor y voluntad, en su primero compartió tercio de banderillas con Imanol Sánchez.  En la muleta se fue metiendo al toro aprovechando de la nobleza del mismo, aunque acusaba falta de fuerza, cortó una oreja. En el segundo trazó una extraordinaria faena,  un toro noble y encastado que obedecía a todo cuanto el matador le exigía y con el que el alcarreño se encontró muy a gusto, dos orejas corto Sánchez Vara a este segundo,  el de de Los Maños, Carcelero nº 54 fue premiado con la vuelta al ruedo.

Serafín Marín el segundo de la terna, si bien estuvo con su primero, con una gran faena y una estocada certera al que le corto una oreja, mejor estuvo en el segundo, extraordinario con el capote y un toro que al terminar el tercio de varas parecía que ya no iba a responder, la buena voluntad, el buen oficio del torero y sobre todo las ganas de torear y triunfar, fueron el cóctel  para arrancar una extraordinaria faena de muleta con varias tandas de ambas manos con las que consiguió , deleitar y encandilar al público con un toreo ralentizado, suave y de mucha clase,  mató de una estocada fulminante a la que público respondió pidiendo los dos apéndices y que incomprensiblemente para todos los presentes, el presidente únicamente le concedió una, oreja de ley.

Imanol Sánchez, el tercero de la terna y de la tierra, silencio en su primero el más flojo de la corrida en el que compartió tercio de banderillas con Sánchez Vara. En su segundo el quinto de la tarde y el de mejor estampa tras las banderillas con las que animó al público, le sacó una faena de tandas de derechazos con la muleta, una estocada ligeramente caída, y premiado con dos orejas.

En general una de esas tardes que mantienen y crean afición, en las que todos salen con buen sabor de boca, aunque la presidencia dejo notar su coterraneidad.

Por Mati Obiol

Fotografía Torofotos Alcorisa