Las corridas denominadas de PRE-FERIA acabaron el sábado pasado en Sevilla con el colofón tremendo de un heroico Manuel Escribano que al dictado de su apellido, dio fe y veracidad a los hechos, levantando acta y sentencia de lo que significa ser torero y llevarlo con  orgullo hasta las últimas consecuencias. El de Gerena escribió una página taurina difícil de olvidar que contrastaba fuertemente con lo que nos habían deparado días antes los diestros favoritos, enfrentados bien a toritos de guirlache o cantando la gallina ante los que ofreciendo dificultades necesitaban una lidia adecuada.

He ahí los mansos de Juan Pedro Domecq, santos de la devoción de las figuras. Lo son porque ¿para qué arriesgar si trasportando sin mayores riesgos a los que en tantas ocasiones les permiten lucimiento, salvan la papeleta y a otra cosa?  Nada se pierde por ir a lo fácil, para eso gozan de la predilección del público. Más aún, por no se qué misterio (o sí lo sé) los corifeos tienen un gran predicamento y anestesian a cierto sector del público para minimizar los desmanes de sus ídolos, echando siempre la culpa al toro, sus sartenazos con la espada que se quedan en expresiones como “mató mal” teniendo, además, justificación oportuna a  sus espantadas, sencillamente esperadas. El botafumeiro se pone en marcha siempre, hagan lo que hagan. Y saben ustedes a quien me refiero especialmente. Los críticos y comentaristas televisivos si hay que hablar de las Guerras Púnicas para que mientras, no se escuchen los pitos de desagrado, pues se habla, porque los que hemos visto la corrida somos tontos al parecer y queda la presunción  de que  prevalece lo que diga la persona, o personas que dirigen la opinión. Luego pasa lo que pasa, que terminan por llevarse el gato al agua los que no eligen ganadería y se acomodan a lo que salga. Y es que unos lances bellísimos tienen mérito si se ejecutan a un toro de trapío porque el toreo de salón lo bordan muchos si no hay riesgo, Y no está mal tener como referente al inolvidable Joselito “El Gallo”, aquel torero tan inteligente e importante, que lo fue en todos los campos de la tauromaquia, pero imitar al diestro de Gelves no es tanto copiar sus ternos toreros, sino el pundonor, el poderío de lidiar todo tipo de castas, entre otras cosas.

Aparte de la proeza de Escribano, en la PRE-FERIA, hay que anotar la excelencia de los toros de Santiago Domecq, la casta, una vez más de los Victorinos, el triunfo de Perera y el buen hacer de un puñado de toreros-Garrido, De Miranda, Urdiales, Borja Jiménez, Luque- y el bautismo de Roca Rey con los Albaserrada que le honra y que despertó lamentablemente una reacción del público sevillano en lo que parecía hasta una confabulación con la Banda de Música que le negó injustificadamente acompañamiento filarmónico a sus faenas, no carentes de mérito. Muy fea la actitud de la agrupación que hizo piña con los sevillanos para ponerse en contra del peruano por aquello de su rivalidad con Daniel Luque ¡Cómo defiende Sevilla a sus toreros!

Ayer domingo, encendido el alumbrado de la Feria de Abril comenzó propiamente la FERIA TAURINA. La corrida de rejones inició estos ocho días feriales que cerrará el hierro de Miura. Veremos que nos deparan estas jornadas de las que se seguirán haciéndose eco los medios informativos.

Por otra parte, y porque no todo lo que acontece en el mundo taurino está en la Maestranza, y abundando en los toros que descubren a los toreros importantes, me parece de interés la corrida que tiene organizada el excelente empresario taurino Jorge Buendía, en Palos de la Frontera. La Feria que acompaña a la festividad de San Jorge se precia de contar este año con los toros de Cuadri, de gran reputación y no menos renombre como toros encastados. La bonita plaza del Descubrimiento vivirá el próximo domingo, 20 de abril, la guapeza (para emplear términos taurinos) de quienes se   enfrentarán a la divisa de color morado, amarillo y blanco.

Aprovechando la magnífica impresión causada en la Maestranza por el diestro David de Miranda, ha emparejado el empresario, en un mano a mano, al torero de Trigueros con el matador Jiennense Curro Díaz. Al buen momento que atraviesan ambos matadores se une el conocimiento que ambos tienen del hierro de Hijos de Celestino Cuadri, muy especialmente el onubense por su cercanía con la ganadería que pasta en el término de Trigueros, su tierra natal. Toros famosos por el respeto que infunden y por ser el de Cuadri, un animal distinto, de encaste propio. Corrida, tanto para los aficionados toristas como para los que gustan del toreo elegante y de los toreros artistas, que no deben, por serlo, rehuir nunca de estas ganaderías míticas. Ahí está el mérito.

Francisca García.

Nuestro compañero Héctor de Castro, con su talento, nos muestra la faz hermosa de los diestros citados.