No somos aficionados de ver muchos espectáculos por TV. y por supuesto, cuando lo hacemos prestamos poca credibilidad a los locutores, que casi siempre dan por bueno y fantástico todo lo que allí pasa, y no debe de ser así. Lo bueno es bueno y lo malo es malo.

El sábado vimos un espectáculo extraordinario en todos los sentidos. Nada que ver con lo que llevamos de feria. Es cierto que Victorino hace unos años no necesitaba anunciarse con figuras y en sábado para llenar la plaza. Tardó en entrar en Sevilla, pero lo consiguió, es de lo poco que no controla Matilla, de momento. Corrida limpia de pitones. La primera de lo que llevamos de feria, ya está bien.

Manuel Escribano torero injustamente tratado por el sistema. Basta ver lo que lleva toreado, dónde y con quién. El sábado quedó demostrado que estamos en tiempos donde el toreo lo han convertido en estética, y para eso no hace falta ni toro que es lo que buscan, y lo tienen conseguido. ¿Y cuándo llegan días como el de citado sábado que, además de estética hay riesgo y emoción que dicen?  Se le ve el plumero. Les echa abajo todo lo que han contado hasta ahora.

Volviendo a Escribano y su gran tarde. Fiel a su estilo, tuvo la suerte de cara ya que el toro no le hizo tres cachos en un momento y después tuvo los cojones de salir maltrecho y dar todo lo que tiene, no sin antes haber sido intervenido con anestesia local para, tras el festejo ser intervenido de nuevo y marcharse al hospital.

No hace falta torear como Romero o Paula para que Sevilla se ponga en pie. En la plaza estaba Espartaco que tampoco toreaba como Romero. Es cierto que se aliviaba cuando podía.

No es menos cierto que mataba de todo. Lo que no hace ninguna figurita de hoy. Si este cartel se da el domingo de resurrección, ¿dónde quedan los actuantes tanto toros como toreros que actuaron ese día? Claro eso no entra en el sistema ¿Y cómo está el sistema? Pues ya lo ven, en fase terminal. Con paliativos. Ellos mismos reconocen que no hay suerte de varas. Pronto harán lo que han hecho en Madrid con las corridas del mes de julio. Dirán que es deficitario y lo quitarán.

Tendrá que caerse del todo para que se den cuenta de que la estética solo no vale. Que tiene los días contados. Que la gente va a Sevilla y a Madrid no a ver toros si no a que le vean a él. El espectáculo actual no engancha al público porque es una estafa. Por eso con tardes como la contada, uno se da cuenta de lo estamos a punto de perder, el mejor espectáculo del mundo. Con tardes como la descrita la fiesta se defiende sola y pone las cosas en su sitio.

Escribano tendría que haber firmado anoche mismo 50 flechas a dinero. Ya les aseguramos que por desgracia no es así. Borja Jiménez se volvió a ganar estar en todas las ferias por delante de otros que ya tienen contratos hasta octubre. Pronto sabremos si Matilla está implicado. Los contratos lo dirán. Roca vendió la tarde como una gesta importantísima. Cuando lo normal sería hacerlo un día si y otro también como fue siempre. Por eso había plazas llenas y ahora no las hay. Había empresarios que hacían las ferias pensando en él que paga. Ahora las hacen pensando en ellos. Así estamos y así nos va.

Gran tarde la vivida con los toros de Victorino Martín, con Borja Jiménez y con ese héroe llamado Escribano, de hacer aficionados. A ver si alguien se da cuenta coño.

Rafael Ortega