-El que quiera ver toros-toros que se asome a la publicación valenciana, líder en difusión de festejos populares…y más.

-En un momento de morterazos a la fiesta de “toros” con desmoche, abrochadura y escobilleo sospechosos, alegran las pajarillas ejemplares “pasados” pero…de verdad.

 Como cada edición, me obsequian Moreno Comes y su cuadrilla de redacción con la publicación “Els bous. La nostra festa”. Me paso unas horas en grande…viendo toros. Ya sé, ya sé que sus arboladuras cornudas no serían propias para el toreo comercial, algunos sí valdrían para algunas plazas “especiales”, pero se quedan las imágenes de lo que es un toro en puntas. O lo que son las puntas de las defensas de un toro. Por cierto: En cientos de visitas al campo de bravo no recuerdo vacas mochas. Aunque visitando dehesas de bravo también pueden admirarse en vacas madres y algunos sementales respetuosos y auténticos.

Pero esta revista citada tiene tantos cientos de fotografías a todo color…que uno lo pasa en grande contrastando los toros de “calle”.

Le suelo dar unas vueltas y junto a numerosos hierros de aquellas tierras, algunos muy famosos y con vitola de categoría, desconocidos entre los aficionados reglados, hay otros que sus hermanos se anuncian en ferias de postín y algunos hierros de largo historial.

Supongo que cuando alguno se pasa de cuajo, edad o bieldos, se vende a las cuadrillas del capítulo “toros de calle” que me consta son muy formales en el trato y no dejan pufos para el “ya te veré”. Pagan dinero alto y a muchas ganaderías les sirven para tomar aliento en malos momentos comerciales o de disminución de festejos.

Benditos sean los toritos de la cuerda, los de las antorchas, los que suben escaleras y los muchos que son driblados, corridos, doblados, anillados o recortados por los mozos y no tan jóvenes que supongo los citarán hablándoles el “valensiá”. No se le da la importancia que tiene, comercialmente, la salida de reses bravas lidiables a tierras mediterráneas o por allí cerca.

Me viene al puchero el recuerdo de la novela de Manuel Vicent que guionizó para el cine el genial Rafael Azcona y está ambientada en Valencia por los años cincuenta y sus festejos populares taurinos.

“El Bola”, un gordinflón adinerado, trata de explicar cómo se coloca un par de banderillas al quiebro al enterarse de que en una capea lo intentó Tomasín y fue herido de muerte. Describe muy bien el gordito cómo hay que dejar llegar al toro a la jurisdicción y por banderillas lleva dos plátanos. ¡Qué dos genios los escritores Azcona y Vicent!

En las dos últimas ediciones hay reportajes interesantes con estampas de campo muy buenas. Diré que hay numerosas fotografías de premio grande y abarcando mil facetas que se apartan de los clásicos documentos de buen toreo, que también gusta ver en otras publicaciones…cada vez menos por desgracia y “olvido” comercial de los supuestos aficionados.

Escribo de otras y creo que la única que se mantiene es “Aplausos” que da gusto tenerla en las manos por reflejo de los festejos, anuncio de los que vendrán, entrevistas interesantes, artículos de opinión diversos y respetables aunque no se compartan todos los conceptos…y también muy buenas fotografías actuales, históricas y otras que no sabría cómo nombrarlas.

Qué pena que no comparta con la referida publicación páginas taurinas “6 Toros 6” que contenía apartados muy didácticos…y se acabó entre la COVID y creo que la indiferencia “consumista”. Aquel diccionario…los cuadernillos…

Lo bueno de las “revistas” es que ahí quedan noticias para siempre. Suelo disfrutar  con revistas de más de un siglo que consigo en algunos anticuarios.

Los reportajes aludidos  en “El Bous” se refieren a los toros de Ana Romero, que dirige su hijo Lucas, y pastan en “La Cobatilla” del histórico y vistoso pueblo gaditano Alcalá de los Gazules. Me ha parecido ver alguno de los toros que triunfaron en Azpeitia hace escasas fechas y que superaron un poco a los maestros…que se atrevieron a anunciarse. Lo cual ya es dato a favor.

La otra ganadería mentada es la de Lamamié de Clairac tantas veces admirados en La Moral de Castro, tierras charras de Garcirrey, y que hace siglos no la veo anunciada en plaza alguna. A veces han disfrutado de las becerras de ese hierro los entonces novilleros riojanos…por los años 70…80…Lo tengo todo muy revuelto.

He visto muchos toros de “primera” disfrutando de barras y talanquera. Observo que uno de tantos “carriquiris” lo señalan entrando en quiebros y recortes con alegría y nobleza destacando por movilidad y fondo. Y otros muchos que me vienen sin esfuerzo.

Rocío de la Cámara, Fuente Ymbro, Juan Pedro, Domínguez Camacho, Adelaida Rodríguez, Marqués de Albaserrada, Luis Algarra,, Núñez del Cuvillo, Cuadri, Bañuelos Barcial, Isaías y Tulio Vázquez, Araúz de Robles, Gerardo Ortega, Monteviejo, Martín Arranz, Peñajara, Jandilla, Pereda, Los Chospes…

El capítulo referido al anuncio de festejos es de lo más amplio y detallado. Incluye todo el país valenciano y poblaciones de Navarra, La Rioja, Tarragona, Guadalajara, Teruel, Zaragoza…concreta el día, la hora, si son vacas, toro embolado, recortes, desafíos, entradas, toros de plaza…Detallazos que denotan interés, cariño y cuidado por parte de los redactores.

Un milagro tener una revista tan completa, tan bien hecha, con tanta publicidad y ofertas comerciales de aparatos y medios para promover festejos…Se nota vida…y hasta provoca envidia de que en “los toros de siempre” no se aprecie ese entusiasmo.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTOS

-Revuelto de estampas copiadas de “La nostra festa”. Los pies que los ponga el lector a su gusto… o se los imagine.