-El toreo estuvo en la vida española y siempre atrajo personajes diversos, con categoría artística y peso cultural.

-Ya no lo está ni los taurinos son capaces de ponerlo. Los gobernantes tampoco.

-El Cine, la Pintura, la Canción, la Literatura, el Teatro, el Deporte…tuvieron, y tienen, relación amistosa con el mundo taurino y en el toreo se inspiran en algunos casos.

Hoy más que nunca, con la actualidad capitalista del animalismo, los anti taurinos guerreando, el maltrato animal con noticieros especiales, los perros por los hogares, los niños en las guarderías y los padres ancianos en los centros de acogida para mayores y asilos o similares con otros nombres, te cruzas con bípedos desahogados que se atreven a darte una reprimenda por ser partidario del toreo, sin meterte con nadie y respetando el boxeo, submarinismo, la caza y el tiro pichón o el motorismo, la escalada y otros deportes de riesgo. Ignoro si sucede en grandes poblaciones pero en “lugarejos” donde casi todos nos conocemos…o distinguimos… suele suceder. Cualquier pela jopos indocumentado te pone una banderilla a ver si te dueles o simplemente por joder “con gracia” al personal que pilla a mano.

Te achacan tus escritos, libros, querencias, argumentos…hasta que los paras en seco y los mandas al puto carajo, con malas formas, porque las romanzas de intelectuales de churrería y corrillos cerveceros son grasientas…pero sin sustancia y sin gracia ni documentación alguna así como para interesar y respetar. Hay gente muy fresca atacando gustos o querencias personales. Les cuesta asimilar que cada uno se da gusto como quiere y aunque sean vejestorios, y hasta estudiados, no han aprendido que discrepar es distinto que estar en contra.

Como ocurrirá con otras aficiones, no superficiales sino vividas por convencimiento,  el toreo relaciona y no quiero poner ejemplos leídos o de oreja sino vividos como ha podido sucederles a otros miles de aficionados. No me refiero a profesionales en cuyo caso la conveniencia comercial o similar aportaría otros argumentos.

Hotel Conde Rodrigo en la salmantina Ciudad Rodrigo. Salida a un tentadero, con Gallito de Alfaro en sus comienzos por inicios de los años ochenta, a la finca de Atanasio Fernández en Campocerrado, lugar con solera por raigambre y tradición y una institución  ganadera. “Yiyo” y su apoderado Tomás Redondo, no disponían de “campo”, coincidieron con el grupo riojano y solicitaron si podían acompañarnos a echar la mañana aunque no torearan ¡Cómo nos íbamos a negar! Luego destacó “Yiyo” y lo mismo él que Tomás no olvidaron la atención con detalles de amistad y correspondencia toreando festivales taurinos en La Rioja a beneficio de alguna entidad popular o benéfica y de forma totalmente desinteresada.

Plaza de toros de Las Ventas. Una corrida más. En un tendido Pepe Blanco, uno de los tres riojanos más admirados y célebres, por votación popular en el diario “La Rioja”, del S. XX. Protagonista de películas, con más de 150 canciones de estreno, numerosas de ellas dedicadas al “toreo”…Puro en ristre, traje impecable y me atrevo a saludarle: “Soy riojano. Un primo hermano de mi padre fue compañero suyo en Almacenes Garrigosa de Logroño…”.  “¡Hombre chaval! Pronto voy a ir a Logroño. Dame el teléfono que te llamaré para vernos y hablar de toros”.

La amistad, impagable, duró hasta su muerte. Qué buen taurino y mejor gente fue Pepe Blanco y que ratos más buenos me dio. Estaba ya en el último jalón de su vida. Pero fue bonito. De amplias vivencias, vida de artista destacado…y fama generalizada de buena gente en el mundo del arte. Admirado, universal y querido.

La Rioja taurina carecía de una enciclopedia, libro, diccionario, historia, glosario…de sus protagonistas, desde los ayudas de mozos de espadas hasta el último cronista, aficionado destacado, picador, banderillero, maleta, becerrista, ganadero, empresario o matador de toros. Se me ocurrió editarla sin paraguas alguno.

A través de Pepe Illera, El Naranjero, Pepe Rioja, El Pirulí, Pepe Renta, Valentín Ruiz, Paco Miranda…todos riojanos y aficionados, algunos vistieron de luces y tuvieron cartel positivo, tuve noticias de Rafael Azcona y su relación taurina con los “toreros” paisanos de su tiempo. Le envió un ejemplar de “Historia taurina de La Rioja”, su amigo de juventud Pepe Renta, y después de revisarlo el gran escritor de cine, me llamó personalmente para señalarme ausencias, brindarse para el prólogo del volumen siguiente, donde yo las incluyera, y mantener contactos amigables hasta su muerte ¡Todo por los toros!  Eran los primeros años noventa y Rafael, que de joven participó toreando algún festival de aficionados, se sorprendía cómo “salían” matadores de toros aquellos años en La Rioja donde no había ganaderías de bravo…y los laureados como aficionados de lujo tan poco ayudaban a los aborígenes. Rafael fue el mejor escritor de cine español…y firmas de prestigio afirman que europeo. Esa “vaquilla”, aquel “pasodoble”… ¡Un monstruo!

Última feria de Sevilla y comodidad en gradas de sombra. En el cartel Diego Urdiales. Disfrutábamos de la tarde en plan familiar y, sin habernos cruzado en nuestra tierra  jamás, coincido con un riojano de Alfaro con alto nivel empresarial y cultural: José Ignacio Martínez Manrique. Varias conferencias de tema taurino ha dictado en España, Norteamérica, Rusia…Consta, con fotografía incluida, en “El Cossío”… ¡Una alegría! Su padre, “Paquillo”, regentó una barbería en la Plaza Chica alfareña, convertida en una seria tertulia taurina. Muchos años  estuvo a cargo de la puerta de chiqueros en la plaza de toros de La Florida. Una nueva suerte…por asistir a los toros. Un taurino riojano con entidad mundial y desconocido en su tierra.

Tertulia en Soria. Una más de las cientos que uno ha mantenido. Pero muy especial la que compartí con el campeonísimo de la nieve Paquito Fernández Ochoa. Nos acompañaban los toreros Pablo Lozano, Emilio Muñoz… ¿Juan Mora…? No toreó esa feria el local Palomar, ya en lo último de su seria y meritoria carrera, y nos desafiaron unos familiares del torero soriano asistentes al acto por el respetuoso comentario de Paquito señalando la importancia de Palomar y como ya no estaba en su momento profesional óptimo. Paquito toreaba festivales, sabía de toros y no faltaba a San Fermín donde solíamos coincidir y echar un ratico de comentarios taurinos y recuerdos. También coincidíamos alguna tarde en Zaragoza. La fiesta de toros por medio.

“Los muertos no se tocan, nene”. Película basada en una novela de Rafael Azcona. Allí caí, o me echaron…para “ser” presidente del club taurino, del que era socio el muerto, y cirujano de la plaza de toros. Y por “taurino” tuve la fortuna  de cruzar unos ratos impagables con Roberto Bodegas, director, guionista y actor, muy buen aficionado y muy de Haro y La Rioja, y con el pobre Alex Angulo, un actor para descubrirse, maestro de primaria sin ejercer y muy ligado familiarmente a Calahorra.  También estuvo de chaval en el internado  de  La Salle en San Asensio, La Rioja.  Hasta esa oportunidad eran “casi” desconocidos para mí.

Rodando la película conviví con Carlos Iglesias, director y actor de lujo, Juan Jesús Valverde, un intelectual devoto del cine y su ambiente, la profesora María Galiana, seguidora y defensora de Curro Romero…Todo se lo debo a una causa taurina…afición, profesión o actividad que tantos soguillas denigran sin argumentos.

Lo del director José Luis García Sánchez fue un lujo que nunca podré agradecer, o la amistad y confianza con el productor ovetense Juan Gona. Todo “por los toros”. Por ser aficionado taurino. Así de claro. Y por lo mismo he tenido la suerte de coincidir y tratar a Agustín Díaz Yanes. Director de cine, guionista, escribió el guión de la película “Belmonte”, muy buen aficionado  y de chaval entrenó de salón y en el campo preparándose “para ser torero”. Dijo de él Rafael Azcona: “Es el más indicado, de los directores y guionistas actuales, para hacer cine taurino”.

Capítulo aparte merece Alex Angulo. Un actor…mundial. De cine, de teatro y de televisión que en la primera conexión me habló de las vaquillas y encierros que degustó de chaval en Calahorra, donde tenía fuertes raíces familiares muy directas y en cuyo cementerio está inhumado, de las tardes de toros en La Planilla…Comediante, farandulero, histrión, intérprete y de humanidad desbordante.

¡Y tantos que no me vienen! Todo me llegó por el mundo taurino al que cualquier tuercebotas resentido trata de forma frívola y despectiva, hoy más que nunca, sin saber de la media la mitad y sin definirse contrastando por exquisiteces más “dignas” e intelectuales en sus aficiones…ejemplares. Que las hay.

Con tiempo, traería actores como Pedro Osinaga, muy taurino, músicos, escritores, alguno francés como el gran André Viard, que nos ha dejado un extenso tratado del mundo ganadero de bravo incomparable por texto e ilustración…Unos cuarenta ejemplares de “Tierras taurinas” que son un lujo histórico de este torero que tomó la alternativa en Dax, mediados los ochenta, con Manzanares, Espartaco y un toro de Carlos Núñez y la confirmó en Las Ventas un par de años después alternando con El Bayas, Jorge Manrique y un toro del Marqués de Domecq.

Incontable es el número de dibujantes y pintores taurinos con los que uno se ha cruzado en el ambiente de la fiesta de toros y con algunos ha sido abundante la amistad y convivencia. Por dar una muestra, eran impagables las charlas con Luis García Campos “Maravilla”, lo mismo en momentos de exposición y feria de Bilbao que en otros por dehesas ganaderas de Salamanca donde vivía implicado en el ambiente del campo bravo junto a dehesas  cercanas a Tamames. Fue matador de novillos un par de años. Al repetirlo en un “gache” que había toreado el año anterior vio que no iba por buen camino y colgó los trastos.

Gran aficionado, además de excelso pintor, es el cántabro Indalecio Sobrino que insinúa el alma de lo que plasma, escribe muy bien de toros y es ejemplar taurino. La última señal es que preside la Junta Taurina de Santander  desde el 2021. La Comisión que organiza la feria cántabra.

¿Y cómo era José Puente, paisajista, dibujante, acuarelista… después de enseñarte su estudio en la buhardilla de un alto edificio en la madrileña plaza de Santa Ana? ¿O tomando unos vinos, tantas veces, en compañía de Curro Fetén? O el buenazo de López Canito, otro histórico del  pincel…y el catalán Luis Badosa, Alcalde Molinero, Vinyes, caricaturista taurino de cinco estrellas o el zaragozano Carmelo Calvo, otro caricaturista mundial…Y el torero grandón y “sevillano” John Fulton, dibujante y pintor. A todos, y muchos más, los traté o conocí  “por los toros”. Estoy muy agradecido y la lista de grandes figuras sería interminable. Son un ejemplo de que el toreo tiene una base cultural  y sociable indiscutible y ejemplar que desconocen los opinólogos analfabetos.

Podríamos escribir páginas de escritores, en diversas facetas, de músicos…poetas, comediógrafos, guitarristas (no olvido a “mi” Manuel Morao, patriarca jerezano de la sonanta),  actores…para contrastar con tarugos que únicamente ven en el toreo detalles para el desprecio y la condena. ¡Qué Tauro, al que utilizó Zeus para seducir a Europa, les perdone y los convierta!  O los utilice. Estos tipos suelen ser un pedazo de carne fofa bautizada. Aunque sugerir, por broma, mitología griega o detalles de adorno no creo que lo entiendan quienes más que por discurso se arriman a la manada por esnobismo y falta de motivaciones que cada segundo ofrece “el mundo” para protestar con fundamento a favor de la especie bípeda maltratada…con la que comparten y conviven sin escrúpulo ni consideración alguna.

Hace un rato demasiado largo, y no se harta, que Putin trata de asustar al mundo y aniquilar Ucrania y los alrededores con pasmosa seguridad asesina, frialdad de verdugo poderoso y el pase del desprecio a los argumentos, algoritmos y poemas de medio mundo. Este gachó sí que es un animal que provoca fiestas deplorables para que los animalistas y otros tontos polarizados se luzcan. No los toros de lidia que antes de salir a una plaza ya son un bien ecológico demostrable por todo el que tenga información y buenas intenciones.

Pedro Mari Azofra 

PIES DE FOTOS

-Los pintores Indalecio Sobrino, John Fulton y Carmelo Calvo, el guitarrista Manuel “Morao” y el director de cine Díaz Yanes con Diego Urdiales y Fernández Casado.