Por el poco público, pareció que el madrileño Carabanchel estuviera en Boston: El hambre de toros, la afición madrileña…pura milonga.

Urdiales, El Juli, Ureña, Aguado, Ortega, Rufo, Luque, Roca Rey, De Justo y los “tres” con los «Adolfos» me vienen a la mente cuando inicio este escrito.

La empresa de los hermanos Matilla se merece una ovación por arriesgarse y no tirar la toalla con alguna disculpa en el primer tercio.

La media de presentación en las corridas ha sido de nota alta y la organización ejemplar.

Con Roca Rey y Pablo Aguado, la primera entrada decente. La prosapia figurante y figurinista y el sector del divineo ocupó los lugares de postureo y fotogenia. Y con ellos…público anónimo y oliente. El primer toro, de Vegahermosa, manso encastado, le dio un puñado de cornadas al banderillero Juan José Domínguez. Manso y rajado fue el segundo de Jandilla, bravo y bueno para torear el tercero de Garcigrande, astifino su colega cuarto, que se acobardó y defendió pronto. Sin gracia ni embestida el quinto de Cuvillo, romo. Astifino, noble, bravo y repitiendo el sexto de Cuvillo. Se acabó pronto e hirió grave a Aguado al entrarle a matar.

Roca Rey demostró poderío de tirano toreando. Quite por saltilleras y remate con brionesa, circulares con limpieza, dominio, autoridad, quietud y temple seguro bajando la mano y ensartando los pases. Lo anterior requiere valor. En el tercero, diversidad capotera, muleteo de rodillas y vertical por ambos lados, como un poste, dejándose rozar y a veces… un poco pelma. Lo que se asimila mejor que las huidas o lejanías. Trincheras iniciales al quinto, derechazos y redondos bajando la mano y naturales sin ligar. En general, seguro, convencido, entregado y sin comedias. José Chacón dejó arriba dos pares.

Pablo Aguado meció el capote a lento compás. Belleza en diversas estampas. Lujo asiático en verónicas al cuarto. Despacioso y limpio. Acuna más que torea. Para el reloj. Buena estocada. Diego Ramón Jiménez se lució en dos pares. Con el sexto anduvo suave por el derecho en varias tandas. Gira plantas, remata con el de la firma, cambia de mano, lleva parado al toro en naturales, recortes, adornos…Magia y duende. Algo que se lleva dentro y no lo conoce nadie como dijo Sordera de Jerez. “Eso tiene que nacer en la persona”.

TOROS DE LA FAMILIA MATILLA: MODELO DE SERIA PRESENTACIÓN

Menos de 1.000 personas en el coliseo taurino. Toros serios y astifinos.  Con movilidad, trapío y acometida. Veleto, bueno y bravo el primero, capacho, noble y repitiendo con emoción el segundo, desigual repitiendo, toreable, flojo y discontinuo el tercero y repetidor, bravo y veleto el cuarto. Incansable embistiendo con emoción. El quinto, el de menos cuajo, se mueve con importancia y es irregular acometiendo. El último, cornalón, es pronto, pero nervioso, distraído y se raja. Se ha dicho que lo esencial en los toros es la movilidad. Me gustó la corrida para probar al personal. Si los toros fueran carretones el toreo no existiría porque todos daríamos pases.

Perera toreó bien por verónicas, suave en tandas muleteras  por ambos lados con aguante y dominio, oficio, valor ante dudas y miradas bóvidas, seguridad…mereció una oreja. Faltó más reunión y sobró pico ventajista. Curro Javier se lució con los rehiletes. Buenos y muchos derechazos en tandas a su segundo. Pero muy iguales. Como los churros. Muchos naturales…vulgares. Una tanda dextrorsa muy templada y segura, otras…pero no acaba de domeñarlo. Sigue toreo al natural mezclando algún tropezón…Muchos pases sin emocionar y mal espadazo… Javier Ambel se lució en banderillas.

Ureña lució veroniqueando por delantales. Hizo el toreo auténtico esencialmente con “la de torear”. Muchos y buenos. Derechazos lentos y naturales mejores, cintureados, hondos, largos, dominando…Naturales haciendo escuadra con dominio…mereció oreja y la faena fue de dos. Muy importantes los trincherazos al quinto, meritorio por el derecho al no quitar la sarga de la cara y serie sublime  por valor y dominio al natural. Añade otra más limpia con peligro del toro y el final semi de frente a pies juntos es un lujo hasta con el broche de la firma.

Daniel Luque, se ganó la sustitución, sorteó el peor lote. Destacó con buenas verónicas en ambos y estuvo por encima. Revuelta fue ovacionado en dos pares.

DIEGO URDIALES: TOREO CLÁSICO PARA LA HISTORIA DEL TOREO Y SAGRADA

La corrida de Victoriano tuvo movilidad, puñales córneos, presencia, codicia, problemas y argumentos de prueba. Astifino y veleto el primero, repitió fijo hasta que se acobardó y rajó.  El segundo, capacho y astifino, noble, repetidor, encastado y transmite humillando. Corniapretado e irregular el tercero. El sardo cuarto, veleto, astifino, transmitiendo con gran lado derecho. Palmas en el arrastre. El mejor del encierro. Corto de embestida, claudicante, veleto y astifino el quinto. Astillano, desigual, difícil y sin entrega el último.

Diego Urdiales se fue a los medios con un haz de verónicas y dos medias a todo compas. Doblones toreros, bien colocado y firme en algunas series por el derecho de buen corte. Buena estocada. Pirri y El Víctor ovacionados en cuatro pares. Por el derecho sentó cátedra por temple, quietud, corte y personalidad en varias tandas al  cuarto. Los broches con trincheras y de la firma fueron pinceladas de exposición. Los toques y “andaduras” para no olvidar y hasta cuando hubo de perder algún paso para componer la estampa estuvo en torero. Siempre colocado y con premio justo.

Manzanares anduvo ligando pero un poco lejano y sin reunión corta. Al natural dejó escenas soberbias, aguantó firme y falló a espadas. Duarte se lució en dos pares. Con el otro poco que contar salvo tanda derechosa y buena estocada.

Roca Rey, tras estatuarios iniciales,  tuvo momentos con ambas manos con pasajes de trazo largo, dominio y apreturas. Hasta una voltereta. En el último trajo con la pañosa a Chicuelo, Villalta y Briones el mejicano con vistosidad. De rodillas en los medios, cambio por la espalda y derechazos. Aguantó muy firme y convencido en series por ambos lados, tragando dudas del toro y sin triunfar.

Muy sereno el varilarguero Sergio Molina en el tercero, milagroso Juan Carlos Tirado en un quite a Viruta y lucido con las frías José Chacón.

ORTEGA DERRAMA EXQUISITEZ Y “EL JULI” SORTEA EL MEJOR TORO

Toros de Garcigrande y unas 2000 personas. Ni para chufas. Destacó el quinto, bizco del derecho, por acometida, repetición, nobleza e importancia. Puede ser el más transmisor de la feria. El sexto, astillano un poco delantero, astifino, noble, claudicante y un poco reacio. El primero, bizco y tuerto del derecho, parado y claudicante. El cuarto, bizco del izquierdo, no pasa y topa. El segundo, flojo, claudicante y justo de trapío. Cornicorto y sin raza. El tercero, cornicorto, veleto y anovillado. Distraído y sin gas.

Morante, dos verónicas y media de nota alta al primero. Trasteo, algún derechazo a media altura…y pinchazos. Estocada al cuarto ¡Vaya pelo que tiene Morante!

El Juli liquidó con buena estocada al segundo tras algunos pasajes vulgares y un puñado de derechazos templados. Buenas verónicas al quinto y prólogo de muleteo semiarrodillado con dominio para añadir otro engarzado y seguro con la derecha. Cambios de mano, el de pecho…y toreo con la zurda limpio, lento, de mano baja y ligado. Buenos momentos  derechosos, remates con molinete y de la firma,  poder, técnica y hondura en muchos momentos de buen trazo. Estocada.

Juan Ortega hace un toreo con sentida naturalidad, calidad artística y en todos los pasajes se aprecia exquisitez y elegancia. En el soso tercero regaló redondos acompasados y con estética superior. Por el derecho hubo gusto, lentitud y sentimiento y hasta cuando sale por los riñones, tras doblarse, rezuma torería y compostura. Al natural desbordó por trazo y estética.

En el sexto inició el regalo flexionándose en ayudados tras buenos aires con la pañosa. Dejó algunos momentos para esculpir y me vienen tres naturales excelsos y algunos más con remates toreros, parsimoniosos y sentidos con final afarolado y golpes de torería andante antes de la fea estocada. Torero para seguir. Revuelta se lució en dos pares muy ovacionados.

BROCHE A PLAZA VACÍA CON “ADOLFOS” SERIOS, JUSTOS DE CASTA, EXIGENTES Y DIFÍCILES

El cartel que cerró la feria fue el de los toreros “modestos” o no de “arriba” y el de los toros fuertes que en las ferias suelen colocar como compensación por algunos toretes de otros carteles. Como para cubrir o completar los baches y exigencias.

Los tres toreros estuvieron con un valor, preparación y animosidad dispuestos a todo y a nadie disgustaron. La escasa asistencia sintió que fallaran  con los aceros para premiarles. Solo hubo una vuelta al ruedo para Juan Del Álamo.

El primero, corniabierto escobillado, de corta y noble embestida. Astifino y cornalón el  cuarto. Bravo, desigual, peligroso y enterado al final. Capacho astillado, reacio, mirón con peligro y violento el segundo. Astifino y cornalón el quinto. Difícil y sin continuidad.  Corniabierto, veleto, soso y repitiendo a media altura el tercero. El último fue manso, cornivuelto astifino, raro y corto embistiendo.

Del Álamo trasteó hacia los medios para derechear fijo y reunido en un par de tandas. Templó algunos naturales en varias series y siempre estuvo bien colocado volviendo a derechas al final. Estocada. Mereció una oreja pedida más que muchas que aquí se han regalado. Muy buenas verónicas y dos medias y algunos pasajes correctos con la derecha al manso que pareó muy bien Jarocho. Buena tarde.

Román demostró, una vez más, ser un torero importante pero pincha más que las ortigas…y se va. No remata. Para progresar es preferible estar regular y matar bien, o al golpe, que estar bien y matar menos que el cólera. En el segundo estuvo valiente, importante, puso a la gente en pie, se cruzó, acercó, supo dejar la muleta tras cada pase…y mató fatal. Con valor, entrega y colocación estuvo en torerazo y se jugó el tipo enhebrando derechazos con cercanía, poder sereno y algunos con largura. Lo jodió todo con la toledana. Dos buenos pares de Pablo Simón.

Buenos aires de lidiador mostró Garrido en el tercero. Relaciona derechazos en tandas, pierde pasos cuando debe y templa en ocasiones. Buena lidia y gusto llevando al sexto al parapeto y excelente por verónicas saliendo a los medios. Ovación a Antonio Chacón tras dos pares con las frías en el último toro de la feria que tuvo tandas oleadas  por el derecho, pases sueltos, por ambos pitones, algunos fajos relacionados y siempre el extremeño anduvo por encima del manso.

Haría viaje por estos carteles: Toros de Matilla para El Juli, Diego Urdiales y Juan Ortega y toros de Victoriano Del Río para Ureña, Roca Rey y Pablo Aguado. En Las Ventas.

Pedro Mari Azofra