-Para mí, Fabio Jiménez mereció el “Zapato de Oro”, por novillo y por faena, y admito y comparto que para otros lo mereciera Hernández.

-Toreros como “El Juli” no torearon de novilleros en Arnedo y otros como Lara, Jerezano, Chicuelo, Pérez, Ortiz, Vilches, Morilla, Lechuga, Campos…consiguieron el trofeo y no “despegaron”… por arriba.

-Sería importante un mano a mano Jiménez- Hernández en Valdemorillo, Arnedo por Marzo y otro en Madrid con novillos de Adolfo, Fuente Ymbro, Alcurrucén, Cebada Gago, El Pincha en Pamplona…¡O unos cuantos más!

-Es humano que los fallos de jurados en todas las artes se presten a diversidad de opiniones e interpretaciones.

Hace lustros que por el precio de la amistad colaboro con información taurina “de plaza riojanas”  en varios medios nacionales y regionales,  apuntalando mi afición e inquietud, y relleno el tiempo con lectura de todo lo taurino que se edita y con escritos sobre lo que me gusta o se me ocurre, cuando  me viene la gana, como elijo  y utilizando el espacio que me apetece. Todo, más o menos taurino o con referencias próximas al tema. No trato de convencer a nadie y los pasajes reales que me ayudan se prestan al lucimiento de exégetas taurinos…que hay a manta y muy obtusos ¡Suerte!

De la tarde del riojano Fabio Jiménez en Arnedo, cuando septiembre se apagaba, firmé una crónica en “Aplausos”, única revista taurina que se mantiene viva en el toreo, con este inicio: “Fabio Jiménez, primer lanzamiento del Zapato de Oro. Presenta su candidatura a triunfador del certamen dando un importante toque de atención”. El resultado fue de 3 orejas y fuerte petición de la cuarta por lo que “presentar su candidatura” es normal y consecuente como aspirante.

En las páginas de “torosdelidia.es”, a toro pasado y resumiendo lo acontecido en la feria arnedana, escribo que Fabio “fue el único premiado con dos orejas en un novillo y mereció más las 2 orejas en el otro, torazo armado y codicioso. Fue muy importante lo del chaval en el 6º teniendo en cuenta el novillo” Aprovechaba en cuatro folios para señalar las 9 orejas de 60 “lidiadas”, los 18 avisos, las 14 “faenas” silenciadas, las 92 agresiones con tizonas y crucetas, los buenos pasajes de los subalternos en varas y rehiletes, la aportación del club taurino, peñas y banda sinfónica locales, la media alta de novillos en comportamiento y presencia, los premios, ya casi olvidados, del 2019, la falta de vibración o diversidad torera, los coñazos de hastío muletero, con mediocridad y somnolencia incluidas…y cosas así ¡Comparando! Ni tocar el zapateado.

En “Riojasport”, revista mensual deportiva independiente que aprovecho para recordar que existe el toreo, puede leerse, casi en noviembre: “Tengo para mí, que Fabio mereció el ZAPATO. En la Rioja taurina es histórico ser justicieros. La feria es más insigne que los matices oficiales y personales”. Simplemente.

Me han “abrasado” con notas, llamadas…que si ni puta idea, que no estuve en la plaza, que las manías, el regionalismo, la leche y la sombra malas…Próximos a Navidad, solo quedan recuerdos pues dispongo de dos hermosas papeleras en la biblioteca – escritorio donde paso la vida… ¡Y 7 contenedores de Urbaser a un paso!

LO QUE “ME SE” QUEDÓ

Siempre respeté, no compartí,  las personales jerarquías y criterios de “aficionados” que valoran según los recursos, oficio, valor, pureza…a estilistas, clásicos, taquilleros…pero personalmente considero básico el toro o novillo y el control del trazado y la velocidad torera. Nada difícil de apreciar y sin tratar de convencer a nadie pues los hechos reales se prestan a la más diversa interpretación. El toreo “sublime” con torillos claudicantes, afeitados, dormidos, al paso…sin víspera de peligro ni rivalidad, no me emociona ni me interesa. Lo soporto.

Esto “mese” quedó de Hernández y Jiménez en el recuerdo, más o menos, meses después de su tarde arnedana…tan cuestionada y ya olvidada.

1º de VH. Cornicorto, romo y soso. Derechazos, temple y quietud. Naturales largos, limpios y en poco espacio. Estocada. Aviso y 1o.

2º. Serio, codicioso y humilla repitiendo. Derechazos embarcando bien y firme. Naturales largos, curvos, sin pasos. Desarme. Faena extensa y final vulgar. Pinchazo y estocada. Aviso y 1o.

1º de FJ. Tras bronca y protestas repite con calidad. Verónicas de buen corte. Buenas series por el derecho, excelentes naturales, acople, trincheras, ayudados igualando. Variedad. Estocada. 2 o.

2º. “Toro” armado, combativo, fijeza, bravo…Lances de recibo dominando, doblones, naturales buenos con pasos, derechazos con aguante, estética, temple, dominio, importancia, toreando…Ayudados igualando y estocada. Aviso y 1 o.

Creo que lo que hizo el de Alfaro a ese torazo, que asustaba y buscaba pelea y muleta, sin afligirse,  fue muy importante y poco corriente. Sin quitar mérito a la actuación de Víctor Hernández que en la votación superó al riojano Fabio en cuatro o seis votos, oiga ¡Mucha diferencia en valoración! De ahí mi reacción.

El alfareño, tras 4 años en la Escuela Taurina de Salamanca, sabe torear. Conoce la técnica, colocación, pases, adornos,  coreografía…para estar torero en la plaza. Pasar de ahí…destacar…consolidarse…puede  llegar. Pero el trofeo de Arnedo le hubiera ayudado con publicidad “gratuita” y ante el equilibrio se lo hubiera adjudicado ¡Por la faena, que me atrapó…y por riojano si faltara algún detalle!

En La Rioja contamos con un nativo figura incontestable del toreo: Diego Urdiales. Con triunfos en Sevilla, Bilbao, Logroño, Madrid, Salamanca, Valladolid, Arnedo, Zaragoza…Pero vendría que ni pintado que funcionara Fabio Jiménez y llegara al escalafón superior con fuerza. Los festejos en La Rioja se están mermando y en algunas plazas han muerto. De nada sirve la retórica, el asociacionismo, los homenajes y premios, las insignias y condecoraciones, los romances y la poesía si no hay festejos. Y con toreros aborígenes sería lo ideal para justificarlos. Ocurre que en esta tierra a los pocos indígenas que han surgido destacando les han puesto palos en las ruedas o indiferencia. Lo anterior no implica que todo sea aceptable y coreado pero al menos ha de merecer crítica, indiferencia u olvido. No inquina.

La “historia” y los datos son ilustrativos. En el 91 estuvo superior el riojano Pedro Carra, en Arnedo, con un “toro” de Martín Arranz: Templó por los dos pitones, pareó y mató de estocada y descabello espectacular. Una oreja, pidieron con fuerza otra…y el ZAPATO se lo llevó a Pamplona un tal  Paquiro que obtuvo una oreja y 14 votos. Seis fueron para el de Calahorra ¡Sospechosa diferencia!

En el 95 empató a votos Diego Urdiales, natural de Arnedo -La Rioja- con Uceda Leal. Tuvo que esperar Urdiales tres años para llevarse el ZAPATO porque en el desempate se inclinó el comité por el madrileño apoyado con los votos del paisanaje riojano nativo.

El año 1983  el exquisito torero charro de Vitigudino, y buen pintor, Ricardo Sánchez Marcos empató en la votación con Emilio Oliva y en el desempate  se designó triunfador al gaditano de Chiclana. Correcto. El salmantino obtuvo una oreja y el chiclanero dos en la misma tarde. En la votación final empataron a 11 y en el desempate venció Oliva y obtuvo el ZAPATO.

Pasa el tiempo, y el torero salmantino coincide con algunos de la comisión zapatista, del jurado…o así, en el campo charro, tomando unas copas…y se lamenta de no haber sido triunfador en Arnedo, “con lo bien que estuve, lo bien que me puso la crítica…”. Esas cosas naturales de comentar pasados los años. Y hete aquí que le replican: “Como la prensa estaba a tu favor votamos por Oliva”. Como lo leen.

Ricardo, mucho después, presentó una exposición con su obra, por el año 95,  en Logroño junto al informador taurino, también pintor, Carlos Manuel Perelétegui y disfrutando en una bodega particular nos reímos comentando la anécdota en plan jocoso y sin ningún resentimiento. Toreaba muy bien Ricardo y hasta en sus pinceles se nota la especial vena torera. Varios años se ha podido admirar su obra en los pasillos de “La Glorieta” salmantina durante la feria taurina.

Aquel año, casi a diario  se llenó la placita arnedana,  cortó una oreja, a un novillo de Albaserrada, el riojano Gallito de Alfaro. Toreó Lucio Sandín y Campano, con mucho cartel por esta tierra y al que ensalzaban y seguían “contra” Gallito, escuchó pitos y bronca en sus dos novillos. No recuerdo el hierro pero fueron portugueses los utreros. Sí aplaudí que se programara una becerrada con Amilburu, Buzarrita y Jeromo, de la Escuela Taurina de La Rioja. Tres añojos de buen trato. Espectáculo deleznable con pinchazos, cantidad de avisos, desarmes, revolcones, carreras…Un festejo para olvidar que me ha “venido” después de casi medio siglo.

Defender el paisanaje torero no implica ser palmero de lo negativo, ignorar los buenos detalles y contar o escribir, razonándolo, lo que no ha gustado a nadie, la falta de quietud, las huídas…y otras actitudes que nada tienen que ver con la normalidad de aprendizaje o lo profesional y que suelen aportar escenas y pasajes ridículos, achuchones, volteretas y decepción. Pero cuando hay atisbos que se apartan de lo anterior en positivo habrá que señalarlos y si los autores son del “vecindario” con más razón si argumentos existen para hacerlo.

Esta temporada 2022, Hernández ha toreado unas 20 tardes y Jiménez la mitad. Llegará el 2023 y para ambos será un año taurino definitivo con y sin zapato. El áureo trofeo lo saborearon otros siglos Lara, Chicuelo, Jerezano, Pérez, Ortiz, Vilches, Morilla, Lechuga, Campos…y llegaron cerquita. Roca Rey no fue calzado con los votos selectos y ya me dirán qué tallas gasta el pájaro dejando el número de las zapatillas cada tarde marcado en la arena y con el público emocionado. Con inteligencia y valor esculpe la animalidad y se hace cargo de las embestidas. El Juli, por problema de inclusión del desayuno en el ajuste, no llegó a torear en Arnedo, ni otros como Camino y Litri. Y han funcionado o funcionan. Los hay que torearon en el viejo coso de La Paz y en El Sendero, se fueron sin premio áureo y funcionaron o funcionan en las ferias. No recuerdo con premio zapatista a Daniel Luque y hace un rato ha hecho gran temporada por arriba.

En el año que se acerca  habrá novilladas decisivas, para avanzar y justificarse, en Castellón, Sevilla, Valencia,  Madrid, Pamplona, Bilbao…y otra vez estará Arnedo. Ahí se definirá el porvenir y se aportarán argumentos para consolidarse y estar bien casi todas las tardes con sustancia, fundamento y público convencido de cara a una alternativa sonada y con éxitos continuados…y populares.

Si el toreo fuera…sería precioso resolver dudas con un mano a mano Jiménez- Hernández en Valdemorillo por febrero, por marzo en Arnedo y otro par de ellos en Madrid y alguna plaza “formal”. Con novilladas serias. Competencia, desafíos, riesgo, afán de superación, de escalar, de dar la cara, de interesar al público…Así se resuelven las cosas y no largando y tapándose con disculpas. El cliente medianamente aficionado sospecha que “todo” está calculado, sopesado, medido, ajustado, prevenido…Y si no lo está muchas veces lo parece y todos lo intentan. Empezando por “las figuras”.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTOS: Fabio Jiménez en Arnedo y en un tentadero en “Río Bravo” de Carlos Lumbreras. Víctor Hernández, 1 oreja, Mario Navas, 1 oreja y Jorge Martínez con el ganadero de bravo Rafael Cruz Iribarren el primer día de feria en Bilbao.