José Luis Pereda es un hombre que tiene una historia que contar. Una Historia de superación, una de esas personas que lucho contra la adversidad, contra viento y marea y que al final obtuvo recompensa, una persona que se ha ido haciendo a sí mismo en cada etapa de su vida.

Este hombre apenas disponía de una efímera suma de dinero cuando formo su familia, nadie le regalo nada, pero supo crecer tanto personal como profesionalmente, era una época convulsa en España… había mucha necesidad, en ciertas provincias apenas llegaban ayudas… y él supo ganar el pan…innovar, pensar más allá de los límites y llegar a ser un industrial, empresario y ganadero de éxito. Todo un ejemplo a seguir.

Un hombre que solo ha sabido luchar y mirar por los suyos, por llevar a su familia lo que un día él pudo carecer, dar todo… muchas veces sin pedir nada a cambio. Facilitar la vida de sus seres queridos desde el prisma de trabajo y superación.

Tal vez no sea un héroe pero si ha sido un padre, que ha dado confianza a los suyos, que les ha facilitado las cosas, que les ha colmado de bienes, de ética y de educación. Probablemente hoy se arrepiente de dar tanto sin exigir nada, tal como se han ido sucediendo las cosas, tal como le han dejado fuera de lo que el creo con tal sacrificio, y que fue legando con mucha ilusión.

El señor Pereda se hizo empresario de la plaza antigua de Huelva en 1984, la remodelo y creo la primera plaza multiusos de España… dejando los bajos de la plaza para instalaciones profesionales… fue toda una visión, de un hombre que iba un paso adelante que el resto.

Hoy en día a juicios con sus mismas hijas, yernos y un sobrino por dicha plaza… y esta es la triste historia que hay detrás de un gran hombre.

En 2017 fue ingresado para operarse de una grave enfermedad en un hospital de Sevilla, tuvo una larga recuperación, cerca de año y medio… cuando ya estaba listo para retomar su vida, se fue a su plaza, a su pasión, a rencontrarse con “La Merced”, con su despacho, con su rutina…  fue cuando llego, que se dio cuenta que le habían hecho la cama…la llave no entraba en la cerradura, le habían cambiado la cerradura, su familia actuaba de modo intimidatorio contra el… cómo es posible que el ser humano caiga en tal grave sacrilegio, sabiendo que todo lo que tienen es gracias al mismo hombre que ahora desprecian.

Ahora se enfrentan a un largo y tedioso proceso judicial para determinar la verdad… el error de José Luis Pereda, quererse jubilar y legar sus empresas a personas que no la merecían… como iba a pensar el que el enemigo lo podía tener comiendo a su mesa. Lo que dirá la justicia constitucional, puedes ser una cosa, pero está claro que la justicia divina va a condenar los hechos tan despreciables… ¿Cómo quedar a un padre fuera de sus empresas, quedar a un suegro sin voz ni voto en sus negocios, y quedar a un tío con una puñalada en la espalda?.

Eso no se hace, uno no muerde la mano que le da de comer, y menos cuando esa mano es un padre que se ha desvivido por su familia, que solo ha querido lo mejor para ellos y que puede demostrar que les ha dado todo lo que tienen. Espero que entren en conciencia y piensen sus actos, pero el dinero es muy malo consejero y el egoísmo es un demonio que nunca acaba de morir.

Solo desear que cualquiera de esas justicias que existen en este mundo hagan ley y causa con nuestro protagonista… pues su historia no es una telenovela, esto ha pasado en la vida real y para muchos será difícil entender el proceder de estas personas, que carecen de empatía, de sentimientos y en definitiva en cierta parte de humanidad. Duras tal vez sean estas palabras pero nada se ha dicho que no sea verdad, y en mi entender duele más el comportamiento que otra cosa… porque solo un padre puede saber el dolor que siente al perder moralmente a ciertas hijas.

 

Por Juanje Herrero