Terminadas las fiestas de La Visitación, desde nuestra Asociación procedemos a hacer un balance objetivo y palpable por todos los saucanos y foráneos que han presenciado los festejos populares taurinos en honor a las fiestas patronales de Fuentesaúco.
Ha sido objeto de opinión la presentación del ganado que ha protagonizado los espantes. Numerosas han sido las opiniones que han corroborado lo que primeramente dejamos explícito en nuestras declaraciones. Han sido novillos con caja, acorde a la ganadería y encaste del que proceden, pero de caja vacía, sin cuajo ninguno, muy palpable en los cuartos traseros del ganado. Ha sido también apreciable que una característica tan reseñable de esta ganadería como pueda ser el desarrollo prominente de cuartos delanteros era totalmente inapreciable. Hablando coloquialmente, novillos de extrema delgadez que contrastaba con las desarrolladas cornamentas que poseían.

En cuanto al comportamiento de los novillos, todos hemos podido apreciar el derroche de casta y bravura que han desplegado, incluso calidad en las embestidas que han podido llevar a cabo en el recorrido urbano, a los cortes y chaquetazos.
En otras condiciones, podría haber sido ganado muy apto para la correcta celebración de los espantes. Si se hubieran trabajado correctamente desde hace meses, si hubieran estado hermanados con una parada de cabestros apta para Fuentesaúco, y si hubieran tenido el trapío y la presentación correcta para los espantes desde luego hubiera sido así, porque condiciones no les ha faltado a los novillos. De boca de numerosos encerradores del pueblo, “entraban mejor al espante que los propios cabestros”.

En cuanto a la gestión y ejecución de los propios espantes, creemos que no es exagerado decir que Fuentesaúco este año ha dado la peor imagen posible, ha sido un completo desastre. Se puede hablar de que era imposible manejar a los cabestros, de que los novillos se arrancaban a los caballos con facilidad, pero todos esos aspectos deben ser estudiados y gestionados con anterioridad para minimizar sus efectos. Se sabe de sobra que los cabestros son inadecuados para Fuentesaúco porque llevan viniendo cuatro años en los cuales siempre ha pasado lo mismo. El equipo de encerradores contratado ha estado desaparecido, teniendo que hacer algunos encerradores del pueblo labores que no tendrían por qué corresponderles, arriesgando sus propias cabalgaduras para intentar salvar mínimamente el festejo, lo cual alabamos y engrandecemos desde nuestra Asociación.
No ha habido espantes, tampoco subidas, y sin embargo sí que se han producido un sinfín de suertes que en el prado no tienen cabida si lo que queremos es dar espantes (tanto a pie como a caballo), todo esto sin que las autoridades competentes hayan movido un solo dedo para evitarlas.
Debemos replantearnos lo que ha de producirse en el prado de Fuentesaúco, porque si de verdad queremos mantener la tradición de los espantes, está claro que no vamos por el camino adecuado. Es hora de definir aspectos y sentar unas bases, y que nada ni nadie esté por encima de ellas y de los objetivos a conseguir.

 

 Por Asociacion Cultural Taurina Espantes de Fuentesaúco

Fotografia Virginia Gonzalez Hernandez