Nos despertamos hace pocas fechas con un ataque frontal a la Tauromaquia. Ahora, nada menos, que por el ministro de Cultura, Rodríguez Uribes, en unas lamentables declaraciones realizadas al diario El Mundo, que son más que el reflejo del antitaurinismo de este gobierno comunista que está destrozando a España. De este Gobierno que desde antes de llegar al poder ya dejó ver sus intenciones y que ha aprovechado la lacra de la pandemia para lavar su estilete en el mismo corazón de la Fiesta.

Tristísimo y una vez más se pone en evidencia que la Tauromaquia jamás debió salir de Interior, donde le fue tan bien y no el Ministerio de Cultura donde únicamente ha recibido palos y menosprecios desde su llegada.

Hoy, con las declaraciones de Rodríguez Uribes, los aficionados han vuelto a mostrar su indignación. Y también su indefensión, porque nadie es capaz de dar un paso al frente para la defensa del toreo, más que casos aislados. Pero cuando es más necesaria que nunca la unión, otra vez más, cada cual ha remado en las aguas de su interés. Y esto creó una debilidad que aprovechan los enemigos.

Lo malo no son los reiterados ataques que buscan tambalear el arte del toreo, no. Lo malo es que las gentes que viven de ese arte aguantan con los brazos cruzados y en ocasiones poniendo la otra mejilla, ante una campaña que no busca más que erradicar la Tauromaquia.

Es hora de decir basta, de parar tantas tropelías ante esta gentuza que desde las altas instituciones del Gobierno está cercenando todo lo que es España y sus tradiciones. La Tauromaquia es grandiosa y no puede seguir siendo un náufrago en aguas de nadie. Ya es necesaria la acción y olvidarse todos de su interés. El frente común es lo único que la puede salvar y arrinconar a esos comunistas del gobierno que están destrozando al país.

Mientras veamos lidiarse por las plazas de toros, animales como el que mostramos en la foto, no habrá forma de salvar la fiesta.

Paco Cañamero