Hemos asistido al final de la feria de otoño con más pena que gloria. Sobre todo por el mal juego y la mala presentación de las corridas. Anunciadas unas y finalmente lidiadas otras y no completas. Es muy fácil decir que no hay toros en el campo.

Se anuncia por parte de la empresa nuevos nombres para el campo en la próxima temporada. Dándole de nuevo al gran Florito el bastón de mando en el campo y en los corrales. ¿Por qué será?

Por centrarnos en lo más positivo. La corrida de Victorino se lidió con media entrada en los tendidos. Ese Victorino que llenaba él solo ya no llena. Tendrá que tomar nota el hijo de aquel paleto que fue un genio. No sólo del nombre se vive. Que la gente no es tonta. La corrida justa de fuerza y de trapío para Madrid.

Román es un torero de los que esperamos mucho los aficionados. Los toros a veces cogen y está vez le tocó a Román en un certero gañafón que le llevó al hule. Esperemos le den la oportunidad el año próximo. Se lo merece.

Cerraba cartel Leo Valadez un mejicano que de novillero gustó y se ha ido haciendo un sitio que poco a poco va perdiendo. Muy por debajo de lo que esperamos de él. La empresa sabrá porque le pone. Eso es lo que se preguntaban los aficionados en el tendido.

El sevillano de Espartinas, Borja Jiménez. Que también fue un novillero de los punteros. Se hizo matador en Sevilla de la mano de otro de Espartinas. Espartaco, gran torero. Con garra, valor y matando de todo. No como las figuras de ahora. Desde entonces Borja apenas ha toreado y parece que estar en el banquillo no le gusta. A su lado un tal Julián Guerra, del que se dice es capaz de hacer toreros a los que les aguantan la dureza y las órdenes. Lo hizo con Abellán. Le volvió a meter en el circuito cuando ya nadie le esperaba.

También con López Simón, al que puso en el camino de figura. Y lo cierto es que Simón sin él ha terminado en su casa. Al menos curioso ¿no? Desde que  Guerra dirige la carrera de Borja el cambio es considerable. Es difícil estar mejor de lo que estuvo el sevillano con los tres victorinos. Entregadísimo toda la tarde. A cara de perro. Capote muleta y andando en torero. Vamos que da gusto verle. Los marujones de mi tendido que los hay dicen que detrás de Julián está el poderoso Toño Matilla. Y también que Espartaco está empeñado en que su ahijado triunfe. Lo que la afición quiere son toreros como ese. Los lleve quien los lleve.

Ya sabemos que hoy los toreros no mandan nada. Son empleados de Maroto y el de la moto. Ojalá no le corten el paso y ojalá él no se lo deje cortar. Hay que recordar que tiene un hermano. Javier Jiménez, que también pasó por Madrid con buena nota. Se hizo cargo de chico  un tal Simón Casas. No ha vuelto a torear. Manda huevos. De Manuel Jesús el Cid y su paso por Madrid poco o nada. Si viene que sea con las corridas que le pusieron a funcionar. Las descafeinadas no le van.

Rafael Ortega

Andrew Moore nos muestra un bello natural de Borja Jiménez.