Con una semana santa pasada por agua, nos dio pereza asistir a los toros a las Ventas de Madrid. El cartel se Sevilla invitaba a quedarse en la tele. Y así lo hicimos. Gente guapa y bien vestida como decía Emilio Muñoz cuando era comentarista de TV.   Que por cierto, fue listo y se fue cinco minutos antes de que le echaran.

Cartel de no hay billetes, lluvia y barro.  Bien se ganaron el sueldo los areneros arreglando el piso con la intención de que no se mojaran los actuantes.

Corrida de Matilla el todo poderoso. El que hace el ochenta por ciento de los carteles que se dan en el mundo, quitando Francia, ahí lo tiene más difícil. El que quita y pone toros y toreros. Los maneja a su antojo. Le faltaba un torero barato para abrir carteles y ya lo tiene, se llama Perera y está encantado. O eso o a casa.

Matilla es capaz de casi todo menos de hacer embestir a sus toros, es lo único que no controla.  Corrida podrida, sin fuerza ni raza ni nada. Y las figuras y Sevilla a tragar. ¿Y los locutores?

Para ellos la corrida no fue tan mala y no se dan cuenta que lo vimos con nuestros ojos. Los picadores sobraron, y los AFICIONADOS presentes también. muy guapos y muy bien vestidos, pero de toros poco. Así está Sevilla y el toreo.

Morante hizo el paseo y se quejó del comportamiento de los toros por el ruedo mojado.  Como si no hubiéramos visto cortar orejas lloviendo a mares incluso a él.

Castella puso un poco más de ganas. Sería porque los toros eran de su jefe, no sea que se enfade y le castigue. Una orejita de la gente guapa.

A Roca se le vio por allí. no sabemos si con ganas, no tuvo oportunidad de demostrar nada. El sexto suyo no llego ni a salir del chiquero. Eso nos dijeron, vete a saber. En su lugar un segundo sobrero que tampoco pintaba nada en Sevilla, pero tenía dueño y no era el ganadero precisamente.

El que tiene que resucitar es don Diodoro.

Rafael Ortega

Observen con detalle la morfología del toro, incluso los pitones. Una vergüenza inenarrable; pero era Morante, con eso está todo dicho.