Pese a que ha ganado el PSOE en Gijón, la apestosa de Ana González no liderará el ayuntamiento puesto que, la coalición de otras fuerzas puede desbancar al nefasto partido y a la mal oliente que cerró el coso de El Bibio por un capricho dictatorial porque como es sabido por todos, el PSOE tenía dictadores por todas las esquinas mientras que, el mayor dictador, Pedro Sánchez, se hacía el loco. De momento, respecto a los toros en la ciudad de Gijón no tenemos nada claro aunque, nuestra ilusión nos hace barruntar que, quiera Dios, las fuerzas que se unan no emulen a la desdichada antes citada porque eso sí sería la muerte para tan emblemática plaza.

La derecha ha barrido en la práctica totalidad de España, tanto en ayuntamientos como en comunidades pero, todavía han quedado flecos sueltos como el de Gijón que, en calidad de aficionados nos sigue preocupando. No es de justicia, más bien todo lo contrario, que un alcalde –en este caso alcaldesa- cierre una plaza de toros porque no le gusta este espectáculo y, Ana González así lo hizo. Por cierto, a dicha señora, mirándole la cara ya teníamos más que suficiente pero, como se demostró, en Gijón les gusta auto flagelarse, tanto en los toros como en tres mil cuestiones más que hemos podido saber de este ser tan indescifrable que, vestía como mujer pero, la gran verdad es que nadie la sabe.

Como digo, seguimos con la incógnita al respecto de su plaza de toros, de su emblemática feria, de su altísimo interés de cara a la ciudad por el bello hecho de celebrar su feria; muchos millones se quedan en la ciudad en su semana de feria pero, ¿a qué sociata le importa el bien de su pueblo? Las pruebas son evidentes. Por cierto, seamos justos, hay un socialista que sí le importa el bien de su “pueblo” y además es amante de la fiesta de los toros, Emiliano García Page que ha ganado las elecciones en Castilla-La Mancha por su bien hacer y, de forma fundamental por haberse separado con sus ideas del amo que tenía en Madrid porque la ideas de Page, las más lógicas del mundo, nada tenían que ver con el tirano de la Moncloa.

Es un crimen en toda regla que muchas plazas de toros se hayan cerrado por una maldita decisión política que, como se demuestra, acciones tan criminales no tienen el menor castigo y, lo que es peor, nadie que las repare ni mucho menos las defienda. Los políticos aberrantes y malditos cerraron las plazas de toros de Cataluña, La Coruña, Vitoria, Cáceres, Villena, Elda, Monóvar, Ondara, Benidorm y una caterva más de coliseos de menor renombre que, “gracias” a sus políticos ha desaparecido la fiesta taurina de sus localidades.

Quiera Dios que, todo lo que ha ganado la derecha en estas elecciones autonómicas y municipales, sea el punto de partida para erradicar para siempre a tanta basura política como ha anidado en nuestro país, entre otras, la apestosa de Irene Montero que decía defender a la mujer y ha dejado en libertad a mil violadores, al tiempo que, los que quedan entre rejas –que es ahí donde deberían de pudrirse- a todos se le ha rebajado ostensiblemente la pena y, la muy hija de su padre sigue diciendo que la ley es absolutamente justa. Y no hablemos de la mal nacida Ione Belarra –coño, con ese nombre todo es posible- que hizo unas declaraciones tras las elecciones y, al perder, ahora resulta que los españoles somos retrasados mentales y, cuidado, a esa clase gentuzas les hemos pagado cientos de miles de euros que, sumados todos desde que ostentan el poder estamos hablando de un montón de millones de euros, todo ello para que siguieran destrozando España y dictando leyes malditas que solo favorecen a los delincuentes y, los muy hijos de puta, todos hablan de progresía. ¿En qué hemos progresado, ostias? Tienen razón, hemos progresado metiendo en la política a indeseables y gandules que, gracias a la democracia han vivido de forma opípara sin trabajar pero, barrunto que se les acaba el chollo porque los españoles han despertado del letargo en que estaban sumidos.

Madrid, si de elecciones hablamos, nos ha dado una soberana lección, tanto en su ayuntamiento como en la comunidad puesto que, el soberano pueblo de Madrid ha dado su veredicto implacable, hasta el punto de mandar a la mierda a Podemos y demás gentuzas barriobajeras. Insisto, confiemos en que siga esta tendencia y, si gana la derecha en las próximas elecciones generales, entre otros muchos logros, la fiesta de los toros no será mancillada por tantos asquerosos que, desde que entraron en política, han hecho, del odio, su único referente.